Pastora Medina llegó a la
Asamblea Nacional como parte del Bloque de Cambio, la
alianza de partidos que Hugo Chávez abanderó para las
elecciones parlamentarias del 2005. Desde entonces
mucho agua ha pasado bajo el
puente y la diputada Medina ahora es rechazada por el
oficialismo. Ella se opone a políticas y conductas de sus
antiguos compañeros, mientras que la presidente de la AN,
Cilia Flores, recientemente la
calificó de guarimbera y mandó a
que apagaran el micrófono de la ahora molesta parlamentaria
que exige se investigue el nepotismo en el poder
legislativo.
-¿Es natural que se
catalogue de guarimbero a quien
no presenta la misma posición con respecto a una idea o un
proyecto en
la AN?
- En el Parlamento hay una orientación que no es la más
adecuada en cuanto a lo que establece la Constitución, a la
investigación, al seguimiento del presupuesto y de créditos
financieros que se aprueban. Es decir, ahora no sabemos qué
pasa. Hay una conducta distorsionada, se deciden cosas que
van más allá del contexto constitucional. La Asamblea está
para apoyar la política del ejecutivo pero hay poca
preocupación en cuanto a los problemas nacionales. No se
contempla dentro de la agenda los problemas más importantes
para la población, porque por ejemplo, uno de los temas a
los que debiéramos meterle cabeza es a la inseguridad. No
hay seguimiento de la directiva sobre el trabajo de las
comisiones, del rendimiento. La comisión permanente de
Contraloría tiene dificultades para cumplir con su deber
porque no le dan los viáticos oportunamente.
-¿Se trata de problemas
por el manejo que hace Cilia
Flores o es un problema de todo el parlamento?
- Siento que no estamos dando la talla para los problemas
que tiene el país. No siento que los parlamentarios estemos
a la altura de las circunstancias. No digo que no
trabajemos, hay diputados que se fajan trabajando duro. Pero
cuesta mucho obtener respuestas del Ejecutivo, que los
ministros vayan a las comisiones, tener las informaciones
por parte de los ministros sobre las políticas. Yo no soy
del PSUV y a mí me cuesta más porque no soy de la Alianza ni
del partido de gobierno.
- Como parlamentaria que
representa un estado del país, ¿Cuál es su percepción del
Gobierno de Chávez en su conexión con el país más allá de
Caracas?
- En el Ejecutivo no hay una verdadera articulación en
cuanto a las políticas nacionales con las regionales. Hay
una desarticulación terrible entre los ministros y los
actores regionales. Por ejemplo, en este Estado (Bolívar) es
terrible y nefasto la forma como trabaja el gobernador con
los alcaldes, siempre por imposición, nunca se toma en
cuenta a los alcaldes. Eso también se refleja en el
Parlamento. El Gobierno no ha sabido aprovechar las
condiciones políticas que tiene. Hay cosas buenas, pero
muchas veces no se sienten porque por encima de eso está el
desorden administrativo, la corrupción, la impunidad. Es una
situación difícil que no permite ver las fortalezas del
proceso, porque lo que hay es una línea de trabajo
individual, de protagonismo.
-Usted encaró a la
presidenta de
la AN,
diputada Cilia Flores, y le
pidió que renunciara a su curul, en caso de que se
comprobaran irregularidades por parte de la directiva de la
AN en los despidos de mujeres que disfrutaban de fuero
materno. El caso se vinculó además, con el supuesto ingreso
masivo de familiares de Flores como personal de la AN. ¿Cómo
sigue ese enfrentamiento?.
- No me han dado veredicto final. Eso no lo conoce nadie, es
un secreto bien guardado. Ella me maltrató, me dijo
mentirosa. Le he hecho cuatro comunicaciones pidiendo una
respuesta. Tengo fe en que Dios hará justicia. No sé donde
van a dejar la Constitución los magistrados del TSJ sino
reconocen que ese caso estaba lleno de irregularidades. Los
hijos de esos trabajadores perdieron el año, las becas. Ella
no respetó eso. No ha habido solidaridad de los diputados
que forman parte de la Comisión de familia, mujer y
juventud. La propia casa que hace las leyes despidió a estos
trabajadores y nadie dice nada.
- ¿Cómo evaluaría a sus
colegas diputados, frente a la necesidad de un proceso de
reconciliación del país?
- Hay diputados que se
cierran, descalifican y ofenden. Incluso diputados que por
la formación que tienen uno piensa que podrían ser
diferentes. No me parece sano. A nadie se le quita nada con
escuchar. En este país se ha perdido el escuchar, sino se
hace no se puede dar ningún tipo de comunicación y resolver
algún problema. Eso se perdió en la Asamblea Nacional y es
difícil que se pueda tener una convivencia de políticas. Hay
que aprender a convivir, por eso decidí declararme
independiente. No se pueden tener posiciones sesgadas y
escuchar una sola voz.
-
Pastora Medina fue una convencida y promotora del proyecto
que presentó Hugo Chávez al principio de este "proceso".
¿Usted considera que ha cambiado el discurso del Presidente
en relación a lo que ha hecho?.
- Por supuesto que percibo cambio. Le escucho a decir a
mucha gente "este no es el presidente del 4F". A Chávez lo
siento distante de la gente. El está atendiendo una realidad
nacional y asumió un compromiso latinoamericano. No niego la
solidaridad que hay que brindarle a los países hermanos pero
para eso hay que desarrollar primero las fortalezas de tu
propio país. Para ser un país tan rico no podemos decir que
haya un verdadero bienestar. No veo al Presidente montado
enfrentando a los corruptos, porque no se entienden los
apoyos que da a algunos candidatos como al de Bolívar, que
no rinde cuentas. Se le dieron créditos para desarrollar
proyectos urbanísticos y aquí no se terminó.
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Artículo
publicado originalmente
en el diario El Nuevo
País |