Una
muy querida y admirada amiga, inteligente, culta y magnífica
escritora, me pregunta sobre el adjetivo “festinado”, cuyo
significado exacto se le escapa. Tiene curiosidad también
sobre su origen.
Los diccionarios son poco claros e imprecisos al respecto.
“Festinado” no aparece en el DRAE, pero sí el verbo
“festinar”, con marca de desusado y el significado de
“Apresurar, precipitar”, y agrega que es usado en América,
pero sin precisar si es un americanismo. También incluye el
significado de “malversar”, aunque limitado a Ecuador.
El DRAE también registra el sustantivo “festinación”
(“Celeridad, prisa, rapidez”) y el adverbio de modo
“festinadamente” (“Precipitadamente, sin reflexión”)
atribuido a Cuba y Guatemala.
El “Diccionario CLAVE” ignora estos vocablos. El
“Diccionario de uso del español de América y España” VOX
sólo incluye “festinar”, con valor de americanismo y
definido como “Apresurar o precipitar la realización de una
cosa (…)”. El “Diccionario del español actual”, de Manuel
Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos sólo trae
“festinación”, lo considera propio de la Medicina y lo
define como “Tendencia involuntaria a acelerar la marcha
para evitar la caída hacia delante (…)”. El “Diccionario
Planeta de la lengua española usual” da “festinar” con el
valor de americanismo que significa “Apresurar, precipitar,
activar”.
Julio Casares, en su “Diccionario Ideológico de la lengua
española”, que a pesar de ser muy viejo sigue siendo una
estupenda herramienta para nuestro trabajo, incluye el
verbo “festinar” como “Apresurar, acelerar, precipitar”, y
el sustantivo “festinación” con el sentido de “Prontitud,
celeridad, precipitación, apresuramiento”.
El “Diccionario de americanismos” de Marcos A. Morínigo
sólo trae el verbo: “festinar. Acelerar, apresurar el
despacho de algún asunto”, y lo atribuye a Colombia, Chile,
Honduras, México y Venezuela.
En nuestro país, de todos los vocablos arriba vistos el más
usual es el adjetivo, “festinado”, con valor de apresurado,
pero también de enredado o complicado: “No te puedo atender
porque estoy muy festinado”. “Hoy el trabajo estuvo muy
festinado”.
En cuanto al origen etimológico, “festinar” deriva del
verbo latino “festinare”, que significa apresurar.