El
sustantivo “taburete” es de uso muy común en Venezuela. A
ello ayuda el hecho de que fonéticamente esta palabra es
muy atractiva, suena bien, y hasta tiene un ligero pero
grato sabor humorístico. A juzgar por la definición que de
ella hace el DRAE, son varios los tipos de “taburete” que
existen. En efecto, he aquí el registro del DRAE:
“taburete. Asiento sin brazos ni respaldo, para una
persona. || 2. Silla con el respaldo muy estrecho,
guarnecido de vaqueta, terciopelo, etc. || 3. Escabel para
apoyar los pies o para otro uso. || 4. Cuba. Silla
rústica de cuatro patas grandes y fuertes y con asiento y
respaldo generalmente de piel de chivo sin curtir. (…)”.
La definición, como puede verse, es vaga e imprecisa, y
hasta diría que un poco confusa. Quiero decir, leyéndola no
se sabe exactamente qué es un “taburete”. En todo caso, lo
que comúnmente llamamos en Venezuela de esa manera es un
asiento pequeño, bajito, como un banco minúsculo,
generalmente de madera. Algo semejante a lo que se conoce
con el nombre indígena “ture”, que de hecho es un
“taburete”. Es una especie de silla muy bajita, sin
espaldar, propia del mobiliario de los indígenas, hecha de
una sola pieza de madera labrada adecuadamente. Y es
parecido también a lo que popularmente se conoce en nuestro
país como “butaque” y “butaquito”, palabra hoy de muy poco
uso, pero que es parienta cercana de “butaca”, que es
también vocablo de origen indígena, y concretamente de la
lengua cumanagota, evolución fonética de “putaca”, que era
su forma indígena original. “Butaca”, por supuesto, es un
indigenismo que ha corrido con fortuna, y se ha enriquecido
semánticamente al designar el asiento característico de los
teatros y otras salas de postín.
En Venezuela el uso popular y coloquial de “taburete” ha
dado origen a expresiones picarescas referentes a
determinadas situaciones. Cuando, por ejemplo, alguien está
maniobrando para sacar a una persona de una determinada
posición, se dice que a esta “le están serruchando el
taburete”. Y en semejante situación, u otras parecidas, se
le aconseja al afectado “apretar el culo contra al
taburete”.
“Taburete” deriva del vocablo francés “tabouret”, que
significa lo mismo.