Ayer la
cúpula del gobierno y el propio Chávez estaban de pre-infarto
con el mega-apagón.
Apenas salían del pésimo impacto de la gesta hamponil
“heróica” de Lina Ron, tratando de matar gente en
Globovisión, declarada antes “objetivo militar” por su
grupo de zánganos y vino a producirse, como tapa del
frasco, el inesperado mega-apagón en 4/5 partes del país,
y eso si es verdad que es tumba gobierno.
Recordemos que no se ha superado el grave trauma causado
en las relaciones con Colombia que le tiene el alma en
vilo a sabaneitor, por su demostrada asociación con la
organización narcoterrorista FARC. Tampoco se puede
descontar todavía lo que pudiera ocurrir como reacción
incontrolada por el cierre masivo de circuitos radiales,
condenado mundialmente.
Ya se delataba, en las últimas declaraciones de Diosdado,
que andan chorreados por las consecuencias de orden
público que podrían producir estos disparates de Chávez.
Y entonces al quedarse paralizado el país, por la
giga-falla eléctrica, la arritmia cardiaca se les fue a
millón.
Lo raro es que aún no digan que fue un sabotaje. Porque lo
más interesante es que si lo fuera y lo dijeran, entonces
admitirían que son vulnerables al extremo. Prefieren
quedarse con la acusación de que son piratas, también en
el sector eléctrico.
Muchos sabemos, en la oposición y también en el gobierno,
que por lo menos 20 de los 30 millones de habitantes,
agitados por este colapso en su actividad cotidiana,
podían haber resuelto que esa era la oportunidad para
explosionar toda la indignación en un solo y único acto.
Si entramos en una etapa política de punto de melcocha,
habrían podido, en segundos, constatar que es el gobierno
de roñosa incapacidad el responsable de sus calamidades,
que este corte eléctrico exponenciaba.
Ese mega- apagón era tumba-gobierno.
Ésta y cualquier otra hipótesis, surgidas de emergencias,
son las que descartan, los fulanos dirigentes opositores,
cantando desde el coro del gobierno, que solo vislumbran
como horizonte individual luminoso como alcahuetes, una
chamba parlamentaria o una candidatura para el 2011,
fabricada desde ya con encuestas manipuladas a punta de
millones mal habidos.
En el análisis de una coyuntura como la de ayer, es donde
se distingue que, estando al borde de un cataclismo
político generado desde mil vertientes distintas,
cualquiera de ellas puede ser el detonante que abra una
nueva etapa del país, como fue el 23 de Enero de 1958, el
27 de febrero de 1989, el 4 de febrero de 1992, las
elecciones del 98, la crisis de abril del 2001, la de
diciembre 2001.
El sacudón nacional está ya inscrito en el horizonte de
sucesos que irremediablemente se producirán, lo que nadie
sabe es con cual detonante: ¿Táchira? ¿Zulia, Costa
Oriental del lago? ¿Colombia? ¿Catia?¿Fuerte Tiuna?
¿Maracay? ¿Puerto Ordaz, CVG? ¿La morgue de Bello Monte? ¿
Y si resulta que es Barinas con su marcha a Versalles?...
O UN APAGÓN…
Si amigos un apagón eléctrico puede convertirse en el
apagón del régimen, pues si bien es cierto que: "una sola
chispa puede incendiar la pradera", como dijera Mao, una
ausencia de trillones de chispas eléctricas, sin las que
el país pudiera seguir en su cotidianidad resignada, podía
haber hecho el mismo efecto que la chispa de Mao Tse-tung.
¿Duda alguien todavía que a esta crápula de régimen se lo
llevará en los cachos su propia ineptitud?
El mega-apagón de ayer que se repetirá, incluso más grave,
puede convertirse en una clarinada de convocatoria, en la
hora cero, en el aviso unánime para decirle basta a este
gobierno apestoso.
El bandidaje gubernamental siempre nos acusa de querer
desestabilizarlo. Nada más impropio. Son ellos mismos, con
su exorbitante incompetencia, los que se encargan de poner
siempre a la orden del día la necesidad de sacarlos a
patadas.
No quisiera sin embargo dejar la impresión que solo abogo
por el auxilio del acto imprevisto, de la circunstancia
espontanea, del albur que se juegue en nuestro favor, por
cuanto también es cierto, que a unos bicharracos como
estos puede también ocurrírseles que esa es la oportunidad
para dar un sipotazo certero contra las libertades, que no
han podido quitarnos y lograr así diferir, un poco más, su
irremediable caída.
Nada nos puede ahorrar el tiempo y esfuerzos que han de
invertirse, para la necesaria selección de una nueva
dirección para la oposición, que esté realmente dispuesta
a generar la conciencia unificadora y la organización de
vanguardia necesaria y suficiente, para convertir los
miles de actos de protesta semiconsciente de millones, en
una certeza política de que existe una incompatibilidad
nacional, de esos intereses de los venezolanos, con el
sobregiro histórico de este régimen chavista forajido.
Tampoco es cierto que lo mejor sea que esta experiencia
gubernamental de fanáticos y ladrones de oficio termine en
el caos como quiere Chávez, aunque sea transitoriamente,
para dejar establecido que luego de él, solo puede
sobrevenir el diluvio.
Lo difícil no es ayudar a que Chávez termine cuanto antes
mejor, imponiendo su renuncia por ejemplo, con la rebelión
generalizada incluso con el nivel de la existente en el
ambiente que ya se ha dado, solo con la diferencia de
tener todos esa u otra consigna, ordenadora para todas las
protestas a las que se le ponga de relieve el contenido
político profundo que encierran.
Y para los perfeccionistas le tengo una noticia, que viene
pautada por la historia de miles de grandes
acontecimientos, según la cual no importa por donde
comienza el sacudón, lo importante es tener quien le dé su
finalidad en el curso de los hechos.
Apelo al ejemplo de la Guerra de Malvinas, que me toco
vivir y no de mirón en el escenario político de Buenos
Aires, para demostrar lo aleatorio que resulta la
combinación de circunstancias que dan al traste con un
desgobierno.
Muchas organizaciones decidimos apoyar y movilizarnos por
la guerra contra Inglaterra, sacando nuestra gente de las
catacumbas de la clandestinidad de 8 años, a donde nos
enviaron los fascistas gobernantes que desaparecían,
torturaban, mataban y encarcelaban por miles y miles, con
la certeza que la Junta del gorila general Galtieri había
cometido un error de cálculo descomunal, que llevaría a la
caída de la dictadura… la guerra los empantanó y los
sacamos…
Todo dictadorzuelo, todo déspota comete este tipo de
errores, sobreestimando su capacidad de maniobra. Cada día
despierto esperando el que cometerá otra vez Chávez. Ya
van varios pero…
Lo más complejo quedará entonces por delante: ¿ cómo
superar el trauma de años 10 perdidos miserablemente,
malgastados en ridículas ideologizaciones, para justificar
como robar y perpetuarse en el poder ?
Queda la ruina consecuente al despilfarro de UN BILLON de
dólares. (Un trillón USA). Heredaremos un Estado
delincuente y eso es lo más difícil de superar, puesto que
debemos empezar allí donde quedó la acumulación
institucional civilizada, de lo mejor de nosotros y
aprovechar para extirpar las viejas gangrenas heredadas,
que procrearon el chavismo y su hercúlea obra de
destrucción de estos dos lustros de estafa política y
social.
franceschi1947@gmail.com