Que
Hugo Chávez tiene el sol a sus espaldas es tan evidente
como el tamaño de su sombra. Agotado y sin coordenadas, el
portaviones político de Venezuela comienza el 2008 con la
necesidad de recuperar su estrella y dibujar nuevas
constelaciones. Tras una década orbitando el poder, su
traslación lo ha llevado de vuelta a la nebulosa de las
derrotas, pero el universo esta en constante movimiento y
Chávez sabe que es cuestión de estrategia acomodar las
fuerzas para estar de nuevo con la cara al sol.
Si lo dejan.
En la danza cósmica todos los cuerpos son capaces de
alterar el espacio que los rodea y este año la oposición
tiene la oportunidad de hacer valer su masa, gravedad y
energía. En el horizonte están las elecciones de
gobernaciones y alcaldías, para las cuales solo una
galaxia de intereses y liderazgos bien articulados puede
hacer que el país gire alrededor de un nuevo eje.
Dios no juega a los dados con
el universo y la (mala) suerte del presidente no basta
para restarle fuerzas a la revolución. Hace falta, como
escribía Diego Bautista Urbaneja en El Universal “una
visión que contemple la futura configuración política del
país, la configuración que está en proceso de maduración,
la configuración que responde a sus tendencias más vitales
y dinámicas”.
Chávez puede ser
eclipsado con el descontento del chavismo. También puede
ser tragado por el agujero negro de quienes hasta ahora se
han abstenido de votar si algún fenómeno político logra
hacerles ver más allá de sus ombligos, y sobre todo,
Chávez puede quedar con el sol de espaldas si la oposición
enfoca su lente más allá del líder y logra actuar sobre su
sistema solar. Para derrotar a Chávez hacen falta los
chavistas y un astro rey sin planetas o satélites que
calentar poco a poco se extingue, o al menos, va perdiendo
influencia en el cosmos.
Quizás el secreto esté en pensar, como decía Bautista
Urbaneja, más allá de los esquemas habituales y plantearse
el juego con nuevos ojos. Nuestro concepto del universo ha
evolucionado gracias a que hemos sido capaces de
entenderlo de maneras diferentes. La oposición tiene una
década esperando el ciclo que comienza y perderlo sería
una tragedia cósmica.
ebravo@unionradio.com.ve