Se cumplen 50 años de socialismo en Cuba. Ante la
determinación del Presidente Chávez de conducirnos hacia un
destino similar al cubano, el cual él califica de “el mar de
la felicidad”, a los venezolanos se nos hace obligante
evaluar los resultados del modelo económico que hoy impera
en aquel país.
La economía cubana es parasitaria del capitalismo
La economía cubana es cada vez más una economía parasitaria
del capitalismo. Hacia adentro, el único sector que motoriza
el crecimiento económico del país es el turismo. En el año
2008, los 2,3 millones de turistas que visitaron la isla
dejaron ingresos por un monto de 2.740 millones de dólares
(1), el cual provino en un 70% de Canadá y Europa.
En relación a la dinámica interna, el turismo es la columna
vertebral del sistema económico. En él las operaciones se
realizan en pesos convertibles a dólares (CUC). Así, el
sector laboral ligado al turismo percibe remuneraciones en
pesos convertibles; mientras el resto de los trabajadores
cobra en pesos corrientes que se cambian a razón de 24 pesos
por un dólar.
Esto explica la irracionalidad económica del mercado laboral
cubano: en los hoteles para extranjeros se encuentran
arquitectos trabajando de “cargamaleta”, médicos como
taxistas y a nadie le interese trabajar en la agricultura.
Esto último, aparte del atraso tecnológico que padece el
sector que a duras penas produce un 10% de los alimentos que
se consumen. La zafra del año 2007 totalizó 1,1 millones de
TM, la más baja en 100 años (2) como resultado de que el año
2002 Fidel Castro mandó a cerrar un centenar de centrales
azucareros; los cuales fueron desmantelados y hoy son
irrecuperables (3).
92 millones de bolívares mensuales cobra Cuba a Venezuela
por cada médico
La principal fuente de divisas con la que Cuba equilibra su
déficit comercial proviene de la exportación de servicios de
salud a Venezuela. Las fuentes oficiales cubanas registran
que los ingresos por este concepto alcanzaron a US$ 6.460 en
el 2008 (4) y según estimaciones del profesor Mesa-Lago
fueron de US$ 4.456 en el 2006 y 5.200 en el 2007 (5).
Recientemente el Ministro de Salud, Jesús Mantilla, informó
que el personal de salud cubano era de 29.296 personas:
3.020 médicos, 2.938 odontólogos, 4.170 licenciados en
enfermería y 9.168 técnicos en salud (6).
Es decir, el régimen cubano percibió una remuneración media
por el personal cubano de US$ 220.508. Mensualmente recibió
US$ 18.376 por médico y como le fija un sueldo de 50 dólares
a cada uno, el resultado es una transferencia de divisas,
astronómica e irracional, de Venezuela hacia Cuba.
Los US$ 18.376 expresados en bolívares equivalen a 92
millones mensuales. Si comparamos ese sueldo con el que
obtiene un médico venezolano en la Misión Barrio Adentro,
2.100.002 bolívares, es una irracionalidad de marca mayor
importar un médico y pagarle a Cuba 44 veces más que en
Venezuela. El profesor Mesa-Lago apunta que la
irracionalidad económica se agiganta con el hecho de que a
Cuba se le pagan las enfermeras como si fueran médicos.
La bancarrota económica del socialismo cubano
De persistir los bajos precios de los hidrocarburos, con la
consiguiente merma de la renta petrolera, marcaría el fin
del denominado socialismo petrolero del Presidente Chávez y
representaría un descalabro económico para Cuba. Este país
no podría redireccionar la exportación de servicios médicos
porque en el comercio internacional no existe demanda para
un bien que se cotiza a “precios ideológicos”. Ningún país
va a importar técnicos en enfermería para subsidiar la isla.
El capitalismo norteamericano es el “salvavidas” de Cuba
Ante su oscuro futuro Cuba opta por exacerbar el
parasitismo; pero ahora el “salvavidas” es el capitalismo
norteamericano. El régimen aspira a que el Presidente Obama
elimine ciertas restricciones de lo que queda del “embargo”:
la prohibición a los norteamericanos de viajar a la isla;
igual para los cubano-americanos; no fijar límites a los
gastos de visitantes en Cuba, ni tampoco a las remesas (7).
Cristina Xalma, especialista en economía cubana, estima que
con “la entrada de turistas norteamericanos (a Cuba)
podría quintuplicar las cifras actuales” (8). Se
calcula que el turismo norteamericano alcanzaría unos ocho
millones de visitantes y las entradas en divisas superarán
los US$ 10 mil millones.
La construcción de 30 nuevos hoteles para el turismo indica
que el gobierno cubano ya ha apostado por esta salida (9).
En principio es un negocio redondo para los comandantes
Castro. Sin mayores concesiones en el sistema político
monolítico del Partido Comunista Cubano, obtendrían un
financiamiento para el insoportable déficit de la Balanza
Comercial que en 2008 escaló a US$ 10.720 millones al
dispararse las importaciones en 43,8% (10). Como ya
señalamos, la economía cubana no produce alimentos. Importa
el 90% de lo que consume, sobre todo de los Estados Unidos.
Con este “modelo de desarrollo” podría darse el lujo de
importar el 100%. Escenario posible si además se lograra que
el Presidente Obama elimine las restricciones a las
importaciones y permita el pago a crédito, no como ahora que
son de contado, y el traslado de los alimentos en buques de
bandera cubana, prohibido actualmente.
Sin embargo, este rumbo terminará exacerbando las ya graves
distorsiones que han echado raíces en la ineficiente
economía socialista cubana.
La bancarrota también es moral
Para mencionar la más importante de las distorsiones
padecidas por el modelo económico cubano, apelemos al
sociólogo norteamericano James Petras, ferviente defensor de
la Revolución. En su ensayo Cuba: Revolución Permanente
y Contradicciones Contemporáneas advierte que “los
salarios de los empleos de poca o ninguna calificación
relacionados con el turismo excedieron con mucho a los de
científicos de elevada formación, médicos, trabajadores
calificados y trabajadores agrícolas” (11). Que
el turismo trajo como resultado “el crecimiento de un
lumpenproletariado, las prostitutas y narcotraficantes”.
Las Reflexiones del Prof. Petras, que, por supuesto, no se
divulgaron en Cuba fueron descalificadas por el comandante
Fidel Castro tildándole de neoliberal, el epíteto predilecto
de los analfabetas económicos (12).
En resumen, el turismo proporciona un alivio a la pobreza al
generar mayores ingresos que los que ofrece el fracasado
sector estatal socialista en las demás actividades; sin
embargo, propaga en la población el empleo precario, no
calificado, desvinculado del mundo productivo y de la
tecnología, así como también el empleo perverso. Es decir,
los Comandantes Castro han conducido a la sociedad cubana no
sólo al derrumbe económico, sino también al desmoronamiento
moral.
Cuba no es “el mar de la felicidad”
Cuba no es el mar de la felicidad. Y esa es la razón de
fondo para oponerse a la reelección indefinida del
Presidente Chávez. Su socialismo del siglo XXI, clon del
construido por el comandante Fidel Castro, nos llevaría como
en Cuba al empobrecimiento y al no-futuro. La hostilidad del
presidente Chávez a la propiedad privada, su aversión a la
innovación tecnológica en la esfera productiva, su propuesta
de crear comunas primitivas (el primer paso de Deng Xiao
Ping en diciembre de 1978 para sacar a China del atraso
económico fue desmantelar las comunas creadas por Mao), su
ejercicio como gobernante de actuar por encima de la ley
cada vez que se le antoja, su manejo arbitrario y
despilfarrador de la renta petrolera, su creencia en que su
opinión es la fuente de la verdad, son razones para estar en
contra de una Enmienda Constitucional que le permita
reelegirse indefinidamente.
REFERENCIAS: