A
un mes de que Latinoamérica fuera ignorada en el mensaje
anual del presidente Bush, sorprendentemente éste anuncia
una gira por la región, orientada no a lo comercial sino a
“enfatizar su compromiso con los objetivos de libertad,
prosperidad y justicia social y a ayudar a que la democracia
de beneficios en salud, educación y oportunidad económica”.
Hasta ahora habían ignorado lo
político-social, pensando quizás que la Carta Democrática
Interamericana y la firma de varios TLC - Centroamérica,
Republica Dominicana, Colombia, Perú y Chile- sería
suficiente para que la democracia y la libertad reinaran en
el continente. Pero la creciente influencia política de
Chávez en la región parece haber cambiado esa visión.
Chávez y su revolución
bolivariana, tienen una fuerte presencia en el Caribe, a
través de PETROCARIBE y una cooperación financiera “audaz” y
manirrota. Con países del sur (MERCOSUR) se han establecido
nuevas alianzas, utilizando la chequera petrolera, para
crear un flujo comercial artificial, aliñado con contratos
de obras monumentales y compras de deuda. Además, se ha
creado el ALBA, como alternativa al ALCA, al que se han
incorporado: Cuba, Bolivia y Nicaragua. Allí Venezuela pone
el dinero,” sin compromisos”, en cantidades que superan con
creces la que darían bancos multilaterales o privados.
Chávez ha consolidado su poder,
entre otras razones, pues en vez de tomarlo en serio lo
colocaron en el pedestal de "Les Enfants Terrible", hasta
que ya no pudieron reírle sus gracias.
Esta gira pudiera ser parte de
una política dirigida a contener la creciente influencia de
Chávez- y Fidel- en la región. Para ello los países a
visitar (México, Guatemala, Colombia, Uruguay y Brasil) son
fundamentales. Brasil es clave tanto para asegurar la tesis
del canciller brasileño de que “Chávez está bajo control”,
como por la concreción de acuerdos para la producción de
etanol, como sustento de una política de mayor independencia
del petróleo venezolano.
La gira ya tardía sería además
insignificante, si sus intenciones no tienen eco en el nuevo
congreso demócrata y no puede reorientar su presupuesto
hacia la región y competir con la chequera de Chávez.
Sin duda todos gobernantes
regionales saben que Chávez es un autócrata, que está
hundiendo a Venezuela y que su intención es la expandir su
revolución socialista por la región, pero se les plantea el
mismo dilema que aquel personaje de Woody Allen, que le
decía al siquiatra que su hermano se creía la gallina de los
huevos de oro, y el siquiatra le sugirió que lo trajera para
curarlo, a lo que el personaje de Allen contestó, ¡No!, si
lo cura me quedo sin los huevos de oro.
Si Norteamérica quiere contener
a Chávez tendrá que jugar duro, como él, no sólo en lo
político sino en lo comercial y financiero, sin aislarlo, la
otra opción sería esperar como en Cuba que la crisis interna
lo consuma; pero si elijen esta última, es mejor que se
ahorren el viaje.
alfredomichelena@gmail.com