En
las dictaduras que se respetan, la falta de talento, la
propensión al crimen y el servilismo, son taras valiosas
para que un incondicional con aspiraciones y sin escrúpulos,
opte al cargo de bruto oficial del régimen. Nuestras
dictaduras no cojean por la falta de estos desalmados que
enriquecen la historia universal de la infamia.
En
la Guerra Federal, Zamora contó con Tiburcio, su bruto
oficial, un brujo analfabeta que le aconseja marchar a
Caracas para matar a los blancos y a todo el que sepa leer y
escribir. Crespo, el presidente designado por el autócrata
Guzmán, tuvo como médico de cabecera a Telmo Romero -un
curandero desalmado, nombrado por él como rector de la UCV
y director del Psiquiátrico de Los Teques- quien introducía
hierros incandescentes en el cerebro de los descocados para
curarles la locura.
Gómez encontró en su primo Eutoquio, a su asesino favorito:
Un brutazo que fue presidente del Táchira, a quien un
ingeniero aconsejó decretar el tránsito preferencial por las
avenidas de San Cristóbal, para que los automotores
remontaran las cuestas. Eutoquio acogió la idea como una
genialidad suya y al asumir un cargo similar en Lara,
decretó igual medida para las avenidas de Barquisimeto,
ciudad asentada en una planicie. Su crueldad era infinita y
gustaba de colgar por los testículos a los muérganos de la
oposición. Cuando Pérez Jiménez descolló, el sargento de la
GN Cruz Mario Montenegro, responsable de la masacre de Turén.
No obstante, la
historia de la impunidad en las dictaduras criollas no
termina aquí. En la fábrica del hombre nuevo, abundan
los camaradas sin escrúpulos para llenar los espacios no
cubiertos. Galería que inauguraron los matones de Llaguno al
asesinar a 20 venezolanos porque no creían en el socialismo.
Mas bolivita no comulga con los camaradas del perraje y
busca entre los suyos a gente que sea como Eutoquio Gómez.
Entonces, nota que Carreño tiene un bombillito como el del
primo del dictador y lo nombra ministro popo. Sin embargo,
al barinés la luz de su mollera no lo ayuda y no pare nada
creible. Por temor a que noten su ineficacia denuncia el
espionaje de Direct TV., la muerte de Montesinos, las
conspiraciones mediáticas y al fascismo estudiantil, para
justificar su cargo, de Bruto Oficial del chavismo.