¿Vamos a otro enorme fracaso
opositor, en la oportunidad del Referéndum Constitucional,
o a la gran UNIDAD que nos permitiría reducir a
drásticamente los plazos para salir del dictador?
Todavía no se perciben de forma clara las graves
consecuencias del hecho que el régimen chavista se
perpetúa solo motivado a que existe en Venezuela una
crisis de la dirección política de la oposición.
Ésta calamidad se manifiesta en una ausencia de
reconocimiento a una sola idea guía y a quienes la
destaquen con su mensaje, que de ser seguido por millones,
si denotaría que la situación está acercándose al limite y
ya presagia que se terminará encontrando ese punto de
confluencia, en la conciencia colectiva, para hacer viable
el drástico cambio de dirección de los acontecimientos.
Esto es tan primario y elemental, que no damos crédito a
la sospecha de que todo nuestro destino como nación
depende de ello y no de las supuestas fortalezas del
mandamás y su corte de adulantes militares y
para-militares uniformados, ahora sustentados en la amplia
burocracia de prevaricadores de oficio.
A veces, por mezquindades, no se acepta que puede uno
tener razón, en este abordaje crudo de los problemas
políticos que afrontamos, desde nuestro bando democrático,
porque automáticamente se piensa que quien así se exprese
ha de cobrar, el hecho de tener razón, en prestigio y
jerarquía dentro del liderazgo.
Confieso que no he encontrado la fórmula para demostrar
que existimos compatriotas, que aunque nos expliquemos en
términos políticos, no tenemos ninguna ambición de poder y
solo queremos vivir y morir en paz, en un país donde
primen las instituciones democráticas y una economía
libre, que permita el progreso de todos sin la maldición
de las ideologías pretendiendo regimentar nuestras vidas.
Hechas estas salvaguardas quisiera transmitirles la
angustia que me produce constatar que volvemos a entrar,
hasta diciembre, en el túnel de la prédica de la política
de acuerdo a las severas limitaciones del discurso de
autodidactas, fanáticos y oportunistas de siete suelas,
que aspiran en realidad no se que, porque estamos a punto
de perder todos y por años, lo que podríamos preservar, si
prima la unidad de propósitos y una orientación
estratégica o por lo menos táctica, que tome distancia de
las dos propuestas que no mantienen en la inopia y la
parálisis.
Estas polarizaciones internas de la oposición, no son
otras que las del fanatismo ultimatista, que cree poder
sustituir, con arrebatos verbales, la laboriosa
preparación de la insurrección general contra el
despotismo y que vuelve a estar enfrentado en las
antípodas a las opiniones cuasi oficialistas, de quienes
le prenden velas a la coexistencia pacifica con este
gobierno de malandros, como si fuese posible entenderse
con ellos a no ser postrados ante su trasero.
Ya empezó la cantaleta sobre votar o no votar, como si
pudieran convencernos mutuamente de que una tesis es más
eficiente que la otra, contra el referéndum del déspota.
Pongamos las cosas en su sitio y veremos como se aclara
por lo menos a lo que juega cada quien.
Unos proponen votar, para esgrimir un rotundo NO, aunque
no le cuenten el voto o se lo falsifiquen cambiándoselo a
intención contraria.
Están convencidos que el arma del voto no se le regala a
los déspotas, aunque estos hagan fraudes masivos, que
burlan la democracia a nombre del sufragio.
Esta posición de opositores honorables no es comprendida,
ni menos aceptada, por los fanáticos de la pureza casera
de la abstención como practica libertaria, aunque sea
inútil en sus efectos.
Pero ese NO de irreconciliables opositores al régimen, es
muy distinto a los que bajo cuerda quieren hacerse
perdonar las futuras guillotinas sociales, de la exclusión
por motivos ideológicos y han pactado de facto, poco
importa la fórmula, que asistirán modositos a las urnas
del referéndum legitimante de la nueva constitución gorila
y comunista de Chávez.
Quienes nos proponen la abstención como panacea universal,
quizá no les moleste saber que su repudio al sistema
electoral fraudulento pestilente, lo compartirán como
trinchera con los sectores mas despolitizados,
indiferentes e irresponsables de la población, que se
abandonaron hace años a su propia suerte, la de abulia de
millones, que si bien maldicen su cotidianidad forjada por
este gobierno de ladrones e incapaces, dejó de
interesarles en lo mas mínimo que este país se convierta
en Uganda o en Suiza.
Solo les interesa vivir como vacunos, basta que haya donde
pastar y beber.
Observemos como entonces este encendido debate, de dimes y
diretes sobre participar o no, carece del menor sentido
práctico.
Nadie es más radical votando que absteniéndose, ni lo
inverso tampoco es credencial de un carajo.
Lo que es radicalmente positivo es que logremos UNIRNOS
TODOS, los que realmente nos oponemos a este gobierno
gorila, detrás de una propuesta que haga visible el
repudio de la mayoría nacional a este engendro de
socialismo delincuencial, que copa cada vez mayores
espacios del Estado venezolano.
Si realmente tuviésemos una dirección dispuesta a salir
del atolladero en que el chavismo metió a este país,
viéramos a sus protagonistas forjando a cualquier precio y
con cualquier método de consulta democrática, una decisión
UNITARIA para votar NO o para ABSTENERNOS todos y dejar
solos a los rojos con su 10% , del 4 de diciembre de 2005,
de las parlamentarias, aunque de nuestro lado, todavía los
nostálgicos de la convivencia parlamentaria con el
chavismo se lamentan de que no hayan voces nuestras, en
ese chiquero de eunucos y descerebrados, en que se
convirtió ese congreso del régimen.
Si en verdad estuvieran dadas las condiciones para ponerle
fecha a una insurrección nacional contra el despotismo
comunistoide chavista, nada mas simbólico que realizarla
en coincidencia con el referéndum fraudulento, con el que
sabaneitor planea eliminarnos como república, para pasar a
convertirnos en su hacienda, mecenas de áulicos en fila de
racionamientos y chulos estatistas, del continente y de
mas allá, para cantarle loas a este mamarracho de régimen
y que contra toda lógica imaginable, resuelven tolerar la
ambición de poder de un locario, cuyo precio es
convertirnos en un país bárbaro y empobrecido, amen de
ridículamente belicoso.
¿Cuál sería entonces la estrategia política ideal que nos
reuniría a todos?
1) Constituir un amplio frente, una gran coalición, lo mas
heterogénea posible contra la nueva constitución
fraudulenta.
2) Ir a manifestaciones de millones de ciudadanos de todas
las tendencias exigiendo un nuevo REP, un nuevo registro
civil, un nuevo CNE designado por amplia concertación
nacional.
3) De lograr esas revisiones indispensables ir todos a
votar NO contra el déspota y su constitución gorila
comunista. Al obtener el triunfo del NO exigir la
inmediata salida del gorila y la convocatoria a elecciones
generales inmediatas.
4) De no imponerse estas reivindicaciones, ir a un BOICOT
activo. Un Boicot no es una abstención, es mucho mas que
eso, es lograr con la movilización callejera el día del
referéndum un repudio nacional activo contra la farsa
auto-proclamatoria.
5) Puede manifestarse pacíficamente provocando el desierto
electoral durante el día, pero ya en la tarde debemos
exigir la RENUNCIA en una gran movilización, convertida en
los días subsiguientes en una Huelga General Política,
hasta lograr la expulsión del régimen, esto es impensable
sin la fractura de las Fuerzas Armadas, pero si hay algo
seguro, es que estas FFAA no aguantan ni un día de
confrontación general contra el gobierno.
Ojalá pudiéramos discutir más allá de los simplismos de
quienes se enamoran, como buenos autodidactas, de sus
escasas ideas, que las convierten en manual de fanáticos.
Ojalá quienes tienen rabo de paja de querer pactar con el
chavismo, por toda clase de motivaciones, no nos tomen por
tontos, argumentando con lecciones simplistas de
democracia, solo para taparear sus colaboracionismos cada
vez más impúdicos.
Ojalá que se entendiera definitivamente que LAS CUESTIONES
TÁCTICAS NO SON CUESTIONES DE PRINCIPIO, que se puede ser
opositor honorable y consecuente y querer ir a votar NO,
que en nada se diferencia de otros honorables y
consecuentes opositores, que solo desean abstenerse y
pregonar las virtudes de esta táctica.
Ojala todos sepan que se puede ir a votar NO y ser un
cómplice del gobierno, o abstenerse y ser un deleznable
agente político del régimen, pregonando provocaciones para
imponer actos exaltados aislados, que sirven de excusa
para exacerbar practicas represivas desde el régimen.
Cuando aprendamos que lo DE PRINCIPIO Y ESTRATÉGICO ES LA
UNIDAD, y que lo demás es lo táctico, circunstancial,
relativo, como lo son las propuestas de cómo votar o
abstenerse, en ese momento estaremos preparados para dar
grandes saltos en la lucha contra el régimen.
Este aprendizaje puede tardar semanas, meses o años y
nuestra tragedia es que la competencia que vemos y la
discusión que presenciamos, no es sobre ideas y
propuestas, sino sobre cuales caras proponen cada visión
parcial y absurdamente enfrentadas, como si fuesen
cuestiones de principio.
La división es criminal. La unidad es lo que paga, así sea
con una política errónea, porque se encuentran fuerzas en
la misma dinámica para corregir el rumbo.
Con la división estamos condenados a jamás descubrir cual
propuesta era la mas eficiente porque es el régimen quien
siempre gana.
franceschi1947@gmail.com