La crisis hondureña de la cual
Chávez intentó sacar provecho para su revolución
continental, y donde invirtió y está invirtiendo mucho
tiempo y dinero, le está saliendo muy cara. No se trata de
cuanto ha dilapidado en cortejar y luego mantener a Zelaya.
Ni siquiera se trata de su prestigio internacional si pierde
en su quimera, se trata de que para poner un pie en Flandes-
o Tegucigalpa-, ha tenido que mostrar sus verdaderas
intensiones-o garras- en la región.
La situación política de la
revolución bolivariana al nivel internacional está por lo
menos comprometida. La cada vez más clara visión que tiene
la comunidad internacional de lo que está pasando en
Venezuela está comenzando a convertirse en posiciones y
acciones tendientes a parar a Chávez y a su revolución.
La recepción de el alcalde
Ledezma y los gobernadores de oposición en la OEA, para
denunciar al gobierno de Chávez, así como la renuencia del
Congreso Brasileño y Paraguayo de aceptar a Chávez en
Mercosur y la recapacitación de los caribeños sobre su
incorporación al ALBA, transformada de “alternativa”
a“alianza” política, son claras muestras de que varios
países más que preocuparse se están ocupando. Por ahora,
ningún gobierno ha renunciado a la “cajita feliz” que
reparte la revolución a quien bien le sirve, pero hoy voces
que cada vez se oyen más recio diciendo “Chávez go home”.
También sus aliados está
comenzando a perder terreno en sus propios países y
posiblemente una nueva correlación de fuerzas surja en el
continente, que sencillamente lo desfavorezca.
La derrota de los Kishner en
Argentina pasó por debajo de la mesa tapada por la crisis
hondureña. Pero esta situación, más el ascenso al poder de
Ricardo Martinelli en Panamá y la vuelta de PRI en México-al
congreso-, son cambios muy significativos que en nada lo
favorecen. Además, se espera que el partido de Lula pierda
las elecciones en Brasil e incluso que la Concertación
chilena ceda el gobierno a Coalición por el Cambio, de
tendencia de centro derecha. Esto sin contar que Daniel
Ortega tendría que cambiar la constitución para reelegirse
en 2011.
Los hondureños le dieron un
“para’o” a Chávez y a la expansión de su revolución, y
además permitieron visualizar al mundo sus verdaderas
intensiones. Cualquiera sea el resultado de la crisis Chávez
perdió al quedar al descubierto. Pero lo que sería
imperdonable es que además sea responsable del inicio de una
guerra en esa región que tanto le costó volver a la paz.
alfredomichelena@gmail.com