En
nuestro idioma abundan las palabras cuyo significado
pareciera contrariar el que les correspondería según su
estructura morfológica. Por ejemplo, la palabra
deslenguado, compuesta con el prefijo “des-”, que casi
siempre indica “negación o inversión del significado del
simple” al cual acompaña, o también “privación” (DRAE), no
significa, como pudiera creerse, “carente o privado de la
lengua”, sino todo lo contrario: “persona que tiene una
lengua venenosa, insidiosa”, a la que suele llamarse
también “lengua larga”, “lengua viperina”, etc.
Igual ocurre con el verbo desinformar, que comúnmente
se usa con el significado de “Dar información
intencionalmente manipulada al servicio de ciertos fines. ||
2. Dar información insuficiente u omitirla” (DRAE),
cuando, según la composición de esa palabra debería
significar mas bien despojar a alguien de la información
que tenía. Lo mismo el adjetivo desinformado, no
incluido en el DRAE, pero usado con el valor de “carente
de información”, cuando lo que debería significar es
“despojado de la información que se tenía”.
Lo mismo ocurre con el vocablo “desmelenado”, que no
significa, como pareciera, “carente o privado de melena”,
sino que se refiere a alguien con una melena abundante, la
cual lleva en desorden.
Tal es también el caso del adjetivo descarado, que no
se aplica a alguien que no tenga cara, sino a una persona
“Que habla u obra con desvergüenza, sin pudor ni respeto
humano” (DRAE). Aunque no es usual, al menos en Venezuela,
el DRAE registra también el verbo descararse, al cual
define como “Hablar u obrar con desvergüenza, descortés y
atrevidamente o sin pudor”.
Obsérvese que en ambas definiciones se da a entender que el
descarado no lo es sólo por lo que dice y por cómo lo
dice, sino también por cómo actúa o se comporta.
Equivalente al adjetivo descarado es asimismo el
adjetivo caradura, al que el DRAE define
precisamente como “Sinvergüenza, descarado”. El diccionario
registra igualmente el sustantivo caradurismo, al
cual le atribuye carácter coloquial y lo señala como
venezolanismo y uruguayismo, definido como “Actitud propia
de las personas que actúan con descaro y sin vergüenza
(…)”.