Inicio | Editor | Contáctenos 
 

Revoluciones y partidos únicos
por Elizabeth Burgos
viernes, 12 enero 2007


El tema de mayor impacto tras las elecciones del 3 de diciembre en Venezuela, fue el anuncio por el presidente de la República de la creación de un partido único, además, socialista.

La relación mimética que mantiene la “revolución bolivariana” con la cubana es un hecho admitido. Vale la pena entonces dar una mirada a la evolución que condujo a Cuba a la creación de un partido único y comunista que a todas luces, tras la desaparición de la dictadura mesiánica de Fidel Castro, regirá los destinos futuros del país, por supuesto, bajo las directivas de las Fuerzas Armadas y de las del Ministerio del Interior, los dos estamentos de donde emana el poder real del Estado cubano.

Fidel Castro considera a José Martí como un precursor, porque según él, antes que Lenin organizara el Partido Comunista ruso, Martí organiza el Partido Revolucionario Cubano para dirigir la lucha por la independencia. Como lo demuestra este hecho, la obsesión revolucionaria cubana no comenzó, como suele creerse, con la llegada de las ideas marxistas a la isla.

Pero volviendo a la época que comienza en 1959, las dos organizaciones que llevaron a cabo la lucha armada contra la dictadura de Batista fueron el Movimiento 26 de julio, bajo la dirección de Fidel Castro y el Directorio Revolucionario. Precisamente, tras la toma del poder, la línea divisoria entre ambas organizaciones fue la cuestión del comunismo. En Cuba, debido a esa tradición martiana ya aludida, ser revolucionario no era sinónimo de marxismo. Pero como Castro estableció una alianza precoz con el antiguo partido comunista cubano - Partido socialista Popular (PSP) -, pronto surgieron tensiones entre el Movimiento 26 de julio y el Directorio Revolucionario: revolucionario, cierto, pero decisivamente anti-comunista.

Fidel Castro jura el 16 de enero de 1959 ante la tumba del líder ortodoxo Eduardo Chibás que él no era comunista, y en su primera visita a Estados Unidos declaraba que hará una revolución humanista de “libertad con pan, pan sin terror”; el 8 de mayo en un discurso en La Habana afirma que “esta revolución no es roja, esta revolución es verde olivo”; y el 21 de mayo fustiga a los comunistas y se declara humanista y no comunista. Sin embargo, el comandante Huber Mattos, jefe militar de Camaguey, dimite el 20 de octubre 1959, en protesta por la penetración comunista en el Ejército Rebelde.

A partir de entonces la política cubana se orienta hacia las relaciones con la URSS, adhiriendo decisivamente a las ideas marxistas. Blas Roca, secretario general del PSP (antiguo partido comunista) declara en agosto 1960, que la revolución no es todavía comunista pero que avanza en este objetivo. El 1 de mayo de 1961, Castro proclama la República socialista de Cuba y declara que la “revolución ha entrado en su fase socialista”. Días después, anuncia la creación de las Organizaciones Revolucionarias integradas (ORI) bajo control del PSP, implicando la desaparición del Movimiento 26 de julio, y del Directorio revolucionario, e igualmente del PSP. Surgen inmediatamente los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Se dispone que los magistrados y jueces tomen cursos de justicia socialista. Castro, en una entrevista televisada en diciembre 1961, proclama que “es y ha sido siempre comunista” y anuncia la creación del futuro partido comunista de Cuba.

Sin embargo, seguramente debido a la fuerte oposición a la influencia comunista en los rangos mismos de la revolución, al mismo tiempo que se ejercía la presión soviética impulsando la creación del partido único comunista, el 22 de febrero de 1963, Castro anuncia la fórmula de un Partido Unido de la Revolución socialista (PURS), que sería la fase en la que se encuentra hoy Venezuela.

No fue sino el 3 de octubre de 1965 que Castro presenta el comité Central del Partido comunista de Cuba que sustituye al Partido Unido de la Revolución socialista (PURS), sucesor de las ORI. Venezuela se saltó la fase de las ORI, porque fue substituida por la celebración de reiteradas elecciones para ganar tiempo: el resto del escenario se ha ido siguiendo al pie de la letra.

El Partido Comunista de Cuba ha funcionado hasta hoy como una reserva que ocupará el lugar de la dictadura mesiánica de Castro cuando éste haya desaparecido físicamente. Por supuesto, bajo la tutela de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), las cuales detentan el poder de las armas y el poder económico, junto al Ministerio del Interior, verdadero Estado dentro del Estado.
 

 *

  Historiadora venezolana, consejera editorial de webarticulista.net, experta analista del castrismo, participó en la famosa Conferencia Tricontinental de La Habana (1966).
- Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.