Llegó a San Vicente cuando
apenas terminaba la 18º Conferencia Intersesional del
CARICOM, donde sus miembros reafirmaron su “irrestricto
apoyo a Guyana en la preservación de su territorio,
soberanía y sus derecho a desarrollar sus recursos en todo
su territorio”. Pero Chávez no se refirió a este tema como
tampoco habló de Isla de Aves en Dominica.
La revolución bolivariana
desarrolla una política de conquista ideológico-política
hacia el Caribe basada en el petróleo. Inicialmente fue el
fracasado Acuerdo Energético de Caracas. Años después
desarrolló PETROCARIBE, que vino a compensar los defectos
del anterior incorporando fuentes y formas de
financiamiento, muy blandos. A esto agregó el ALBA (
Alternativa Bolivariana de las Américas), inagotable
mecanismo de cooperación financiera basada en la chequera
petrolera.
El apoyo financiero de Venezuela
a estos países es muy importante. En Dominica Chávez
inauguró un depósito de combustible de 5.000 b y prometió
una refinería de 10.000 b/d, dentro del acuerdo de
Petrocaribe (US$ 80 mm). Además, entre otras, está la
cooperación en vivienda (US$30mm) y el acondicionamiento del
aeropuerto (US $ 10mm). En San Vicente, inauguró una planta
de gas licuado y ofreció apoyar la construcción de un
aeropuerto. Adicionalmente están las misiones cubanas que
financiamos en el Caribe, ayudando la penetración de esa
isla en la región.
Aunque la prensa internacional
reporta el poco entusiasmo que levantó Chávez entre los
pobladores , las posibilidades de financiamiento entusiasmó
a sus gobiernos, ya que junto al de Antigua y Barbuda
firmaron una declaración política que “servirá para avanzar
en el proceso de acercamiento de estas naciones al ALBA y al
Tratado de Comercio de Los Pueblos”.
Pero a pesar del ingente aporte
de ALBA y PETROCARIBE, estos países lejos de adoptar una
postura anti-norteamericana buscan una mayor integración. En
junio próximo se celebrará una Conferencia sobre el Caribe
en Washington, donde se reunirán con el gobierno y congreso
norteamericano, lo que según los Jefes de Estados de la
región permitirá “ el desarrollo de una más profunda y
madura relación comercial y económica” . La Conferencia será
patrocinada por el Banco Mundial, el BID y la OEA.
Mientras que la política
revolucionaria hacia el Caribe pone en riesgo no sólo el
patrimonio financiero sino, más grave aún, la soberanía
territorial del país, los miembros del CARICOM no parecen
abandonar ni sus pretensiones territoriales ni sus
relaciones con los EE.UU. Los caribeños parecen estar
navegando cómodamente entre ambos mares, mientras que la
política de la Venezuela bolivariana naufraga… en el “mar de
la felicidad”.
alfredomichelena@gmail.com