Relacionando
informaciones de gente que tiene acceso al CNE, y después de
consultar a técnicos electrónicos, todo indica que el mecanismo
para el “fraude tecnológico” que el oficialismo realizará en las
elecciones del próximo 15 de agosto, será el siguiente:
1- Las máquinas de votación Smartmatic fueron ordenadas por
gente probadamente afecta al oficialismo, en forma poco
transparente y hasta sospechosa que pueden haber solicitado a sus
fabricantes que un cierto porcentaje de ellas tuvieran piezas que
harán que la máquina se dañe a las pocas horas de funcionamiento.
Recordemos que nunca se ha probado que duren 12 horas seguidas,
pues las cacareadas “auditorías técnicas” fueron sólo por cinco
minutos.
2- Esas máquinas chimbas fueron “marcadas” y pueden ser
identificadas sólo por algunas personas afectas dentro del CNE,
siendo enviadas por éstas expresamente a “zonas de mayoría
escuálida”, o sea donde habrá un voto mayoritario por el Sí, de
modo que en esos centros se tenga que recurrir al voto manual por
boletas.
3- Pero muy probablemente no habrá suficientes boletas, o ninguna,
por una “imprevisión programada” para dichos centros, de modo que
una gran cantidad de votantes del Sí no podrán expresarse. Los
centros, según el reglamento, tendrán que cerrar, transmitir los
votos de las máquinas por cable telefónico y redactar un acta
totalizando los votos que haya según las boletas expedidas por las
máquinas, aunque no hayan podido votar el resto de la gente en la
cola (¿qué más pueden hacer, sin boletas manuales?)
4- La totalización hecha en el CNE daría, entonces, una clara
mayoría del NO, acorde con la deficiencia de votos por el SI
debido a las fallas en las máquinas y la imposibilidad de recurrir
al voto manual en los centros afectados, todos en zonas con
mayoría opositora.
Lo antes enumerado, no constituye una simple especulación ya que
se basa en hechos comprobables:
a) las máquinas fueron ordenadas por una sola persona del CNE,
como lo han reseñado los medios. Esta persona pudo haber hecho
segregar “las máquinas chimbas” (para zonas “escuálidas”) de las
“buenas” (para zonas esencialmente chavistas) de modo que se
tuviera un resultado favorable al NO.
b) Se ha sabido de los medios que el CNE no imprimiría sino
boletas para el voto manual en cantidad “un poco mayor que el 20%”
sólo para los centros que no tendrán maquinas por razones
geográficas o de suministro eléctrico. Se olvidaron adrede de los
demás centros, que no tendrán material para el voto manual o no
suficiente para la gran cantidad de electores que se quedarán sin
votar por culpa de las “máquinas chimbas”. Esto puede comprobarse
fácilmente en los centros afectados, que no tendrán material
electoral adecuado para el número de votantes, debiéndose haber
impreso suficiente para todos los votantes de ese centro por si
acaso fallaban todas las máquinas, como hubiera sido lo correcto y
lógico.
c) No se hablado casi de las boletas manuales en los medios,
ocupados mayormente en las dichosas “máquinas cazahuellas” (un
buen recurso para distraer la atención) y a estas alturas el
público no sabe cómo son las boletas, y el CNE dio por
sentado que todos saben como votar con ellas, sin que se haya
instruido a la población como deberían proceder, pues el 20% - un
porcentaje significativo - tendrá que enterarse en la cola, y
quizás otro tanto – o mucho más, si esta teoría se verifica -
tendrá que votar con ellas al fallar las máquinas. Un hecho que,
aún si no se hubiera preparado maliciosamente, sucederá de todos
modos de manera frecuente, al no tener el CNE suficiente
experiencia con ellas y por ser máquinas fabricadas y usadas por
primera vez. Esto sin contar la proverbial negligencia del
personal en el uso de máquinas, por descuido o ignorancia, pues
muchas máquinas anteriores están inservibles y acumuladas en
alguna parte por falta de mantenimiento y un almacenaje
inadecuado.
Los realizadores del fraude cuentan en que difícilmente se podrá
culpar al CNE ya que éstos aducirán “fallas técnicas”, o usarán a
los fabricantes como chivos expiatorios. Aunque será difícil
probar que algunas de las máquinas no durarían en uso intenso sino
unas pocas horas, si se llegara a identificar con alguna marca las
usadas en “zonas de escuálidos” podrían hacerse auditorías
técnicas posteriores que pudieran demostrarlo. Pero si la
investigación la hará el CIPC, existen serias dudas sobre la
idoneidad o parcialidad de este ente policial. Lo único que podría
develar este fraude es alertar a los rectores Sobella Mejías y
Ezequiel Zamora para que desde adentro descubran y comprueben la
“discriminación” entre las máquinas “para zonas escuálidas” y las
demás, para que éstas sean revisadas luego por expertos
electrónicos que pueden determinar la mala calidad de ciertas
piezas clave y compararla con la calidad de las demás.
Por otra parte, los votantes deben exigir enérgicamente su derecho
al voto si acaso se presentaran fallas en las máquinas, o avalar
ante la CD lo que esté sucediendo con lujo de detalles, para no
perder los testimonios de los electores afectados y utilizarlos en
cualquier investigación imparcial posterior del Centro Carter, la
OEA o la ONU. Si algún votante en las zonas de escuálidos marca
con una X con algo puntiagudo (un clip, o un cortaúñas) detrás de
la máquina, esto ayudaría a identificarlas para una investigación
posterior.
Para quien tenga todavía dudas sobre el fraude que se avecina y
siga confiando en la buena voluntad del CNE, bastará haber notado
con qué ecuanimidad Hugo Chávez dijo que aceptaría la derrota y
entregaría el poder, algo poco común en él, y que sólo demuestra
que lo tienen todo preparado a su favor, ya que él piensa
“relegitimarse” el 15-8.
Y por último, no olvidemos la burla que representó las demoras
programadas en los “firmazos” (un año entero) y los humillantes
“reparos”, diseñados y decididos perversamente por la misma gente
parcializada que está realizando el presente fraude electoral, y
en quienes no se puede depositar ninguna confianza, ni por su
ética profesional, ni personal, ni por su capacidad en cuestiones
electorales, habiendo sido colocados allí sólo por sus simpatías
políticas Si el que lea esto puede hacer algo al respecto, que lo
haga pronto, para no tener cargas de conciencia cuando se concrete
el fraude. (Mejor prevenir que lamentar, reza un dicho universal y
eterno)
