Desde
Londres, una amiga venezolana me consulta acerca del origen de la palabra
buhonero. En un trabajo escrito en Inglés que ella presentó como evaluación en
un curso de postgrado usó esa palabra, y como no encontró una traducción que la
dejara satisfecha, la escribió en Castellano. El profesor, que es inglés, pero
habla bien nuestro idioma, le preguntó sobre dicha palabra. Y ella me pasó la
pregunta. Yo le respondí con lo que ahora escribo para mis lectores.
La palabra buhonero es de formación onomatopéyica. Viene del antiguo buhón, y
este a su vez de bufón, pero no con el significado como sinónimo de payaso, sino
el de una forma desusada de llamar al buhonero. Este bufón, a su vez, deriva de
la palabra buff, expresión onomatopéyica que se empleaba para referirse a la
palabrería o charlatanería del vendedor callejero, con que promovía y ensalzaba
su mercancía. El DRAE define el buhonero como una "Persona que lleva o vende
cosas de buhonería", y buhonería se define en el mismo diccionario como "Conjunto
de chucherías y baratijas de poca monta, como botones, agujas, cintas, peines,
etc. ".
Esta definición, si bien correcta, es incompleta. Antes fue así, pero la
dinámica de la vida moderna hace que las cosas cambien, y por eso el diccionario
tiende a quedar obsoleto, por lo que hay que estar renovándolo cada día. Hoy los
buhoneros venden de todo, y no sólo las chucherías y baratijas de que habla el
DRAE. En las calles de Caracas hay puestos de buhoneros donde se exhibe toda
clase de mercancía; desde alfileres y pilas o baterías para todo tipo de
artefacto, hasta ropa para hombres y mujeres, pasando por utensilios de cocina,
aparatos eléctricos, libros de todo tipo viejos y nuevos, adornos de todas
clases, cosméticos, artesanías, juguetes, esculturas, etc. Hay incluso puestos
buhoneriles de venta de ropa que tienen espacios reservados para que el
comprador o compradora se pruebe las prendas que desea llevar.
El DRAE da también buhonero con marca de venezolanismo, definido como "Vendedor
ambulante", en términos generales, es decir, que puede vender de todo. Esta
definición también se ha quedado corta, porque hoy el buhonero venezolano no
tiene que ser vendedor ambulante, sino también el establecido en un kiosco o
tarantín, improvisado o estable, ubicado en un mismo lugar.
Buhonero es palabra vieja en Castellano. Corominas la documenta ya en el siglo
XIV. Cobarruvias la registra en su precioso Tesoro de la Lengua Castellana o
Española (1611): ³El que vende cosillas menudas de tienda, como tocas y bufos².
Este autor remite, además, a la forma bohonero, y de esta dice: ³El que trae su
tienda acuestas en una arquilla, con diversas cosas menudas, y díxose quasi
boxonero, porque al principio devieron de traer cosas labradas de box, que es
madera aparejada para hazer della muchas cosas menudas, y estas llamaron por la
mesma razón buxerías, y buxetas unos vasitos de box para tener dentro olores.
Otros dizen averse dicho bohonero, quasi bufonero, porque vende tocados, y entre
los demás unos que llaman bufos, y por otro nombre papos, que se ponen sobre las
orejas y las cubren².
También el Diccionario de Autoridades (1726) trae buhonero: ³El tendero que en
una cesta grande, que trae colgada del pescuezo, anda por las calles vendiendo
cosas de poco valor: como son agujas, alfileres, dedales, cuchillos, tixeras, y
otras semejantes². Este diccionario no registra bohonero.
De mi ya lejana infancia, en Guanare, donde me crié desde la edad de año y
medio, recuerdo una graciosa anécdota. Había un viejo buhonero libanés, que iba
de pueblo en pueblo ofreciendo su mercancía. Lo llamaban Miss Caracas, porque
vendía y pregonaba por las calles unas medias para mujer marca Miss Caracas.
Periódicamente llegaba a Guanare, y durante dos o tres días ofrecía por las
calles y en las casas sus productos. Hasta que la vejez y el cansancio lo
vencieron, y decidió aposentarse en aquella entonces pequeña ciudad, donde vivió
hasta su muerte. Allí se puso a vivir como solía decirse con una señora
llamada María Antonia Tirado. Y los muchachos, en nuestras travesuras, decíamos
con picardía: ³María A. TiradoŠ con Miss Caracas².
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