En la extraordinaria riqueza
semántica del Castellano se da el caso curioso de vocablos
que signifiquen ideas opuestas, y a veces hasta contrarias.
Uno de esos casos es el de la palabra “huésped”, que
significa “Persona alojada en casa ajena” y al mismo tiempo
“Persona que hospeda en su casa a otra”.
Otro caso interesante es el del adjetivo “escatológico”. El
DRAE registra dos acepciones por separado de esta palabra:
1) “Perteneciente o relativo a las postrimerías de
ultratumba”. 2) “Perteneciente o relativo a los excrementos
y suciedades”. Ambas definiciones son muy escuetas. El
Diccionario CLAVE las amplía y precisa mejor,
incluyéndolas en un solo artículo: “escatológico: 1. De los
excrementos y suciedades o relacionado con ellos: La
película tiene unas escenas escatológicas que dan ganas de
vomitar. 2. De la escatología o relacionado con este
conjunto de creencias y doctrinas: En un tratado
escatológico se hablaba del destino último y final del ser
humano y del universo”. Este mismo diccionario dice de
“escatología”: “1. Conjunto de expresiones o manifestaciones
groseras y relacionadas con excrementos y suciedades: En
la literatura picaresca abundan la ‘escatología’ y las
expresiones vulgares. 2. Conjunto de creencias y de
doctrinas relacionadas con la vida de ultratumba: La
escatología estudia la muerte y lo que hay más allá de ella
(…)”.
La acepción de uso más frecuente es la primera, relativa al
excremento y las suciedades. Comúnmente se habla de
“lenguaje, mentalidad, comportamiento escatológicos”, para
referirse a aquellos comportamientos caracterizados por lo
vulgar, lo chabacano, lo grosero, lo excesivamente procaz y
obsceno.
En realidad, se trata de dos palabras distintas en su
significado, pero idénticas en su forma, es decir, lo que en
gramática se llama palabras homónimas, que se escriben y/o
pronuncian igual, pero tienen distintos significados. Por
ello el DRAE las registra por separado. “Escatológico”
deriva de “escatología”, y en su primera acepción proviene
del griego “skór”, que significa “excremento”, y en la
segunda del también griego “éskhatos”, que significa
“último”, ambas con el agregado de “logos”, que significa
“ciencia, estudio o tratado”.