El 24 de noviembre es el primer día de un año nuevo. Venezuela cambia. El rojo, rojito ya no domina. Venezuela es multicolor…. si todos votamos.

Este es un año de quiebre. Año en que se decidirá la historia por venir. Para los demócratas es el fortalecimiento de la lucha por la reconstitución de la Venezuela plural, mientras que para la oligarquía dominante es el de profundización de un Socialismo del Siglo XXI (SSXXI) que esconde la búsqueda de más poder por más tiempo para Chávez .

El "soliestrellado" recibirá el nuevo año controlando un Estado más poderoso, luego de los 26 decretos-leyes con los que nos quiere imponer la Reforma Constitucional rechazada. Sus planes no se detienen allí, vendrán nuevas leyes y decretos, para profundizar el SSXXI. Pero hay dos elementos que conspiran contra esa porfía: los resultados del 23N y el impacto de la crisis mundial.

El grupo de gobernadores y alcaldes que no son incondicionales de Chávez será una fuerza que se opondrá al proyecto de bolivariano. Ellos deberán enfrentar el proceso re-centralizador que ya se ha iniciado, con la complicidad de los actuales representantes de las regiones y localidades. Esto va desde, exigir se devuelvan y/ o consoliden los servicios y responsabilidades que por Constitución son de competencia regional o local, hasta que se respete el Situado Constitucional, en especial en este período de vacas flacas. Pero más que eso ellos serán la base de apoyo para reconstruir el aparato político de los demócratas.

La primera y más desbastadota consecuencia de la crisis es la caída de los precios del petróleo. Los optimistas no creen que el barril alcance los dos dígitos, mientras los pesimistas lo colocan por debajo de US$ 50. Las estimaciones mínimas para balancear las cuentas del país varían pero están entre $90 y 60 por barril. Estamos frente a una crisis cuya primera consecuencia es una fuerte restricción al mega-populismo chavista. El gobierno bolivariano simplemente no podrá cumplir con lo prometido ni nacional- misiones y becas- ni internacionalmente. Esto permitirá que muchos despierten al convertirse sus sueños en pesadillas. Luego vendrá la inflación, el desabastecimiento, la devaluación y el aumento de la gasolina, entre otras plagas.

2009 es un año de luchas. La democracia dependerá de los hicimos el 23N, de la tenacidad de estos nuevos lideres electos, del desprendimiento y organización de los partidos políticos, y de la disposición de cada uno en lucha por la democracia. ¡Feliz año nuevo!

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