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Diputada Pastora Medina, entrevistada por Carolina Alcalde
Chávez no enfrenta la corrupción

El Nuevo País
sábado, 23 agosto 2008


Pastora Medina llegó a la Asamblea Nacional como parte del Bloque de Cambio, la alianza de partidos que Hugo Chávez abanderó para las elecciones parlamentarias del 2005. Desde entonces mucho agua ha pasado bajo el puente y la diputada Medina ahora es rechazada por el oficialismo. Ella se opone a políticas y conductas de sus antiguos compañeros, mientras que la presidente de la AN, Cilia Flores, recientemente la calificó de guarimbera y mandó a que apagaran el micrófono de la ahora molesta parlamentaria que exige se investigue el nepotismo en el poder legislativo. 


-¿Es natural que se catalogue de guarimbero  a quien no presenta la misma posición con respecto a una idea o un proyecto en
la AN?


- En el Parlamento hay una orientación que no es la más adecuada en cuanto a lo que establece la Constitución, a la investigación, al seguimiento del presupuesto y de créditos financieros que se aprueban. Es decir, ahora no sabemos qué pasa. Hay una conducta distorsionada, se deciden cosas que van más allá del contexto constitucional. La Asamblea está para apoyar la política del ejecutivo pero hay poca preocupación en cuanto a los problemas nacionales. No se contempla dentro de la agenda los problemas más importantes para la población, porque por ejemplo, uno de los temas a los que debiéramos meterle cabeza es a la inseguridad.  No hay seguimiento de la directiva sobre el trabajo de las comisiones, del rendimiento. La comisión permanente de Contraloría tiene dificultades para cumplir con su deber porque no le dan los viáticos oportunamente.


 -¿Se trata de problemas por el manejo que hace Cilia Flores  o es un problema de todo el parlamento?


- Siento que no estamos dando la talla para los problemas que tiene el país. No siento que los parlamentarios estemos a la altura de las circunstancias. No digo que no trabajemos, hay diputados que se fajan trabajando duro. Pero cuesta mucho obtener respuestas del Ejecutivo, que los ministros vayan a las comisiones, tener las informaciones por parte de los ministros sobre las políticas. Yo no soy del PSUV y a mí me cuesta más porque no soy de la Alianza ni del partido de gobierno.


- Como parlamentaria que representa un estado del país, ¿Cuál es su percepción del Gobierno de Chávez en su conexión con el país más allá de Caracas?


- En el Ejecutivo no hay una verdadera articulación en cuanto a las políticas nacionales con las regionales. Hay una desarticulación terrible entre los ministros y los actores regionales. Por ejemplo, en este Estado (Bolívar) es terrible y nefasto la forma como trabaja el gobernador con los alcaldes, siempre por imposición, nunca se toma en cuenta a los alcaldes. Eso también se refleja en el Parlamento. El Gobierno no ha sabido aprovechar las condiciones políticas que tiene. Hay cosas buenas, pero muchas veces no se sienten porque por encima de eso está el desorden administrativo, la corrupción, la impunidad. Es una situación difícil que no permite ver las fortalezas del proceso, porque lo que hay es una línea de trabajo individual, de protagonismo.


-Usted encaró a la presidenta de
la AN, diputada Cilia Flores, y le pidió que renunciara a su curul,  en caso de que se comprobaran  irregularidades por parte de la directiva de la AN en los despidos de mujeres que disfrutaban de fuero materno. El caso se vinculó además, con el supuesto ingreso masivo de familiares de Flores como personal de la AN. ¿Cómo sigue ese enfrentamiento?.


- No me han dado veredicto final. Eso no lo conoce nadie, es un secreto bien guardado. Ella me maltrató, me dijo mentirosa. Le he hecho cuatro comunicaciones pidiendo una respuesta. Tengo fe en que Dios hará justicia. No sé donde van a dejar la Constitución los magistrados del TSJ sino reconocen que ese caso estaba lleno de irregularidades. Los hijos de esos trabajadores perdieron el año, las becas. Ella no respetó eso. No ha habido solidaridad de los diputados que forman parte de la Comisión de familia, mujer y juventud. La propia casa que hace las leyes despidió a estos trabajadores y nadie dice nada.


- ¿Cómo evaluaría  a sus colegas diputados, frente a la necesidad de un proceso de reconciliación del país?

 

- Hay diputados que se cierran, descalifican y ofenden. Incluso diputados que por la formación que tienen uno piensa que podrían ser diferentes. No me parece sano. A nadie se le quita nada con escuchar.  En este país se ha perdido el escuchar, sino se hace no se puede dar ningún tipo de comunicación y resolver algún problema. Eso se perdió en la Asamblea Nacional y es difícil que se pueda tener una convivencia de políticas. Hay que aprender a convivir, por eso decidí declararme independiente. No se pueden tener posiciones sesgadas y escuchar una sola voz.

 

 - Pastora Medina  fue una convencida y promotora del proyecto que presentó Hugo Chávez al principio de este "proceso". ¿Usted considera que ha cambiado el discurso del Presidente en relación a lo que ha hecho?.


- Por supuesto que percibo cambio. Le escucho a decir a mucha gente "este no es el presidente del 4F". A Chávez lo siento distante de la gente. El está atendiendo una realidad nacional y asumió un compromiso latinoamericano. No niego la solidaridad que hay que brindarle a los países hermanos pero para eso hay que desarrollar primero las fortalezas de tu propio país. Para ser un país tan rico no podemos decir que haya un verdadero bienestar. No veo al Presidente montado enfrentando a los corruptos, porque no se entienden los apoyos que da a algunos candidatos como al de Bolívar, que no rinde cuentas. Se le dieron créditos para desarrollar proyectos urbanísticos y aquí no se terminó.

 

 

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  Artículo publicado originalmente en el diario El Nuevo País


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