Inicio | Editor | Contáctenos 
 
 

El Chola Ron socialismo bolivariano
por Agustín Blanco Muñoz
 
domingo, 9 agosto 2009


El GP ha sido muy claro y terminante en el pedido de colaboración hecho a su entorno para meter chola, pisar acelerador, para construir el socialismo que no se ha establecido en parte alguna.

 Y en esta hora  en la que se alude a acelerador y radicalización, por una parte, y a revolución dispuesta a marchar a tono con la constitución  y las leyes, se impone una evaluación que nos permita saber dónde estamos y qué nos espera, en un momento en el cual las encuestadoras  vuelven a señalar que el GP no cuenta con la mayoría, pero mantiene altos niveles de popularidad-aceptación. A este objetivo están destinados los puntos que siguen.

1.- Es necesario insistir en que este régimen no tiene nada que ver con  democracia, pero hasta hoy se le tiene  como tal y, en consecuencia, se le pide que actúe en la forma correspondiente.

2.- Por ello, cuando las encuestadoras redescubren que el GP no cuenta con el apoyo de las mayorías y que, en consecuencia, es minoría, se tiende a olvidar que ésta ha sido la constante desde el 15D-99. Desde un inicio el régimen compró una maquinaria electoral que está a su completa disposición y que en la actualidad se encuentra completamente afinada y hasta respaldada por una normativa que legaliza el fraude-trampa, en toda su extensión.

3.- Esto quiere decir que, a lo largo del período ‘revolucionario’, se ha aplicado la misma política del pasado y que estamos ante un mismo fracaso con una doble expresión: por una parte la ‘vieja democracia’ y, por la otra, ‘la nueva revolución’. Dos maneras de expresar la misma frustración y la incapacidad para dar el salto hacia otra realidad.

4.- Aquí prevalece un estancamiento político que tiene su primera gran expresión el 27F-89. El proyecto-proceso bolivariano no ha sido capaz de avanzar, más allá de su discurso, hacia un nuevo contenido político, programático y organizacional. Por ello hemos sostenido y sostenemos que estamos en un tiempo de predominio político del pasado, en el cual no se ha producido ruptura alguna.

5.- Esto significa que la lucha en ese campo hoy aquí se limita a una confrontación en la que cada una de las partes tiende a demostrar, en atención al más estricto positivismo, que su posición democrática o revolucionaria es la más adelantada. En el fondo  -insistimos- esto es suma de pasado.

6.- Estos elementos deben considerarse a la hora de examinar lo que ocurre hoy en este expaís. El epicentro de la situación lo establece un régimen que cada día pone más énfasis en evidenciar que sólo puede mantenerse por la vía de la fuerza, la intimidación, la manipulación, la compra de conciencia y voluntades. En estos ‘poderes’ radica la fuerza y proyección del proceso bolivariano.

7.- Esto hace posible un cuadro político compuesto básicamente por un híbrido cuyas partes difícilmente pueden conciliar. Por un lado, hay una práctica que se afilia a lo autoritario-dictatorial, con firme inspiración totalitaria y fascista, y por el otro, la necesidad de mantener con vida la ficción de  democracia, legalidad y libertad que sirvan como cobertura a la acción concreta de dominación y violencia. Se trata, en consecuencia, del mismo y conocido esquema dictatorial que ahora alcanza las posibilidades que le permite la inversión de los petrodólares y el disfraz de democracia.

8.- Sin embargo, el régimen ha querido plantear una expectativa que, en su criterio, significaría el mejoramiento de las condiciones de vida del colectivo venezolano: el modelo socialista del siglo XXI  que vendría a ponerse por encima tanto del fracasado socialismo real del siglo XX, como del ya derrotado capitalismo salvaje, perverso y criminal.

 9.-El ofrecimiento de los neo-revolucionarios, inspirados en Bolívar, consiste en una inédita revolución que dice dejar atrás los viejos esquemas, pero que en la práctica, se revela como una mentira debido al seguimiento que aquí se hace, por lo menos desde el 15Ag.-04, del gastado modelo cubano,  cuando se dijo que Venezuela había cambiado para siempre y se determina  la construcción de VENECUBA.

10.- Tenemos ya un lustro en la construcción de lo que nadie ha podido definir. Y por ello, a la fecha, estamos ante un régimen que hace gala permanentemente de la angustia-desesperación por alcanzar metas que le permitan  apartarse de la ineptitud y concretar logros que sirvan a su estabilidad.

11.-Lo cierto, sin embargo, es que esta ‘revolución’ no ha podido avanzar hacia el territorio de lo nuevo y ni siquiera hacia la existencia de un cuadro productivo que permita separarla del marco  de la renta petrolera.

12.- Lo que prevalece aquí es un socialismo petrolero instalado por la vía de la fuerza que tiene en este instrumento, negador de toda consulta democrática y participación del colectivo, el factor de la toma de decisión para la implantación de un nuevo modelo político.

13.- Esto quiere decir que este ya fracasado socialismo  corresponde a una imposición negadora de toda legalidad. En la constitución del 99 no se define el modelo político venezolano como socialista.

14.- De modo que la confrontación planteada con el modelo capitalista corresponde a una decisión de las cúpulas bolivarianas, que tiene en los boliburguerianos los mayores interesados en el desarrollo de una economía en la cual ellos sean, como en efecto lo son, los primeros y mayores beneficiarios.

15.- Con esta situación, y a pesar de contar con el apoyo comprado, a nivel social, político, militar, educacional, no logra concretar la tan apetecida estabilidad. Las protestas cunden por todas partes.

16.-Y el régimen, en la persona del GP, expresa sus temores y se llega a la conclusión de que la salida al difícil cuadro está en la ‘chola’, la radicalización o profundización de la imposición socialista, previamente derrotada, a través de la aprobación de un cuerpo de leyes que sirvan para legalizar el ‘proceso socialista’ y control de la sociedad.

17.- Pero este cuadro se complica con la actuación del régimen a nivel internacional en ‘diligencias’ en las cuales no ha obtenido el mejor provecho. El fracaso de la incursión Alba en Honduras, la aparición de lanza-misiles AT4 en las FARC procedentes de Venezuela, los límites en el compromiso con este régimen por parte de algunos aliados, Alba, MERCOSUR, la crisis del hermano aliado iraní y el alejamiento de la posibilidad de un apoyo político por parte de China y Rusia, (apenas interesados en la obtención de beneficios económicos), hacen posible que el espacio de la maniobra política bolivariana sea cada vez menor. Los tiempos del esplendor comienzan a agotarse y esta revolución carece hoy de los recursos para seguir financiando la apertura de nuevos caminos.

18 .- La conclusión es muy clara: el enredo de este régimen es aplastante y creciente. Ni es demócrata ni buscará ninguna salida por ese lado. Aumentará su ‘chola’-aceleración del fracaso-hundimiento socialista que sólo servirá para enriquecer cada vez más la correspondiente ‘vanguardia’.

19.- De resto veremos el ciclo de confrontaciones a lo interno del PSUV y aliados que producirán un sin número de espectáculos como el que acabamos de presenciar cuando la legión Ron atentó contra Globovisión. Todo en el marco del escenario de la eliminación de 34 emisoras acusadas de ilegales, en un expaís en el cual, según el régimen, prevalece la legalidad que, por cierto, dicen poner en práctica al detener a la dirigente del aludido ataque, una vez que el asunto se convirtió en noticia internacional y condena al régimen por los ataques a la libertad de expresión.

20.- El cerco  a este régimen se extiende a lo interno y lo externo. Su única salida, en consecuencia, es la fuerza hecha dictadura en forma cada vez más expedita y amparada por el cuerpo de leyes que produce la propia Asamblea Nacional de y para la acción dictatorial, revestida de ropaje democrático. Sin sus instituciones, el democrático apoyo de las oposiciones y su CNE este régimen estaría más abajo del suelo.

abm333@gmail.com

 
 

© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.