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Sir Raleigh y Sir Morgan
por Alberto Franceschi  
Miércoles, 21 marzo 2007



Como la crisis política tenderá a agudizarse y en medio de tantas amarguras, al ver el país yéndose por la cañería, nos queda el dramático entretenimiento de observar, como películas de terror político, los actores de nuestro campo opositor disputarse en el debate nacional, por proponer, otra vez, un disparate tras otro.

Menos mal que estamos en etapa de balances, análisis y teorizaciones y no cuando lograren poner millones en la calle, para achicharrarles de nuevo sus ilusiones y esperanzas, si es que ello fuera posible y quedaran algunas.

Ahora impera una especie de sopor de escepticismo. Nadie cree en nada, ni en nadie y Chávez aprovechó para pisar el acelerador, menos mal que es hacia el despeñadero de su régimen. Sacó a Rangel del gobierno por no saber cantar el himno de Panamá en el Panteón y por tener demasiado poder que él no quiere compartir.

Tampoco quiere a los gobernadores y alcaldes, que tenían una sombrita propia, bajó su mata de cují, con sus votos heredados de otros tiempos, como Didalco.
Sabaneitor vino y se declaró como el único samán con derecho a dar sombra del poder y se lanzó a quitarles lo que tengan como cuota disminuida de decisión y presupuesto, porque esta vaina mía dice él y de nadie mas, y él la reparte como le de la gana.

Ayer no más, mandó dos millones y medio de dólares, es decir diez mil millones de bolívares, a precios reales, para remodelarle la última casa donde vivió el General Juan Domingo Perón, allá en Buenos Aires.

No se si saben que ese gran “benefactor de Venezuela”, a quien ahora le rendimos tributo, quitándole los reales a las emergencias de nuestros hospitales, para refraccionarle el palacete memorial de lo que viene a ser como un monumento a la imbecilidad política argentina, apenas estuvo aquí unos días, de paso al exilio, en el 1955 perezjimenista, para la Dominicana de Chapita Trujillo y la España de Franco.

Por esta sola fechoría de desfalco Chavez debería pagar muchos años de cárcel, por malversación agravada, manifiesta pública y notoria.

Este carajo está loco definitivamente, pero no anda metiendo los dedos en los enchufes. Pendejo no es. Solo es un rolo de vivo, como la inmensa mayoría de los orates.

Él cree que se sacó el mayor Kino de la historia universal y ese premio es nada menos que de US $ 600.000.000.000, seiscientos mil millones de dólares en 8 años, que ha despilfarrado regalado, botado, malbaratado, esfumado, como un Caligula cualquiera.

De no ser por la textura del papel moneda, de los billetes de mil dólares, hasta podía creer que se limpia con decenas de ellos todos los días, porque al fin y al cabo ese uso es igual al de la remodelación que ahora financiamos de la casa de Perón, o sus costosos mítines en Argentina o la factura diaria de los que nos cuesta la burocracia cubana del estado chulo-tiránico, del senil ano postizo.

Es que esto de la regaladora de nuestros recursos, ha llegado a límites tan grotescos que ya nadie le para. Por ejemplo aparece donándole a HAITI, 1000 millones de dólares, donde y que 500 son de “EL” y 500 de Cuba. Apuesto lo que sea que los 500 de Cuba los pusimos también nosotros.
Nadie aquí chista, porque eran reales para el mísero Haití, pero apuesto un ojo y no lo perdería, que esos reales son para los altos burócratas del régimen haitiano que ya compró también.

Hay gente que lleva estas cuentas a este Boves de Sabaneta y le salen como mil años de cárcel. Habrá que es estar pendiente de dejar el único artículo que voté en la Constitución del 99, que fue el de poner como IMPRESCRIPTIBLES, LOS DELITOS DE CORRUPCION, y si sumamos la corresponsabilidad, que se preparen los Ministros para pasar muchos años a la sombra, y el general Eructo tendrá que ver confiscada su colección de Hummers.

Por nuestro lado, el de la desgraciada oposición, la verdad que la diferencia entre los extremos de nuestros discurseadores de oficio, es como entre el purgante de aceite de ricino, el aceite Castor o el vermífugo.

Nuestra calamidad nacional nace de una enfermedad que satura el ambiente de arribismos desesperados, donde todo se orienta y consiste en querer participar en el desfile de figuras, que ven el acceso al poder de un estado rico, y ahora sin los menores controles ni contrapesos, como una oportunidad de enriquecimiento adulterino para si y para sus descendientes de varias generaciones.

¿Será el estigma lógico de todo país capitalista que llegó tarde a la globalización de la economía mundial?
La mafia rusa está construyendo un gran país capitalista, sobre las gigantescas ruinas sombrías del colectivismo comunista.
Con su milenaria práctica del despotismo asiático, los burócratas chinos andan saqueando a manos llenas la otrora gigantesca propiedad estatal. Van a velocidad de vértigo a alcanzar y pasar, al igual que los coreanos del sur, a las viejas y fundadoras naciones capitalistas europeas.

Ya está lejos, hasta para los libros de historia, el lejano tiempo de Sir Walter Raleigh, Sir Henry Morgan y sus sucesores, quienes esperaban en el Caribe, en puntos estratégicos de casi obligado paso, las flotas españolas repletas de oro y plata, para saquearlas, lo que a su vez los conquistadores españoles le habían arrancado a América extrayéndole su tributo a la civilización occidental. Esos fueron los cimientos muy sólidos, además de la Ética protestante, de la llamada “acumulación primitiva” del capital ingles.

No puedo andar en la historia mundial mas líneas de lo debido y solo me queda anotar que ahora, en estos tiempos de mega potencia económica y militar de USA, esta seguirá incólume por lo que queda de siglo, por esa fantástica fuerza interior, que llevó sus compañías a “transnacionalizarse” y mimetizarse con ese esplendor de crecimiento asiático, que genera cada vez un mejor nivel de vida, además de a los Chinos, en los propios EE.UU., para millones de nuevos inmigrantes, como desde hace dos siglos, entre ellos los que mandó Castro y ahora Chávez a Florida.

EE.UU. en ese país síntesis de la economía y la política mundial, con sus ciudades cosmopolitas, que ya son las capitales del mundo y solo Hugo Chavez, no se ha enterado, con su discurso de Robin Hood tramposo para desgracia de toda una generación de venezolanos. Es un Robin truculento porque saquea el tesoro y nos roba el futuro y solo reparte un poco aquí y mucho afuera, financiando bandidos de los alrededores. Inventa conflictos externos para distraer y así poder seguir con la llave de la bóveda del Banco Central.

Sin embargo en esa repartición nauseabunda, plagada de latrocinios de los dineros públicos nuestros, la mayor parte la reciben y acumulan sus socios de la boliburguesia, como si fueran los SIR piratas de aquellos tiempos, que enriquecían con sus magnas fechorías, la corona británica.

Para quienes crean que estos hechos son solo anécdotas, les participo que esta demostrado históricamente y contabilizado, que las flotas españolas que robaron los piratas equivalen a varias veces lo que produce en años y años Venezuela en dólares petroleros.

Y NO HAY comparación histórica posible con cualquier otro gobierno en el mundo, del derroche demencial de Chavez, y por favor si existiere, que alguien lo señale, porque si hay algo que lo opaque, es esto, que se me ha ocurrido puede ser, el único precedente, para significar lo acumulado por la Boliburguesia y el alto funcionariado chavista.

Lo que este malandraje a expoliado a los venezolanos es una cifra de la cuantía de lo que se robaron los piratas ingleses y holandeses y que colocaron la piedra angular de la riqueza capitalista temprana de esas dos naciones.

Solo que para variar, los cajeros de la boliburguesía están en tierras distantes del golfo pérsico o tras el celoso secreto bancario suizo, y para los más avispados, colocados desde Islas Caimán, danzando cada minuto en los movimientos especulativos en centenares de bancos y acciones de bolsa de valores en decenas de plazas financieras del mundo.

Entre otras cosas ya quisiera vivir el tiempo necesario para ver desmontar este gigantesco fraude de alcance universal de los burócratas y socios rojos rojitos, que dejarán como un bolsa vendedor de empanadas, a Pablo Escobar y otros grandes barones de la droga.

Porque esas empanadas eran como de sardinas baratas, comparadas con las que vendió el fantaseador nuestro, el nieto de Rosines, cuando se paseaba en la polvorientas calles de la Sabaneta de su infancia, y con ojos deslumbrados soñaba despierto con ser el mas grande regalador de la historia…y lo logró.

Que generoso con la ajeno resultó este sujeto que será, o ya es de leyenda. Ya Chavez puede retirarse. Ha logrado que en lugar de Robin Hood se hable en el futuro de The Cháve`z Hood sabanodoneitor”.

franceschi1947@gmail.com

 
 

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