A propósito de la aparición
del libro: Venezuela, un país podrido. Habla Elías Manuitt
Camero. Caracas, CPT, 2012, y por tratarse del testimonio
de un exoficial de las FAN (1940-62) y luego comandante
guerrillero (62-67) se nos pregunta si es que el autor de
la entrevista realizada a fines de 1977, a una década del
fallecimiento del entrevistado en 1988, considera que el
tema tiene vigencia.
A esto respondemos que nuestro trabajo sobre violencia no
se limita a una determinada coyuntura. Este libro se
agrega a los seis ya publicados sobre la lucha armada de
los 60 y a la propia reflexión que hicimos, en el
entendido de que lo que se conoce como período republicano
de 200 años tiene un registro permanente de violencia.
Y en este sentido, y cuando EMC alude a la Venezuela
podrida en 1977, le preguntamos por la salida de esa
situación, y señaló: “Esto no se resuelve sino con la
violencia”. Y repreguntamos: ¿Nos espera entonces una
mortandad? Y respondió: “Sí, indudable y
lamentablemente”(pp.257-58)
EMC pensaba en una Venezuela que no ha desaparecido y en
la cual, por desgracia, sigue planteada una situación de
confrontación y polarización. El tiempo ha transcurrido,
pero a lo largo del mismo se han mantenido las condiciones
que definen y determinan la misma historia y la misma
violencia.
Por esto, cuando examinamos lo que ocurre hoy en este ex
país y escuchamos los testimonios de los políticos de lado
y lado, se puede pensar que hay una especie de
congelamiento de un proceso en el cual no se han planteado
cambios de raíz.
El actual panorama político tiene el mismo curso:
patriotas contra apátridas o realistas, héroes contra
villanos. Buenos o malos, según como se esté alineado.
En este sentido, los más altos voceros gubernamentales,
repiten hoy que la oposición apátrida tiene un plan oculto
que no le permite declarar que reconocerá los resultados
electorales que proclame el CNE en la madrugada del 08-0.
Y no lo harán porque están decididos a cantar
fraude-trampa e impulsar una situación de anarquía que
cree un ambiente en el cual prevalezca la inestabilidad.
Por ello la respuesta oficialista es la advertencia:
Diosdado Cabello le dice a J V Rangel (Lo de Hoy,
17/06/12) que si la oposición se atreve a atentar contra
la revolución “no tienen ni idea de la respuesta que
nosotros le vamos a dar y se arrepentirían toda la vida”.
El Golpista-Presidente (GP) el día siguiente declara: “Mr
Obama en la reunión de la Cumbre de las Américas dijo que
“esperaba que en Venezuela las elecciones fueran
transparentes. Esa es una poderosa señal del imperialismo
que está relacionada con la oposición”. Y agrega: en las
elecciones del 7-0 esa oposición hará su acusación de
fraude para procurar que se produzcan hechos violentos que
permitan la aplicación de las fórmulas del Consejo de
Seguridad de la ONU.
Y termina con la misma advertencia: “Si incursionan por
esos caminos se van a arrepentir. Ustedes saben que no
somos cuatro gatos, somos millones. No se van a poder
imponer con esos planes de violencia y locura”. Su
posición ante ese escenario tiene una inmensa carga de
violencia: ¡los barreríamos!
Ahora ¿tiene algo de verdad esta prédica? ¿Existe un plan
‘B’ propio de las oposiciones? ¿Tienen éstas un mínimo de
organización y claridad de objetivos en cuanto a la lucha
por el poder? Hasta ahora no se les conoce la intención,
convicción y vocación de poder.
Y como esto es algo verdaderamente forzado se apela a la
supuesta relación oposiciones-imperio, sobre la base de
que hay una lucha que junta a los
capitalistas-imperialistas contra los
socialistas-comunistas.
A esta hora es evidente que USA levanta un expediente a la
“revolución castro-chavista” que incluye transparencia
electoral, narcotráfico, conexiones con Irán, China y
Rusia. Sin embargo, las relaciones, aun resquebrajadas, se
mantienen a partir del vínculo petrolero que aún tiene
claros signos de dependencia.
¿Nos aguarda entonces inevitable y lamentablemente la
violencia que preconizó EMC? Las oposiciones que hoy
exhiben un pacto de unidad no parecen inclinadas a
incursionar en el terreno violento. Su discurso es de
reconciliación, paz, progreso, libertad, y futuro.
Ahora, ¿qué puede ocurrir ante la consolidación del
escenario del triunfo del GP el 7-0? ¿Se lanzarán las
oposiciones a una abierta lucha violenta? Para esto no
parece haber medios ni condiciones y sólo podría suceder
de mediar el concurso de fuerzas externas.
Y esto nos pondría sobre una situación extremadamente
peligrosa, dado que se inscribirían en la escena violenta
los componentes que apoyan al castro-chavismo. El
fanatismo de lado y lado se exacerbaría y nadie sabe dónde
podría ir a parar la situación.
Con todo, estamos obligados a sumar esfuerzos con el
objeto de detener la mortandad a que alude EMC y a la cual
nos conducen las políticas de la polarización, que nada
tienen que ver con democracia o revolución, sino con
saqueo de parte y parte e imposición del más franco
autoritarismo, que tanta huella tiene registrado en el
duro proceso de este ex país.
¿Dejaremos que la lucha de ambiciones de los polos de la
destrucción nos conduzcan hacia otra lucha de votos o
balas, como aquella que produjo la hecatombe de los tantos
quedados en los caminos de los 60 y otras tragedias como
la de EMC?
Ya en la lucha supuestamente pacífica adelantada por este
régimen hay un registro de bajas silenciosas y no
contabilizadas. Son los caídos por las balas de la
inseguridad y la angustia. Es la gente violentada por la
llamada revolución pacífica pero armada que nos convirtió
en la Venecuba de la derrota y la sobrevivencia.
Una situación de la que es necesario salir, no por vía de
la respuesta de mayor violencia sino por la fuerza social
disidente, organizada y consciente que sea capaz de poner
la acción y valer del colectivo a favor de la construcción
de una historia de y para la verdadera trascendencia. ¡Que
historia amigos!
@blancomunoz
abm333@gmail.com