Acabamos de pasar una semana cargada de acontecimientos políticamente vertiginosos; hechos que nos mostraron claramente el desespero tanto de unos, como de otros. Gobierno y opositores radicales, tienen en común, el vivir de espaldas a las mayorías; unos desesperados por sacudirse de encima el RR, los otros por sacudirse a como de lugar de Hugo Chávez y hacerse del poder. Unos poniendo a su disposición, el dinero del Estado, las instituciones y la FAN; los otros son ingenuos, cabezas calientes, adictos a los atajos, en fin vivos-bobos criollos. 

Si nos remontamos al fin de semana del 24 y 25 abril, en que se suspendió el Aló presidente, por una supuesta diarrea presidencial, podríamos comenzar a armar el rompecabezas de ésta historia de cachitos, mentiras y videos. Recordemos como desde el sábado 24 de abril, comenzaron a circular unos correos electrónicos, anunciando planes para paralizar Caracas; que si desde el túnel de los Ocumitos, que si subiendo de la autopista de La Guaira, etc. y ante la información de la supuesta colitis presidencial y la suspensión del programa Aló Presidente, la máquina de los rumores comenzó a funcionar y nuevamente hacía su aparición el cuchicheo de un supuesto golpe. Pero hoy descubrimos que lo que se estaba armando desde la sala situacional de Miraflores, era un autogolpe.  

Felizmente no pasó nada, la vertiente de oposición radical e incauta, descubrió que había sido infiltrada, y de golpe dejaron de ser candorosos y se percataron que desde el gobierno había unos más vivos-bobos que ellos. Una vez fracasado, éste primer capítulo, los opositores incautos y atorados, optaron por dejar el pelero; sin embargo el gobierno no podía hacer lo mismo; además estaba pendiente el expediente de los quemados del Fuerte Mara, por lo que desde Miraflores se activó el plan B, es decir eutanasiar al soldado Pedreañez, por cuanto su mejoría se estaba convirtiendo en un lanzallamas contra la magullada credibilidad del gobierno. Luego apareció, el soldado Barroso el escamoso, quien formaba parte del elenco del plan B; sin duda la sala situacional de Miraflores estaba trabajando sobre la marcha.

¿Y durante éste tiempo qué hacía la CD? Pues metía el dedo en la yaga, al acordar valiente e inteligentemente acudir a los reparos. 

Así las cosas, llegamos al domingo 9 de mayo, día de la madre de todas las chapucerías. El capítulo de los paramilitares, tal y como fue presentado a la opinión pública, era sin duda el producto, de una sala situacional agotada y aplastada por el estresante conteo regresivo, de los días que faltan para, el hasta ahora inexorable RR.

En consecuencia, lo de los campesinos uniformados de verde militar, en las cercanías del Hatillo, fue para el gobierno, un soberano culazo – término que se utiliza en el mundo del show business, para calificar un evento que no atrae la atención del público – ni el presidente con sus capacidades histriónicas, pudo levantar una historia que paradójicamente fue calichosa desde un principio. 

En su auxilio, literalmente se le echó más gasolina al fuego, cuando Ismael De Laurentis García e Iris Universal Picture Varela, le prometieron a las graderías, unas proyecciones que ni el propio Festival de Cannes. Ya veremos como son acogidos esos supuestos videos. 

Siguiendo en la onda cinematográfica, le tocó el turno al CNE con el remake que de la película “La Jaula de las Locas”, hicieron Carrasquero y Rodríguez; quienes histéricos y destemplados arremetieron contra la OEA y el Centro Carter, buscando desviar la atención. 

Pero con el pasar de los días, el culazo que se dio el gobierno con la calichosa historia de los paramilitares, se le estaba convirtiendo en una suerte de ridículo hemorrágico, la sala situacional de Miraflores aparentemente había dejado de operar, y es así como el sábado 15 de mayo el gobierno, no tuvo otra alternativa que apelar al canciller, para que éste hiciera las veces de vocero – vaya contradicción, un gangoso de portavoz – y le anunciara al país y a la comunidad internacional, que el gobierno venezolano reconoce haber exagerado un poco sobre el complot de los paramilitares. De esta manera, mostraba el gobierno que su historia de los paras, había sido un rotundo fracaso; y claro está que luego de esto con qué cara iba el presidente Chávez a presentarse en su acostumbrado monólogo dominical; como atajo prefirió inventarse un mitin al mejor estilo de cierre de campaña y desde la avenida Bolívar, y buscando meterle miedo, ¿no sabemos a quién? impartió ordenes tales como: mandar a los reservistas y a los oficiales retirados, a que entrenen a civiles y la posibilidad de instalar en el centro del país teatros de operaciones – y dale con el histrionismo -.  

En cuanto a la CD, contra quien fueron dirigidos todos los ataques, debemos reconocer que en estas últimas semanas, la coalición opositora, se comportó como un operador político de gran altura. Con distancia y serenidad vieron los toros – o los cachitos – desde la barrera, aguantaron con temple la arremetida del gobierno y esquivaron las trampas que éste le puso. La CD, actuó convencida que su subida al ring tendrá lugar a partir del próximo 27 de mayo, fecha programada para el Proceso de Reparos al cargo de Presidente de la República.

Y para culminar, al mejor estilo presidencial, nos despedimos con música…

y dice…cachito, cachito, cachito mío…