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Luz limpia 
por Eli Bravo  
jueves, 28 diciembre 2006



      La mejor noticia que puede recibir el planeta es que aparentemente el calentamiento global se lo están tomando en serio. Para el 10 de enero la Comisión Europea presentará un documento base para trazar políticas que garanticen el suministro energético, recorten la emisión de gases invernaderos y la dependencia de combustible ruso. Existe un especial interés en la energía nuclear, y si tomamos las palabras del Alto Representante de la UE, Javier Solana, en los próximos 20 años se construirán 200 centrales nucleares en todo el mundo como una forma de producir electricidad sin emitir gases. Pero si pensamos en los desechos tóxicos y los riesgos a la seguridad global de tanto material radioactivo, uno no sabe si es peor el remedio que la enfermedad.

            El debate más importante que tiene la comunidad internacional por delante es el energético. La era del petróleo no se acabará con la última gota, sino cuando existan tecnologías más limpias, eficientes y rentables. Algunas ya son una exitosa realidad, como el biocombustibles en Brasil, otras son incipientes pero prometedoras como la industria de partes para la producción de energía solar en China. En el caso Europeo, ya una tercera parte de su energía eléctrica viene de reactores nucleares. Incluso en Estados Unidos la discusión sobre fuentes alternativas, independencia energética y control de consumo está tomando calor. Con un barril sobre los $60 no es romanticismo ecológico invertir ahora en estas nuevas tecnologías. Y si consideramos las señales que nos lanza el clima, para luego es tarde.

            Es difícil predecir cuál será el estándar energético del futuro. Lo más probable es que sea una combinación según la aplicación específica y los recursos del país o la región. Afortunadamente el factor ambiental está cada vez más presente en las políticas y en la investigación, con la ventaja de cada vez está más claro el alcance global de las decisiones que se tomen en el presente: los efectos del calentamiento en el planeta no se detienen en las fronteras ni se prohíben por decreto.

            Puede ser que lo “verde” se esté poniendo de moda, una vez más. Pero en esta ocasión viene acompañada de una clara advertencia sobre los riesgos que corremos si no reaccionamos a tiempo, y mejor, de una oportunidad de desarrollo para empresas y estados que deseen competir y colaborar en la gran industria del futuro. La energía, en cualquiera de sus formas, es siempre un gran negocio.    

ebravo@unionradio.com.ve 

 

 
 

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