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Retirada y derrota
por Eli Bravo  
jueves, 28 junio 2007


La guerra de Irak se perdió en Estados Unidos. La última encuesta de CNN indica que apenas el 30% de la población estadounidense apoya la guerra y entre los republicanos el 38% está en desacuerdo. El 63% piensa que es momento de retirarse, opinión que comparte el 42% de los republicanos. Y mientras el plan de incremento de tropas que lanzó la Casa Blanca está en pleno apogeo, a senadores y representantes en Capitol Hill les incomoda la idea de esperar hasta septiembre para evaluar los resultados de algo evidente: Irak es un desastre donde la violencia sectaria hunde todos los esfuerzos y con un año electoral por delante los políticos quieren minimizar las bajas. Sobre todo las de votos.

La guerra de Irak también se perdió en Irak porque los iraquíes se han convertido en sus peores enemigos. El conflicto entre chiítas y sunitas es una bomba que ya nadie sabe cómo desactivar.

A pesar de los 19 de billones de dólares invertidos en entrenar a los casi 350 mil efectivos de seguridad iraquíes estos todavía no están listos para asumir el control y algunos de ellos están involucrados en los ataques sectarios. El ambiente está tan enrarecido que el ministro sunita de Cultura tiene orden de arresto por planear el asesinato de otro líder sunita, mientras que su partido amenaza con revelar los nombres de altos funcionarios de gobierno responsables de la violencia. La fragmentación de Irak parece inevitable y el país que se inventaron los ingleses terminará siendo historia: al norte los Kurdos sueñan con algo más que autonomía, promocionando Kurdistán como “el otro Irak” y seduciendo a inversores con campañas que pintan un futuro lejos del resto de la nación, pero eso si, con el petróleo que esperan obtener de la región de Kirkuk vía referéndum, si es que sunitas y chiítas lo permiten. En Mayo dos camiones bombas en la capital Erbil recordaron a los kurdos que nadie escapa a la espiral de violencia.

La absurda guerra lanzada desde Washington ha dejado una región mucho más vulnerable donde todos han perdido y los radicales sacan provecho. Ante unas elecciones presidenciales donde Irak será plomo en el ala, Estados Unidos planea la mejor forma de convertir la derrota en capital político. Asunto difícil cuando hay más de 3500 soldados estadounidenses y más de 65 mil civiles iraquíes muertos.


ebravo@unionradio.com.ve 

 
 

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