En
una astuta jugada diplomática Chávez, haciendo de
pacificador, quiere actuar en los problemas internos de
Colombia, y pese a que el presidente Uribe le ha dicho
taxativamente que no puede aceptar que se reúna en
territorio colombiano con TiroFijo Marulanda, Chávez
insiste en esa gestión, que para los intereses del Estado
colombiano constituye un despropósito.
¿Qué busca
Chávez con estas intromisiones? Sencillamente busca un
conflicto que le permita aparecer simultáneamente como un
pacifista víctima, a la cabeza de una patria venezolana
herida, de hace esfuerzos nobles pero despreciados por un
gobierno colombiano oligarca belicista e intransigente,
que menoscaba los deseos de paz interior de ese país y la
angustia de los familiares de los centenares de rehenes
que serian objetos del canje humanitario frustrado contra
los deseos de Chávez.
Es esa
incómoda situación la que trata de evitar Uribe y el
locario nuestro insiste hasta el abuso para sacarle más
ventajas a su jugada.
Si se queda
hasta aquí, Chávez ya ganó algo. Si sigue la impertinente
insistencia, entonces es por que quiere incomodar al
gobierno colombiano, para tratar de utilizar una eventual
escalada de fricciones, que le permitan utilizar armas
ideológicas de unidad patriotera, en vísperas del su
Referéndum constitucional fraudulento cuesta arriba.
Ya podía
adivinarse que cuando trataba lo del Golfo en realidad
Chávez quería sacarlo del escenario de discusión para
aparecer solo como un cruzado de la paz, contra el plan
Colombia de Bush-Uribe que arrincona a las FARC que Chávez
auxilia con sus aspavientos diplomáticos
intervencionistas.
franceschi1947@gmail.com