a Pompeyo Márquez
Tuve el honor de formar parte de la Comisión de Asuntos
Internacionales de la Coordinadora Democrática, que
dirigiera con sabiduría, acierto y ponderación el ex
canciller Humberto Calderón Berti. De ella formaban parte
destacados internacionalistas, como María Teresa Romero y
Adolfo Salgueiro, constitucionalistas de la talla de
Asdrúbal Aguiar, académicos de gran renombre, como Maruja
Tarre y Milagros Betancourt, políticos como Timoneo
Zambrano y Víctor Hugo de Paola y una pléyade de grandes
ex embajadoras y ex embajadores que harían el lujo de
cualquier cancillería moderna en cualquier país del mundo,
como la que perdimos hace 10 años en Venezuela.
En un ingente esfuerzo por dar a conocer a nivel
internacional la epopeya que suponía enrumbarnos hacia un
Referéndum Revocatorio en condiciones más que
desventajosas, incluso vejatorias, viajamos junto a
Pompeyo Márquez, Agustín Berríos, Adolfo Salgueiro, Víctor
Hugo de Paola y Ricardo Mitre, un argentino que había
hecho de Venezuela como tantos de nosotros su patria más
preciada, a Brasil, Uruguay, Argentina y Chile recavando
el necesario apoyo a nuestra justa causa. Nos
entrevistamos con ex presidentes, como Raúl Alfonsín y
Patricio Aylwin, ministros y altos funcionarios de
gobierno, parlamentarios, dirigentes políticos y
sindicales, organizaciones de derechos humanos, académicos
y representantes de medios de comunicación. Nuestra
capacidad de convocatoria ante el cuerpo diplomático
acreditado en nuestro país alcanzó por entonces las cotas
más altas y representativas que bajo esas difíciles
condiciones era dable imaginar.
En un acto de incomprensible irresponsabilidad política,
todo ese trabajo fue echado por la borda cuando en un
rasgo de canibalismo suicida decidiéramos terminar con la
Coordinadora y deshacer con los pies lo que tanto esfuerzo
y talento habíamos construido con las manos. Más pudo el
instinto autodestructor y corrosivo de quienes creían y
siguen creyendo que salir de un déspota omnipotente e
inescrupuloso dotado de colosales medios financieros como
el que nos atormenta es cuestión antes de un solo esfuerzo
que de la tenacidad de quienes han puesto sus vidas al
servicio de la democracia y la justicia. Luego del 15 de
agosto de 2004, aplastados por la magnitud de lo que
consideramos, y con justa razón, un descomunal fraude
continuado y nuestra incapacidad para enfrentarlo volvimos
a enconcharnos en nuestras domésticas malquerencias,
dejándole el campo internacional libre y expedito a quien
ha puesto miles y miles de millones de dólares en comprar
presidentes y dirigencias políticas, corrompiendo
gobiernos, ejércitos, secretarios generales y organismos
multilaterales, así como fastuosos montajes de marketing
político y mediático. ¿Cómo se enfrenta una política
internacional avalada por el regalo de 53 mil millones de
dólares e incluso la entrega de nuestra soberanía, cuando
no se tiene para pagar un modesto pasaje en clase turista
ni un cuarto de hotel de ínfima categoría?
Permitimos de esa manera que la región y el hemisferio nos
consideraran una oposición irresponsable, desprovista de
todo liderazgo, golpista e incapaz de organizar una
plataforma democrática para asumir las riendas del país.
Avalamos con nuestra ausencia la insólita percepción que
muchos de nuestros eventuales amigos manifestaran sin
ningún rubor: preferir el siniestro gobierno del teniente
coronel antes que la anarquía absoluta y el
descabezamiento del Estado. Así, un déspota corruptor,
dictatorial y represivo fue considerado por muchas
cancillerías del hemisferio como un mal menor ante nuestra
fatal desorganización.
La democracia venezolana se dejaba degollar en medio de la
mudez de sus víctimas. No hay peor mudo, que el que no
quiere hablar.
Tras seis años de ausencia del escenario internacional la
democracia venezolana vuelve a hacerse presente en los
principales foros del mundo. Ya era hora. Poco importa si
tal hecho trascendental sea la obra de un solo hombre,
como en este caso, y no encuentre la unánime comprensión
que sería dable esperar ante tan deslumbrantes resultados
de parte de sus principales beneficiarios. Aunque es
cierto: no importa el santo. Importa el milagro. Ni se
trata de recabar respaldos y algunos puntos del rating
para unas eventuales y por ahora más que cuestionables
elecciones. Se trata de cumplir con un deber patriótico. Y
hacerlo a la altura de nuestras circunstancias.
Los hechos son tan evidentes y relevantes que no sería
necesario recordarlos. Pero ante la inmensa pequeñez de
quienes prefieren ocultarlos, bien valga un breve
recuento. Ante la iniciativa de Antonio Ledezma, cinco ex
alcaldes de Bogotá se pronunciaron en defensa de los
derechos humanos, la vigencia de la constitución y la
denuncia de las graves violaciones cometidas contra la
Alcaldía Mayor. Declararon en un documento de gran
trascendencia su solidaridad con el Alcalde Metropolitano
ante los graves acosos de que comenzara a ser objeto.
Fueron acompañados por una presencia masiva y sistemática
de los principales medios de comunicación, impresos y
radioeléctricos del hermano país. El mismo respaldo fue
obtenido en plena huelga de hambre en la sede de la OEA de
parte del ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga y, una
vez más, de los ex alcaldes bogotanos. Gracias a esa
huelga de hambre, la Secretaría General de la OEA se vio
en la obligación de recibir a los alcaldes y gobernadores
dispuestos a acompañar a Antonio Ledezma a Washington. Fue
el comienzo de una presencia activa y sistemática en un
foro del que estábamos ausentes desde los tiempos de César
Gaviria, cuando se nos reconociera una justa beligerancia.
Pronto irían los parlamentarios del PPT acompañados de dos
secretarios internacionales de partidos socialdemócratas,
entre los que tuve el honor de encontrarme. Esta misma
semana, una nutrida delegación de estudiantes se ha
reunido con el Secretario de la CIDH Santiago Cantón y con
José Miguel Insulza. Hemos vuelto a la OEA, y no
precisamente por la puerta trasera.
Antes de esos históricos encuentros, el Alcalde
Metropolitano de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri,
firmó importantísimos acuerdos de cooperación bilateral
con su par el Alcalde Metropolitano de Caracas. Fue
asistido por los más importantes medios de comunicación,
comprometido a auxiliar a la democracia venezolana en
medio de las difíciles circunstancias porque atraviesa
nuestro país. Mauricio Macri es la figura de mayor relieve
en la actualidad argentina y sus declaraciones tienen
lugar en medio de una sonada derrota electoral del
kirchnerismo, que perdiera la mayoría parlamentaria de que
disponía anteriormente. Macri, que duda cabe, puede
convertirse en el próximo presidente de la Argentina. Y la
oposición venezolana puede contar en Argentina a partir de
este mes de Diciembre con una mayoría parlamentaria
solidaria.
Poco tiempo después, Ledezma se reuniría con los tres
líderes más importantes de la oposición brasileña:
Fernando Henrique Cardoso, José Serra y Gilberto Cassab,
ex presidente del Brasil, gobernador y alcalde de Sao
Paulo – la principal, más poblada y más industriosa ciudad
brasileña -, respectivamente. Sin duda, José Serra,
mantiene la primera opción para conquistar la presidencia
de la república. De llegar a Planalto, será un aliado de
la democracia, no del despotismo reinante en nuestro país.
Inmediatamente después y sin dejar de estar presente
defendiendo los derechos y denunciando los atropellos del
régimen contra Oscar Perez y Richar Blanco, así como
denunciando ante el mundo el grave atropello contra 11
trabajadores de la Alcaldía Metropolitana, el Alcalde
Metropolitano fue la voz más representativa de la
oposición venezolana ante los cientos de representantes
edilicios del mundo entero, reunidos por Metrópolis, la
organización que agrupa a más de mil alcaldes de todo el
mundo, en la histórica ciudad francesa de Estrasburgo. Fue
el orador de orden. Para verse inmediatamente después con
el alcalde de Paris y el secretario internacional de la
socialdemocracia francesa y hacerles un pormenorizado
recuento de las graves violaciones cometidas por el
gobierno de facto que preside el teniente coronel Hugo
Chávez.
Finalmente, importantes dirigentes como Felipe González,
de la socialdemocracia española, Mariano Rajoy, líder del
PP, Iñaki Anasagaski, líder del Partido Nacionalista Vasco
y otros importantes líderes políticos españoles, entre
ellos el jefe del partido Convergencia y Unión, de
Cataluña y del Partido Nacionalista Canario, se declararon
solidarios con la oposición venezolana en su lucha por el
restablecimiento pleno del Estado de Derecho en nuestro
país. El Senado español emitió a raíz de tal visita un
transcendental comunicado denunciando las violaciones a
los derechos ciudadanos en Venezuela.
El respaldo del gobierno brasileño y del presidente Lula
da Silva al gobierno venezolano, se vería seriamente
cuestionado por el Senado brasileño ante la intervención
del Alcalde Metropolitano. Hace algunos meses, nadie en
Brasil tenía conciencia de la existencia de un liderazgo
opositor en Venezuela. En pocos meses, la perseverancia
logró subsanar una ausencia de graves consecuencias. La
oposición democrática se hizo valer en ese, uno de los más
importantes foros del mundo. Con escasos medios y en medio
de terribles adversidades. En el Senado brasileño se alzó
la voz límpida y clara de la libertad. Su huella será
imborrable.
Antonio Ledezma ha logrado así lo que hace unos meses
parecía imposible: poner al desnudo y cuestionar
internacionalmente el despotismo militarista y caudillesco
de Hugo Rafael Chávez Frías ante importantes gobiernos,
parlamentos y partidos del mundo. Quien considere que tal
proeza no es meritoria, que prepare una vía alternativa, y
tan expedita como la que ha llevado adelante el Alcalde
Metropolitano. El país se lo agradecerá.
No superaremos esta amarga y dolorosa circunstancia sin
recurrir a la comprensión, el respaldo y la colaboración
de los gobiernos y entidades e instituciones democráticas
del mundo. Sin que todos los partidos, unidos en la Mesa y
activos en todos los foros internacionales del mundo, no
acuerden un consenso con todas las fuerzas vivas de la
Nación y cuenten con el respaldo desinteresado y generoso
de nuestros medios de comunicación. No le pondremos atajo
a las graves violaciones y atropellos que el régimen
comete en nuestro país, sin ganarnos las simpatías, el
entendimiento y la comprensión de los demócratas del
mundo. Ello es tanto más importante y acucioso, cuanto que
el régimen acomete una cruzada de desestabilización no
sólo en la región sino en el hemisferio, mediante alianzas
con gobiernos forajidos y el entendimiento con las
narcoguerrillas y el terrorismo internacional. Sólo ese
respaldo y la acción tenaz y combativa de una oposición
que sepa enfrentar al régimen en todos y cada uno de los
escenarios del mortal enfrentamiento entre dictadura y
democracia que hoy vivimos, nos permitirá acumular las
fuerzas suficientes como para salir con éxito de esta
pesadilla. Unirnos para lograrlo y blindar nuestros
respaldos para ponerle atajo a la intriga, la maledicencia
y la maldad son imperativos categóricos en esta hora
aciaga. Manos a la obra.
sanchez2000@cantv.net