Desesperanza y Piromanía
por Luis DE LION
miércoles, 10 dic 2003

La mayoría de los venezolanos quiere – con sobradas razones - que la pesadilla, que constituye la nefasta administración del presidente Chávez culmine de una vez por todas. Mientras esperamos por el dictamen del CNE, lo que queda del chavismo amenaza, grita y patalea; buscando desconocer una recolección de firmas a la cual siempre se opusieron, con sobradas razones.

El adicto y dependiente de los sondeos de opinión que es Hugo Chávez, sabía muy bien que si él mismo hubiera impulsado, aquello de reforzar y blindar al CNE para que éste procediera a reglamentar una recolección de firmas, las cuales previa verificación, activarían el dispositivo revocatorio inscrito en la Constitución; se hubiera inmediatamente autoerigido Chávez como un chacumbele reloaded.

¿Pero, por qué no pudo evitarlo?

Porque – entre otras razones - a pesar de los mensajes apocalípticos de ambos extremos de nuestra escena política, el patrimonio democrático e institucional, que aún subsiste hizo y produjo lo correcto.

Así las cosas, los insultos, provocaciones y demás pataletas, que tanto de parte del presidente como de sus incompetentes compinches; hemos escuchado y leído en ésta última semana, no son mas que un compendio de desesperanza y pirotecnia de triquitraques mojados. La locura revolucionaria, ya ha entrado en la fase del enfermo terminal que se niega a recibir y aceptar los cuidados intensivos. Claro está, que no debemos ilusionarnos, por cuanto hemos visto que aún quedan en el pozo séptico que sirve de manantial a la ideología chavista, reservas de escatológicas provocaciones por ser lanzadas.

Sin embargo, no se trata de darle la espalda al que nos insulta; hay que impulsar su deriva y en ese sentido tanto la firmeza del CNE, como la reciente decisión de la Sala Constitucional del TSJ reiterando y ratificando los criterios del propio CNE, como parte de la herencia democrática, de la que hablábamos antes, son hechos que constituyen un reforzamiento de nuestras bases institucionales, fortaleza indispensable en el camino hacia el Referendo Revocatorio, como el evento democrático, hacia el cual nos aproximamos todos los venezolanos, lo quiera o no el presidente Chávez.

Hoy cuando solo la desesperanza, y una constante piromanía verbal; conforman los únicos pertrechos de que dispone Hugo Chávez y a través de los cuales- fiel a sí mismo - pretende una vez mas desatar la intolerancia, buscando crear desordenes; es algo que todos tenemos el deber y el derecho de impedir.