Inicio | Editor | Contáctenos 
 

El miedo del dictador
por Angel Rivero
martes, 28 agosto 2007


Más que al atentado, el miedo que aterra a un dictador es caer en manos de un cirujano, quien puede apartarlo de su sueño, el poder perenne. Mal que hizo a Hitler pensar en 1000 años de poder, a Stalin soñar con un comunismo eterno y a Fidel en la renuencia a  aceptar que el camino al infierno lo está esperando.

Escarmentado por la suerte del Cabito a Gómez,  quien le insinuara que su semblante no se veía bien o que el clima de Maracay no le prestaba a su salud, lo consideraba su enemigo y era expulsado de su corte. Durante la Gripe Española, su hijo Alí cayó enfermo y ni aún así quiso visitarlo, al anunciarle el médico una leve mejoría: a mí me necesita la patria y no puedo estar visitando enfermos, se excusó. En cuanto a la crudeza del clima de Maracay, su secretario Enrique Urdaneta Maya para curarse en salud, le presentaba sus informes enfundado en una bufanda y hasta temblaba de frío para no incomodarlo.

En Gómez y las Fuerzas Vivas, cuenta Luis Cordero Velásquez,  que el tío y consejero del dictador, José Rosario García, viendo los estragos de sus travesuras prostáticas le insinuó nombrar un heredero y le propuso a un sobrino como su sucesor. Eso le costó al tío su defenestración y la condena al olvido, al punto que cuando murió el Día de la paz, el dictador dijo: El doctor García murió el Día de la Paz y nos dejó en paz.

En 1934, Gómez es una sombra. Familiares y acólitos tiemblan con sus pisadas de muerte y urden un plan y piensan en la escogencia de un heredero ante el temor de perder privilegios: Llega el dictador a casa de una de sus hijas a tomar un refrigerio. La ocasión es de perlas para iniciar el bombardeo. –En Europa la gente rejuvenece, dice, una de sus hijas.

El tema del buen clima europeo y la maravilla de sus médicos siguieron en la sobremesa. Gómez hace mutis hasta que suelta: -Si ustedes supieran que cuando llegué aquí me sentí muy cansado. Ahora con este reposo me hallo como si hubiera viajado a Europa.

Ahora que se discute la reforma constitucional para perpetuar a Chávez en el poder, es pertinente tocar el tema de su salud porque como Gómez sueña con la eternidad y tiene un lado flaco: la columna. Sin embargo, teme someterse al bisturí para no a ver en la somnolencia de la anestesia al fantasma del Cabito, en la cubierta del vapor Guadalupe rumbo al exilio.


© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.