El Jefe de Campaña de “Si hay un camino de esperanza,
sueño, alegría, felicidad y futuro” acusa de vacío y
caduco el discurso del otro candidato porque es el mismo
plan de promesas que se ha ofrecido en 13 años (R de P,
13/06/12).
En efecto, la exposición del Golpista-Presidente (GP)
volvió sobre el discurso que pone en movimiento al ganar
el Referendo Revocatorio Presidencial el 15Ag.-04.
Entonces señaló que ‘Venezuela había cambiado para
siempre’. Pasaba, bajo la conducción de Fidel Castro, al
llamado camino del socialismo y a conformar Venecuba, la
unión de dos proyectos, dos experiencias, dos
revoluciones.
Por eso a la hora de la campaña electoral que le condujo
a la victoria en diciembre del 06 frente a Manuel Rosales,
el GP advirtió: “quien vote por mí, votará por el
socialismo”.
Y a la hora de aspirar a la cuarta reelección, el GP sólo
amplía los esquemas que presenta como programa de
gobierno o proyecto de país. Se presenta una vez más como
el segundo y gran Libertador que hará posible la verdadera
independencia que conduzca al nuevo socialismo.
Un proyecto-proceso ya suficientemente manoseado. De nuevo
se acude al rescate de una independencia sin independencia
que llena 200 años de lo que se ha llamado período
republicano. Lo único novedoso es que ahora todo esto
llevaría al socialismo y al desarrollo económico y social.
Al parecer se ignora lo que ha sido el fracasado
socialismo sin socialismo de Rusia, China, Corea o Cuba.
Y por ello el programa que tiene como fundamento el
proceso de una derrota profunda y continuada, se le
presenta como la gran salvación.
Sólo con el socialismo se podrá lograr ‘la mayor suma de
felicidad posible’ a la que alude Bolívar. Pero no se
hace referencia al socialismo del pasado sino al del siglo
XXI.
Se ofrece un “nuevo socialismo” que mantiene los
lineamientos del más salvaje neoliberalismo. No se
establece, por ejemplo, la necesaria construcción de un
modo de producción que coloque esta realidad más allá del
dominio del capitalismo.
Y mientras no se precisen el o los agentes históricos para
la conformación del nuevo modelo para otra forma de
producir y vivir, seguiremos anclados en la repetición
del mismo fracaso.
No hay duda que estamos ante un proyecto que corresponde
al pasado y la derrota. El socialismo a la cubana es una
acción dirigida a preservar los privilegios levantados
sobre la derrota, la violencia y la manipulación.
Un nuevo intento de enfrentar el capitalismo desde otra
forma de acumulación. Los beneficios corresponden entonces
a los mismos dueños de la riqueza. Para la pobreza hay
mejoras que deben pagar al precio de una derrota histórica
que se expresa en un ex país cada vez más desbaratado.
Estamos hoy frente a un supuesto radicalismo que establece
convivencia con quien califica como su supremo enemigo:
USA. De su mercado depende en lo fundamental lo que se
conoce como “Socialismo Bolivariano”, que no es más que
uno de los más groseros escapes y el mayor reparto
populista de su historia.
Y frente a esta acción de destrucción ¿qué proyecto se
antepone? ¿Enfrentan las oposiciones este modelo del
reparto y el atraso para impulsar la creación de las
bases de un modo de producción que tenga como punto de
partida y supere, la renta petrolera?
El candidato de las oposiciones pide llevar a ley el
reparto actual para organizarlo, profundizarlo y
garantizarlo en el tiempo.
Apenas agrega un plan de empleos que estaría unido a la
consabida reactivación del aparato productivo, a partir
del regreso de la inversión extranjera ahuyentada por el
tal socialismo y las amenazas a la propiedad privada y la
inseguridad reinante. Para nada se refiere un nuevo modo
de producción.
Esto quiere decir que nos mantendríamos en los
lineamientos del capitalismo conocido y que experimenta
hoy una de sus más alarmantes implosiones. Se actúa con la
limitación de quien considera que podrá salvar “su
capitalismo” de la global-explotación porque está blindado
con los altos precios del petróleo y las mayores reservas
del mundo.
¿Pero cómo enfrentar esta situación de agotamiento del
“capitalismo tradicional”? ¿Con el reparto de siempre?
¿Tendría validez en un proyecto de desarrollo económico y
social crear planes para llevar toda la población a la
producción para, en términos de emergencia, proponerse a
forjar otra forma de producir y vivir?
Hoy estos “dos modelos” del atraso, el pasado, los falsos
sueños y esperanzas conducen este ex país hacia el más
profundo abismo. Lo planteado es continuar la
sobrevivencia en medio de la miseria recubierta de dádivas
y la abundancia en manos de burócratas y el gran capital.
Y entre los “dos modelos” sobresale hoy quien se presenta
como el dueño de todos los poderes, portador de un inmenso
capital político adquirido a partir de una gigantesca
inversión nacional e internacional, que le garantiza una
hegemonía que aumenta, consolida y que hoy se presenta
como imbatible en el corto y mediano plazo.
El régimen tiene garantizada su continuación y estabilidad
en el mando-poder por la vía de la paz comprada o de la
guerra sin contemplaciones. Un evento electoral como el
del 7-0 es simplemente una manera de contribuir a
apuntalar su legitimación y a ampliar y profundizar su
hegemonía.
A esta hora está claro lo señalado por el GP a J.Urdaneta
Hernández: Compadre, nos permitieron llegar al poder por
votos y ahora tendrán que sacarnos de aquí a plomo. (El
Comandante Irreductible. Caracas, UCV, 203, p. 264. Y como
no se trata de aupar esta salida, tendremos revolución por
un rato largo. Hasta que se organice el Movimiento
Disidente que sea capaz de impulsar una Venezuela que no
esté atada a los socialismos y capitalismos del mismo
fracaso, la misma perdición y la misma miseria. ¡Qué
historia amigos!
@blancomunoz
abm333@gmail.com