Dos
giras presidenciales tuvieron lugar esta semana en la
región, la de Chávez y la de Lula. El tema energético dominó
ambas agendas, pero sus visiones fueron diferentes.
En su periplo, el trashumante
Chávez prometió desembolsar más de US$ 13.000 millones para
proyectos en el sector y firmó acuerdos de Seguridad
Energética, asegurando "petróleo para todo el siglo".
En Bolivia creó Petroandina (US$
600 mm) y acordó financiar una planta eléctrica (US$ 70mm),
mientras que el Ecuador prometió ayudar a reconstruir la
industria petrolera (US$ 10.000 mm) que incluye una
refinería (US$ 5.000mm). En Argentina financiará una planta
de liquefacción de gas (US $ 400mm ) y otra en Bolivia (US $
400mm). Además de comprar la deuda Argentina en dos partes (US$
1.000 mm) y posiblemente bonos de Bolivia ( US$ 100 mm) y
Ecuador (US$ 500 mm).
La gira hizo patente que Chávez
está abandonando el proyecto de "gasoducto del sur", para
transarse por la construcción de plantas de liquefacción de
un gas que sería transportado por barco y no por el
gasoducto. También pasó por debajo de la mesa con el tema de
MERCOSUR, primero diciendo que no había dado un ultimátum
para luego extenderlo hasta diciembre.
Probablemente el caudillo
barinés entendió que las condiciones que le favorecían
internacionalmente habían cambiado, entre otras cosas por el
rechazo internacional al cierre de RCTV- suavizado por la
suspensión temporal del mismo por dictamen del Tribunal
Supremo—por lo que desechó el realizar mítines anti-imperialistas,
insultar a quienes los adversan, poner condiciones para su
ingreso al bloque, etc.
Esta gira concluye con la III
Reunión de Petrocaribe en Venezuela que ha convocado a 14
jefes de Estado del Caribe y desde donde ya se anuncia la
firma del mismo Tratado de Seguridad Energética,
condonaciones de deuda y un nuevo delirio: un gasoducto
hasta Cuba .
Pero los caribeños no han querido apostar sólo al petróleo y
están embarcados en proyectos de bio-combustibles con Brasil
y EE.UU. Esta misma semana acaban de concluir un seminario
en Guyana, denominado " Expandiendo las oportunidades bio-energéticas
en el Caribe", patrocinado por el CARICOM, BID y la OEA.
Por su parte, Lula ha orientado
su gira por México, Honduras, Nicaragua, Panamá y Jamaica,
al tema de los bio-combustibles. Lula firmó con el "imperio"
acuerdos sobre el tema y está impulsando una agresiva
política para fomentar y liderar la industria del etanol,
sacando provecho de sus ventajas comparativas, por su
conocimiento del tema, su capacidad instalada y sus grandes
extensiones agrícolas.
Para los países que no producen
petróleo, producir biocombustibles es realmente una
alternativa en especial por su creciente demanda y el
mejoramiento de los precios. Con lo cual no sólo pueden
tener acceso a divisas, sino que esta estrategia rápidamente
fomentará el empleo agrícola e industrial, que es una vía
para combatir la pobreza. Otra ventaja es que la instalación
de plantas y el incremento de la frontera agrícola se
realiza, indudablemente, a un costo menor y en menos tiempo
que cualquier proyecto que involucre hidrocarburos.
Lula ha firmado acuerdos con
todos los países que visitó para desarrollar el etanol de
caña de azúcar. Pero además Brasil se propone aprovechar los
respectivos TLC- u otros acuerdos comerciales- que han
firmado esos países a fin de tener acceso preferencial al
mercado norteamericano.
Lula y Chávez presentan y
representan en la región dos manera de enfrentar el problema
del desarrollo y en este caso de la energía. Chávez se basa
en el petróleo, "su chequera" y "su socialismo" anti-norteamericano;
Lula en los biocombustibles, el poderío empresarial
brasileño y un socialismo democrático y pragmático.
En resumidas cuentas, dos
propuestas energéticas que pudieran ser complementarias se
presentan como contrapuestas empañadas de ideología.
Posiblemente la región lo ha entendido y tomará lo que pueda
de ambas. Pero si esta actitud no es entendida por Chávez y
comienza de nuevo a atacar buscando alineaciones "patria o
muerte", en su visión de que todo es parte de la guerra
global contra el imperio y el capital, y utiliza sus
"generosos" acuerdos y tratados como camisas de fuerza, los
últimos tornillos que sostienen internacionalmente su imagen
y su política se tornarán en alfileres y luego se caerán,
precipitándose un asilamiento muy tenso, pues será un
aislamiento con mucho que perder por todas partes.
alfredomichelena@gmail.com