Inicio
¿Quién escribe?
Política
Internacionales
Fórmula 1
Cine
Reflexiones





Contacto:
























 

 


Subir

   

Aquél Acuerdo trajo éste Acuerdo
por Luis DE LION
Jueves, 7 de Agosto 2003


Recuerdan cuando recién culminado el exitoso paro de Octubre se aparecieron en la plaza Altamira, unos militares parademocráticos ("El Aguafiestas", Gusano de Luz 28.10.02) y ya para aquél entonces la gente de Primero Justicia andaba recogiendo firmas ("El tiro por la culata", Tal Cual 7.11.02) y a los bobos feroces de Altamira aquéllo les parecía una pendejada, ya que ellos creían que con su actitud, sus uniformes y sus gritos histéricos, el gobierno caería en pocos días.

Luego vino el paro indefinido, promovido y llevado adelante por la CTV y Fedecámaras; la consigna no estaba muy clara, para cierta oposición el enemigo parecía ser Gaviria y en consecuencia la Mesa de Negociación y Acuerdos debía ser torpedeada, aquéllo de negociar parecía estar pasado de moda ("Que la negociación no pare", Tal Cual 4.12.02)

Terribles e irreparables consecuencias de por medio, una vez levantado el paro y aún sumidos todos en la depresión post-paro, se apareció, - o se estrelló - Henrique Salas Romer y su candidatura no sabemos a cual elección ("Supremamente extemporáneo", Venezuela Analítica 6.05.03) todavía estamos esperando por su primer acto de masas, ¿ o será que se trataba de una candidatura virtual ?

Todavía con el cuerpo lleno de moretones, la oposición busca un segundo – o un tercer aire – y empieza a ver con buenos ojos a la Coordinadora Democrática, y a través de ésta busca cual tímido despertar democrático, alertar a las instituciones y milagro, hasta se vislumbra en el horizonte un acuerdo ("Paso a paso", Tal Cual 20.05.03)

En ese entonces me apresuré en sugerir la firma del Acuerdo de 19 puntos ("Yo firmara el acuerdo", Tal Cual 28.05.03) al que estaban llegando oposición y gobierno a través de la malquerida Mesa de Negociación y Acuerdos; mi humilde y apresurada propuesta iba en contra de la corriente irresponsable y demagógica de cierta oposición, que posteriormente me bombardeó con sus emails infectados de cortoplacismo y amateurismo.

Así las cosas, el debate y la confrontación, se mudaron recientemente a la Asamblea, lugar de donde nunca debieron salir ("Regresó por ahora", Venezuela Analítica 14.04.02) pero más vale tarde que nunca.

De esa manera, llegamos hoy al día en que se anuncia un escueto, pero bien intencionado «Acuerdo por la Unidad y la Democracia», que busca – ojalá lo logre – poner un poco de orden en la pea de oposición. Mientras se manguarea ante una altamente recomendable nueva recolección de firmas.

En ese sentido, Enrique Mendoza se volvió éste jueves 7 de agosto un arroz con mango delante de las cámaras tratando de explicar en qué consistía el acuerdo que se acababa de hacer público; éste hombre – Mendoza – definitivamente tiene de estadista lo que tengo yo de monje tibetano, la ocasión fue perfecta para que – un verdadero estadista – transmitiera no solo un simple mensaje de aliento, sino que le trazara a la gente un horizonte posible y cercano, soñador y corajudo. Tal y como, anunció el diputado Julio Borges, sin pelos en la lengua casi que de manera simultánea, en el mismo recinto y delante de las mismas cámaras.

Entre acuerdo y acuerdo, se va decantando la salida democrática y pareciera que también se va depurando la dirigencia que tomaría el relevo.