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Dignidad 
por Alexis Márquez Rodríguez

domingo, 12 septiembre 2004


Calificar de indigno a alguien es una de las afrentas más duras e hirientes que se puede hacer a una persona. Como hecho curioso, por cierto, es más drástica la calificación cuando se usa el adjetivo solo, en abstracto, sin especificar de qué se es indigno, que cuando se hace lo contrario. Decir de alguien, por ejemplo, que es indigno del amor que le tiene su pareja, o indigno del apellido que lleva, o de la posición que ocupa, es menos fuerte que decirle simplemente que es una persona indigna, en abstracto.
Indigno, según el DRAE, significa ³Que no tiene mérito ni disposición para algo. || 2. Que es inferior a la calidad y mérito de  alguien o no corresponde a sus circunstancias². Tal definición, con ser válida, no es suficientemente expresiva de lo que comúnmente se quiere decir de alguien cuando se le atribuye el calificativo puro y simple de indigno. Quizás debería agregarse a esa definición una nueva acepción, la de ³carente de dignidad², frase esta que adquiere toda su fuerza cuando sabemos que la palabra dignidad, entre otras cosas, significa ³|| 3. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse² (DRAE). Significado que se complementa con el de decoro: ³|| 3. Pureza, honestidad, recato. || 4. Honor, pundonor, estimación². (Ibídem).
Es decir, calificar a alguien de indigno es señalarlo como carente de decoro, de honestidad, de honorŠ Y entonces  puede medirse la gravedad y fuerza ofensiva de ese calificativo.
El Diccionario de uso del español de América y España VOX amplía y precisa aún más ese significado: ³Dignidad. Cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni  degraden². Esta definición hace todavía más patente el contenido hiriente e injurioso de la calificación de indigno enrostrada a una persona.
En concordancia con lo expuesto el calificativo digno, antónimo de indigno, usado también solo y en abstracto, sirve para exaltar los merecimientos de la persona a quien se le atribuye: ³Fulano (o Fulana) es una persona digna y meritoria². Al emplear el vocablo digno sin especificar de qué lo es, exaltamos el valor moral de la persona a la que se lo aplicamos.
Pero no siempre las palabras digno, indigno y dignidad se aplican a personas. Una vivienda digna es una vivienda decorosa y  decente; tener una persona un cargo digno es tener un cargo como  lo merece por sus virtudes. Por lo contrario, vivir alguien en una vivienda indigna es vivir en un lugar que no está a su altura, y decir de una persona que tiene un cargo indigno equivale a decir que tiene  un cargo que no corresponde a su capacidad y sus méritos. Lo cual no es lo mismo que ser una persona indigna del cargo que  ostenta. En este caso el adjetivo indigno se aplica a persona; en los anteriores se aplica a cosas.
Se puede hablar asimismo de la dignidad de ciertos cargos públicos, de la dignidad del hogar doméstico, de la dignidad eclesiástica o religiosa, de las condiciones para vivir con  dignidad, etc.
Hay otros usos y significados de la palabra dignidad. De ellos hablaré en otra ocasión.
Dignidad deriva de digno, y este es vocablo de origen latino, tomado de dignus, a, um.        
                                                                
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