La
insólita desesperación y la espumosa rabieta del
presidente de la República tiene muy serias y fundadas
razones: se encuentra en medio de una guerra encubierta
cuyos primeros combates parece haber perdido de manera
desastrosa. Como para que ponga el grito en el cielo.
Veamos: en Honduras fue derrotado en un solo
round, quedando al desnudo del mundo entero como un vulgar
asaltante de naciones débiles y pobres, una de las cuales
lo paró en seco poniéndolo en su sitio. Su hombre en
Tegucigalpa, ya destronado e itinerante, ha mostrado su
auténtico talante. No resiste un grillete. No es más que
un hombre de paja, un palo blanco, un encomendado. Un
pobre infeliz. Fue una guerra relámpago, librada en
minutos, que terminó sin derramamiento de sangre y con
todos los logros obtenidos. El ideal de guerra de Tzun Tzu.
¡Chapeau al ejército hondureño!
Toda la movilización de alianzas y la masiva
intervención de sus medios, reunidos en Managua incluso
con la presencia del Secretario General de la OEA, quedó
en agua de borrajas. La Asamblea General no resolvió nada.
Raúl ha vuelto a sus cuarteles. Cristina debe proteger sus
asentaderas, que Macri le está aserruchando el piso con
diligencia y prolijidad, Correa debe resguardar sus
espaldas, que los camaradas de las FARC lo han puesto en
las entrepiernas del Comando Sur. Y Evo ni chista. En
cuanto a Ortega, ha quedado de anfitrión del pillo en
desgracia. Nada muy honorable.
Sus otros aliados estratégicos se han
marginado del combate. Lula envió a Amorim que ya dijo lo
que tenía que decir: el asunto no es con ellos. Michelle
Bachelet ha guardado el discreto encanto de la
socialdemocracia. Funes y Tabaré Vásquez tampoco se
expresan. Pero ya influyeron para que Mercosur no se
involucre.
Chávez está solo. El comando Sur instala sus
bases en Colombia. Y nada ni nadie impedirá que los cielos
del Caribe sean auscultados con la lupa del radar más
sofisticado con que cuenta el Pentágono en su lucha contra
el narcotráfico – y las narco guerrillas, que son todo y
una misma cosa. No olvidar que en el GPS del Pentágono
existe un mapa detallado de las bases que ocupan las FARC
en territorio fronterizo venezolano. Para legitimar la
acción, filtraron a través de El País, de España, una
feroz requisitoria contra el gobierno venezolano por haber
cuadruplicado el volumen de la droga que circula por su
territorio y transita por Venezuela en su paso hacia
Europa y USA. Honduras: puente roto en esa madeja
terrorífica.
El gobierno
colombiano ha echado a volar el video del Mono Jojoy y el
testamento de Marulanda, con lo cual Ecuador y Venezuela
aparecen en comandita con las FARC y comprometidos hasta
los tuétanos en su estrategia continental, herramienta
fundamental del ALBA. Ya lo dijo Marulanda Vélez: si
bombardearon el cuartel general de Raúl Reyes en Ecuador,
bien pueden repetir la hazaña en Barinas.
Todo ello
hizo trizas el sueño de barnizar las relaciones con los
Estados Unidos y comprarse la solapada anuencia de Hillary
Clinton y Barack Obama. Por los suelos el sueño de ver el
socialismo del siglo XXI durmiendo en la Casa Blanca.
Israel, por su parte, puso lo suyo denunciando el
contubernio de la subversión castro chavista con Irán y el
talibanismo islámico.
Es la
guerra solapada, la guerra encubierta que desespera al
teniente coronel cuando creía la gallina de los huevos de
oro durmiendo en su gallinero vertical de Miraflores. De
allí la iracundia, la grosería, el anti imperialismo
subido. A Obama “se le derritió la máscara”. Oscar Arias
es un peón del Imperio. Honduras la plataforma del avance
imperial. ¿Y Uribe? ¡Ay Uribe! ¡Que no se le ocurra! Ya se
le ocurrió.
Heinz
Dieterich ha vuelto a sonar las campanas con su clásica
indiscreción teutona. Y esta vez ha ido demasiado lejos
para el orgullo de cartón piedra del teniente coronel. Ha
demostrado que el 13 de abril de 2002 Chávez no volvió a
Miraflores en andas del pueblo – mentira vendida por
cientos, si no miles de millones de dólares en todo el
mundo – sino gracias a “los militares de Maracay”, es
decir: Raúl Isaías Baduel. Que está preso, pero al parecer
tiene quien le escriba. Un golpe frente a otro golpe. Una
presidencia parida en la punta de los cañones de los
fusiles, como diría Mao. Y le ha dicho claro y raspao lo
que todos sabemos: que la oposición es mayoría y puede
perder las parlamentarias del 2010.
Le da no
más que hasta el 2012. Y le previene contra soluciones de
fuerza. Que quien a hierro mata, a hierro muere. No le
alquilo las ganancias.
sanchez2000@cantv.net