Las bases de datos de la ONU
están disponibles y con nuevas tecnologías de animación de
datos son capaces de mostrarnos el bosque completo y, cuando
es necesario, también los árboles. Es la capacidad de
mostrarnos las tendencias globales, tan importante en
sistemas complejos. Hans Rosling ha sido el medio para
cambiar nuestra manera de pensar. Hoy todo ha cambiado. La
brecha entre industrializados y países en desarrollo se
sigue cerrando. En todos los índices eso esta sucediendo. La
riqueza de las naciones, en retrospectiva, puede medirse en
referencia al estatus que los EE.UU. o Suecia exhibieron en
determinado año del pasado. Y en cada nación hay una
estratificación en la calidad de vida. Somos más ricos y más
saludables. El mundo es un mejor mundo. Todos se han movido
a familias más pequeñas, vidas más largas y tenemos un mundo
nuevo donde la calle real es el desarrollo en salud y
riqueza. El costo ha sido el cambio climático y que aun un
billón de seres viven en pobreza. Nos acercamos a los 7000
millones de seres y el África subsahariana y sud-Asia son
los rezagados y el liderazgo mundial aun es defectuoso. Se
sigue subsidiando la agricultura, guerreando por petróleo,
gobernando sin impulsar a los de menores ingresos,
manteniendo el desorden sexual que impulsa la pandemia de
HIV. Aun con esos frentes; estamos en la senda de un mundo
mejor, siempre cambiante. Esta es la visión de los modernos
que creamos riqueza y propulsamos la democracia. Es la
gramática del mundo.
América Latina es la que exhibe la región más diversa y ya
hay de nuevo dos caminos para hacer el futuro. Democracias
con gramáticas de mundo y autocracias con gramáticas de
paraíso. En Venezuela Hugo Rafael opto por el camino verde y
ha pasado a ser Hugo Rila. Ha completado la tarea de
modificar el derecho interno mediante una AN que no
representa sino a una minoría del país. Desde el 15-A hay 2
naciones. La mayoría tiene el derecho al desacato, a la
disidencia abierta y a la resistencia activa. Aquí, las dos
gramáticas están en contienda, sin cuartel.
En la isla de los Castro todos están aullando y su situación
es deprimente. Suprimieron la libertad de empresa y la
propiedad privada; y no entienden porque su paraíso es un
fracaso. Ineficacia del sistema de gestión, producción y
participación. Al final del paraíso, los trabajadores hacen
que trabajan; dado que la burocracia hace que les paga. La
gerontocracia castrista no acepta lo obvio. No pueden
recibir, ni alimentar, ni vestir, ni enterrar a los suyos.
Es el socialismo real del s. XXI. El mismo fracaso, los
mismos idiotas. No extirpó la pobreza; la extendió por todos
lados. No trajo bienestar; trajo un malestar que alcanza a
todos. Tienen que alterar la realidad, convertir en secreto
de Estado todo indicador económico y a todo afecto en sapo
para sostener la fe en la revolución. Por eso necesitan de
un PUS. Están a las puertas de un capitalismo sin democracia
donde todos perdieron la ciudadanía al no poder pensar
libremente, ni expresar opinión propia. Suspenden el último
congreso porque ya no tienen nada que decir. Solo balbucean
ahorro o muerte. La muerte les sobrevendrá; pero consigo la
desolación reforzada con los espíritus que conocemos de una
cuba libre.
En la petrolería de los Chávez esta comenzando a pasar lo
mismo. Están silenciando las radios. Tomando los puertos y
las fábricas, instalando el miedo y el terror en la
educación y la propiedad. Comencemos la resistencia activa.
No permitir celebrar los 200 años de independencia como
colonia cubana. Abiertamente solicitemos la renuncia de
Chávez, ganar la AN. Promover un nuevo 23E. Arreciemos ya.
El objetivo es neutralizar a un chavista. Que sientan que
vienen nuevos días de libertad. Deben sentir el cerco de la
sociedad democrática venezolana contra esta gramática de
paraíso, donde el habla del rojo es entre exclamaciones y el
discurso del autócrata desprende su inabarcable soberbia-
¿Por qué no debería saberlo todo, si todo lo puede?
En este oscuro mediodía, dos naciones, cada una con su
gramática, nos encontramos en contienda. La arena esta en
las instituciones, en la calle, en la economía. Allí se hará
la política. Los ciudadanos con su gramática del mundo y los
sometidos con su gramática de paraíso en su fracaso final.
Es la hora de neutralizar y repudiar a cada colaboracionista
ya Judas, ya Jueves.