Si
usted es fanático de la comida china y piensa que es una
alternativa sana a las pizzas o hamburguesas, malas
noticias. Según el Centro para la Ciencia en el Interés
Público de EEUU, la cantidad de sodio y calorías en un
plato de carne de res frita a la naranja excede los
límites diarios recomendados de sodio y encierra más de la
mitad de las calorías necesarias para una persona
promedio. Y si piensa que se salva con los vegetales, pues
no: una ración de berenjenas en salsa de ajo tiene la
mitad del ideal calórico para todo un día y casi el máximo
de sodio. Si bien parte del problema está en las recetas,
que pueden abusar de frituras y salsas, lo más delicado
está en las raciones gigantes.
En China, el asunto es
preocupante. Hace 45 años el experimento rural de Mao mató
de hambre a más de 30 millones de personas, pero hoy en
día, gracias al crecimiento económico la gente come más y
con mayor frecuencia. El resultado son 90 millones de
obesos entre 1992 y 2006, según la OMS y las cifras
oficiales indican que hay 200 millones con sobrepeso, es
decir, el 22% de la población. Actualmente el niño chino
promedio pesa casi tres kilos más que hace tres décadas y
entre los 10 y 12 años el 8% son obesos, mientras que el
15% tiene sobrepeso. Como en otras culturas, el concepto
de que gordito es sano está presente en China, pero
además, es símbolo de prosperidad.
En China las cadenas de comida
rápida están creciendo a toda velocidad y para muchos
jóvenes comer alitas de pollo picantes y sundae es la
máxima felicidad. Yum Brands opera 2.400 locales bajo las
marcas KFC, Pizza Hut y Taco Bell. Este año esperan abrir
400 más y aumentar sus ventas en 20%. Según un estudio de
2004, el 41% de los chinos come una vez a la semana en una
cadena de comida rápida, versus el 35% de los
estadounidenses.
De seguir la tendencia, China
se convertirá para el 2050 no solo en la economía más
grande del planeta, sino también en la nación más gorda.
Si el gobierno y los ciudadanos no toman medidas ahora, ni
siquiera un océano de té verde los ayudará a mantenerse en
la línea.
Y la próxima vez que coma en
un restaurante chino, llévese a casa la mitad. Seguro la
ración fue enorme y el arroz frito recalentado, además de
ser delicioso, lo saca a uno de apuros en la madrugada.
ebravo@unionradio.com.ve