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El secuestro y el amor en los tiempos del cólera
por Angel Rivero
miércoles, 6 febrero 2008


Cuando Florentino Ariza retornó del lejano puerto de Leticia, a orillas del Magdalena donde lo envió su tío León XIII para curarlo del mal de amores que le infectó Fermina Daza, una novia imposible, Tránsito Ariza creyó que su hijo regresaba sanado de ese mal que ella confundía con el cólera. No obstante, se preocupaba porque Florentino no tenía una compañera para sustituir a la ingrata Fermina porque sabía que el  sufrimiento de amor, sólo se curaba con otro amor.  

Por temor a una recaída, Tránsito Ariza rompió escrúpulos y se dedicó a la caza de una carnita salada que sudara la cama de su muchacho. Entonces, llegó la guerra y la metralla derribó la casa de Nazaret,  una joven vecina que había perdido su esposo tres años antes, y el sentido solidario de Tránsito la alojó en su hogar para arrojarla en la cama de Florentino, quien hizo jirones el luto de la casta viuda, quien más tarde en medio de ayes de placer agradecería a Florentino la inmensa satisfacción de  haberla convertirla en puta y a Tránsito Ariza su labor de cabrona. En tanto que el desconsolado enamorado, se transformaba en el único miembro de un pelotón de fusilamiento que en cincuenta y tres años pasó por las armas a 622 mujeres en Cartagena de Indias mientras aguardaba el turno de Fermina Daza, su novia eterna. 

La ficción literaria del gran Gabo, El amor en tiempos del cólera, llevada al cine se convierte en una grotesca realidad, si se compara con en el sórdido protagonismo de Chávez, quien para restaurar su prestigio vuelto jirones como el camisón de la viuda Nazaret y los escrúpulos de Tránsito Ariza -le importa un carajo, al igual que a su escudera Piedad Córdoba- la dignidad de los secuestrados de la FARC y el dolor  de sus familiares por lo que se ha dado a la tarea de prostituir la autoestima de los secuestrados y sus dolientes, presionándolos con el chantaje de su hipócrita mediación humanitaria en la liberación de los plagiados, para que agradezcan a la narcoguerrilla -como la viuda Nazaret, “la inmensa satisfacción” de tenerlos presos en condiciones infrahumanas- y le den gracias las gracias al gran proxeneta investido de presidente por su eficacia como cabrón, que supera la de Tránsito Ariza para quebrar  la dignidad de la viuda para favorecer a su hijo.  

Desalmado chantaje de Chávez que escandalizó al Papa evidente, entre los familiares de Ingrid Betancourt, reseñado por Carlos Fernández de La Fuente: “El colmo del Síndrome de Estocolmo”, en Noticias 24 y en la prensa mundial.

He aquí parte de la noticia de De la Fuente: “Todo el mundo democrático ha aplaudido y respaldado la movilización pacífica y ejemplarmente democrática contra las FARC y el terrorismo celebrada ayer en las más importantes ciudades del mundo. Todo el mundo con una sólo y muy estridente excepción: la de la familia de una de los muchos rehenes de las FARC, la Sra. Ingrid Betancourt.

Es lógico y comprensible, dado el muy particular y privado interés de la familia Betancourt, pero absolutamente aberrante. Las expresiones del esposo francés de la Sra. Betancourt, de su hermana y su madre criticando la realización de esta exitosa y muy plausible manifestación, de una trascendencia histórica innegable, enfilándolas contra el gobierno de Álvaro Uribe y defendiendo en la ocasión al presidente de Venezuela Hugo Chávez dejan muchísimo que desear. Es más: avergüenzan. Pues anteponen el interés personal de una sola familia al de una colectividad global de millones y millones de seres humanos, que se unen para luchar contra el factor que ha causado el sufrimiento de dicha familia y pretenden ponerle un atajo definitivo. Es el colmo de lo que se bautizara hace décadas como el síndrome de Estocolmo. Hasta ahora manejado en un nivel íntimo y privado.

Pero que el terrorismo y el chantaje de las FARC y el gobierno venezolano pretenden convertir en supremo argumento que permita las peores calamidades: darle legitimidad a lo que es ilegítimo por su propia naturaleza. El lejano esposo de la Sra. Betancourt, acantonado en una sociedad ejemplarmente democrática como la francesa y en donde un cáncer como el de las FARC es absolutamente inimaginable, ha ido incluso más lejos. Se ha inmiscuido en nuestros asuntos internos criticando la coincidencia de la fecha escogida con la que rememora el golpe de estado que catapultara al Poder al teniente coronel Hugo Chávez. Culpando al gobierno de Álvaro Uribe por la escogencia de esa fecha (aniversario del fallido golpe de estado del Chávez, el 4 de febrero de 1992). Bastaría responderle al señor en cuestión que nadie en Melbourne o Tokio, en Santiago de Chile o en Québec tiene la más remota idea del significado de esa fecha. Sólo la tiene para el golpismo castro comunista hoy representado en el gobierno venezolano. ¿Comparte la familia Betancourt los ideales de este gobierno? ”.

Noticia que la madre de la secuestrada, señora Yolanda Pulecio, completó con el cínico pedido a Su Santidad, para que obre el milagro del desalojo de  Uribe de la Presidencia de Colombia, en beneficio de los secuestradores de su hija. Vergonzosa prostitución de la dignidad que también salpica a los familiares de los secuestrados: Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez y Orlando Beltrán, porque rinden loas a Chávez mientras esperan en Caracas, la liberación de sus seres queridos. Es lamentable, pero como decía mi padre, mientras existan cabrones no se acaban las putas.


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