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Tarde, pero seguro
por Eli Bravo  
jueves, 2 agosto 2007


Finalmente se llegó al acuerdo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para enviar a Darfur el mayor contingente de paz que haya visto el planeta. El gobierno sudanés asegura que cooperará con los 26 mil efectivos militares, policías y personal civil de esta fuerza híbrida ONU-Unión Africana que intentará detener el genocidio en la región occidental del país. Cuando Ban Ki Moon asumió la Secretaría General del organismo dijo que su primera prioridad era detener la crisis y pareciera estar en camino de lograrlo. Hasta China, que extrae el 3% de su consumo de crudo en pozos de Sudán y por ello ha sido muy reticente a una diplomacia firme y sanciones, se ha visto obligada a recapacitar su posición y votó a favor, quizás como una manera de cuidar su imagen de cara a los Juegos Olímpicos. Posiblemente también pesó la amenaza de Steven Spielberg de abandonar el Comité Artístico de los Juegos si China no colabora más en la región.

La presión mundial ha logrado que Darfur sea más que noticia de un día. El despliegue de este contingente será una ardua tarea que se completaría el próximo año, y si bien lo peor de la masacre ya pasó, dejando más de doscientas mil muertes y dos millones de desplazados, que haya un compromiso multinacional para ayudar a los civiles es una victoria. Además de las agendas políticas, las complicaciones de la misión incluyen la provisión de agua para los efectivos. Darfur es una región árida desertificada por la guerra. La única manera de paliar la sed es andar varios kilómetros hasta los pozos y en el camino las mujeres y niñas corren el riesgo de ser violadas o asesinadas. La semana pasada científicos de la Universidad de Boston anunciaron haber encontrado un gigantesco lago subterráneo, pero otros informes señalan que ese acuífero está seco desde hace 25 mil años.

La tragedia de Darfur ha sido capturada en el recién estrenado documental “El Diablo vino a lomo de caballo”. Basado en las experiencias de un gringo que acompañó a las fuerzas de la Unión Africana en calidad de observador y fotografió el horror de la guerra, la cinta ha servido para galvanizar voluntades y llamar la atención de este drama humano. ¿Están mejor los pobladores de Darfur después de esta película o del anuncio de la ONU?. No, siguen muriendo, pero no son invisibles. Ya no están solos.

ebravo@unionradio.com.ve

 
 

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