El
viernes 15 de junio, partió del puerto de Norfolk, Virginia,
el USNS Comfort como parte de la política de “Propagar la
Justicia Social en el Hemisferio Occidental” anunciada este
5 de marzo por el presidente Bush.
En su gira de cuatro meses este
buque hospital tocará en Belice, Guatemala, Panamá,
Nicaragua, El Salvador, además de Perú, Ecuador, Colombia,
Haití, Trinidad y Tobago, Guyana y Surinam, y esperan tratar
gratuitamente a unas 85.000 personas y realizar 1.500
intervenciones quirúrgicas.
Hay debate en torno a si el
presupuesto norteamericano de cooperación para la región
creció a US$ 1.6 millardos o bajó a US$ 1.47. En ambos casos
es exiguo si lo comparamos con el de otras regiones- en
Africa es de US$4.4 millardos. Además de que casi la mitad
de esta cifra se consume en asistencia militar y acciones
antinarcóticos, y se concentra en Colombia.
Mientras tanto Chávez y Castro,
están desplegando no una política de reducidas visitas
médicas, a determinados puertos, sino que están enviando
decenas de miles de médicos cubanos a todos los confines de
la región. Además de programas como la “operación milagro”
que transporta a decenas de miles de individuos a Cuba
anualmente para tratar sus problemas oftalmológicos; todo
esto, con el financiamiento de Venezuela.
Por su parte, Venezuela tiene
una agresiva política de “cooperación” en la región que
promueve no sólo los muy favorables acuerdos petroleros o el
Banco del Sur, sino la Alternativa Bolivariana para las
Américas (ALBA) que nació para contraponerse a los Tratados
de Libre Comercio, que EE.UU. promueve. Sólo para uno de sus
miembros, Nicaragua, Chávez ha anunciado un gasto de US $
4.75 millardos.
Cuba y Venezuela están
trabajando duro para ganar la guerra médica en la región. En
la actualidad hay unos 10.000 estudiantes de medicina en
Cuba y en agosto de 2005 se inauguró la primera escuela de
este tipo en Venezuela, para la formación de 200.000 médicos
de la región en 10 años. De allí saldrán médicos
revolucionarios, a juzgar por las confesiones de un
estudiante colombiano, quien desertó después que encontró en
vez de una escuela de medicina, un “centro de formación
político-comunista”. Muchos de ellos indudablemente,
servirán como agentes de penetración del eje Cuba-Venezuela
en la región.
Si la intención norteamericana es de alguna manera mostrar
su interés por la región y contrapesar la creciente
influencia del Castro-Chavismo, estas tímidas cifras de
ayuda y acciones, aunque loables, sólo son minucias o
pequeñas escaramuzas. Si quieren competir en esta área más
vale que tengan una buena chequera y/o un programa más
emprendedor, más integral y más constante como lo fue la
“alianza para el progreso”; además mostrarse positivamente
resueltos en la facilitación de la firma y condicionalidades
de los TLC pendientes; instrumentos de mayor contundencia
por su estable potencialidad para el desarrollo.
Tal como se presenta ahora la
iniciativa norteamericana parece muy escuálida y muy tardía.
alfredomichelena@gmail.com