Mientras
el comandante-presidente se quejaba de que un portaaviones
norteamericano surcaba las aguas del Caribe, los Estados
Unidos anunciaban el relanzamiento de la 4º Flota que
patrullará ese mar.
Chávez se refería al USS George
Washington, considerado el mayor portaviones de los Estados
Unidos, propulsado por energía atómica- dos reactores de 100
megawatios- el cual puede portar 80 aviones y acomodar más
de 6.000 personas en una estructura que alcanza una altura
de 24 pisos. Esta nave, junto a otros tres buques de guerra,
se desplazaba a fin de participar con Brasil y Argentina en
la 49 edición de las maniobras UNITAS, que se desarrolla con
diversos países latinoamericanos desde 1959. Ejercicios
donde también solía participar Venezuela, hasta el 2003.
Más de medio siglo después de su
desaparición (1950), la 4ta Flota norteamericana fundada en
1943 es relanzada a fin de coordinar todo el poderío del la
Armada gringa en el Atlántico sur.
Probablemente, los bolivarianos
vean en esto otra señal de una inminente invasión del
imperialismo. En especial al ver que su comandante el
vicealmirante Joseph D. Kernan es un especialista en
demoliciones de los SEAL- cuerpo elite de operaciones
especiales-, y viene de ser jefe del Comando Naval de Guerra
Especial. Al menos los periódicos cubanos, alertan sobre la
"amenaza que la 4ta. Flota representa para los pueblos de la
América".
De lo que no hay duda es que el
Caribe vuelve a ser tan relevante en materia de seguridad
que requiere un tratamiento especial por parte de la Armada
gringa. Esto se enmarca en los nuevos lineamientos de
política norteña en el mar. Ella se basa tanto en el uso de
la fuerza de combate (hard power) como, en la influencia (soft
power), las ayudas humanitarias y la cooperación. Lo que
incluye acciones contra el terrorismo, la piratería, el
tráfico de drogas, personas y armas. Por lo que veremos a
los 'marines' haciendo más el papel policial, lidiando con
traficantes, enfrentando el terrorismo y dando asistencia
humanitaria, en el Caribe.
En este sentido, el gobierno
revolucionario tendrá que enfrentar un nuevo desafío, no
tanto ideológico como factual, pues de ser ciertos los
señalamientos de que Venezuela es puerto de salida de drogas
y que aloja y patrocina terroristas, será uno los
principales objetivos de seguridad de esta Flota.
Esperemos que esta presencia
militar sea manejada con prudencia del otro lado pues de
éste, esto es un bien escaso.
alfredomichelena@gmail.com