Entonces
lo beligerante e insurgente fue el Pacto de Nueva York
devenido en Pacto de Punto Fijo, para crear una democracia
de nombre cuyo contenido se vuelve ficción, engaño y
podredumbre.
Aquí no ha
habido ni hay democracia. Y esto es lo que explica
precisamente la existencia hoy de una república tomada por
la monstruosidad oficialista y la que corresponde a ‘las
oposiciones’ y que da origen a un proyecto que le
lleva hoy a identificarse con la “política revolucionaria”
adelantada por las FARC. De esta manera se pone a
distancia el discurso-acción del ‘cambio revolucionario’ y
se le abre campo a la ‘revolución FARC’.
UNIDAD PARA
ACUERDOS Y REPARTOS
A lo largo de
estos 50 años ha prevalecido aquí la unidad de intereses
que teórica y prácticamente se contraponen, pero que
terminan en acuerdos para los repartos correspondientes.
Por lo menos desde 1957, cuando se avanza en la tarea de y
por el derrocamiento de la dictadura que encabeza el
general Marcos Pérez Jiménez, subsiste el objetivo del
reparto entre las fuerzas beligerantes.
El 23 de enero
del 58, las ‘fuerzas fundamentales de la sociedad’, en
común acuerdo con el ‘imperio’, producen las condiciones
en las cuales se derroca un régimen que no garantizaba la
estabilidad-gobernabilidad y una equilibrada distribución
de la renta petrolera.
De modo que no
fue el grito y las piedras de los barrios lo que pone fin
al régimen dictatorial. La decisión del Norte estaba
tomada. Pero las fuerzas que estaban conspirando no
salieron a tomar posiciones de lucha. Dejaban que actuara
el contexto que adelantaba la protesta de calle.
A favor de los
grupos insurrectos actúa el propio MPJ, quien explica (ABM,
Habla el General. Caracas, 1983.) que no combatió
a los insurrectos porque quiso evitar derramamiento de
sangre. Y prefirió negociar su salida del país. La ‘Vaca
Sagrada’ encendió sus motores. Y cuando la comitiva,
bajo la coordinación del Mayor Manuel Azuaje, llegó a La
Carlota, sólo faltó la banda interpretando las gloriosas
notas del Himno Nacional.
De inmediato
comenzó a ejercer gobierno el Pacto de Punto Fijo. El
reparto del botín, que recién cambia de manos, se hizo
con la idea del equilibrio y con el cuidado de no darle
beligerancia, entendida como legalidad o espacio de poder
al comunismo.
La ascendencia
y el trabajo del PCV por crear una democracia burguesa
que sirviera de marco para el desarrollo de una política
dirigida hacia la revolución de los explotados, debía ser
utilizada pero marcando diferencias con la misma.
Eso queda
claramente expresado por Betancourt al tomar posesión de
la presidencia el 13/02/59: quedan excluidos de las
responsabilidades de gobierno el PCV porque su filosofía
política no se aviene a la democracia.
REVOLUCIÓN
CUBANA Y ALIANZA PARA EL PROGRESO
La aparición
de la ‘Revolución Cubana’ introduce importantes cambios
en el cuadro de la política latinoamericana. La
proposición apunta hacia la toma del poder por parte de
los ‘revolucionarios’. El llamado a formar otros
‘territorios libres’ tiene asidero y aceptación a lo largo
de un subcontinente asediado por todas las carencias y
miserias.
El ‘imperio’
respondió con la política de la ‘Alianza para el Progreso’
que se propone enfrentar el atraso y sus males que
comportan un terreno propicio para el desarrollo del
proyecto de la ‘revolución continental’.
En abril del
60 surge aquí el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR), como una división de Acción Democrática, el partido
eje del gobierno. Se establece entonces una ‘alianza
revolucionaria’ que incluye a una buena parte de la
juventud de Unión Republicana Democrática (URD), partido
que junto con COPEI completan la estructura burocrática
gubernamental.
DE LA LUCHA
ARMADA A LA LUCHA ELECTORAL
Este ‘bloque
revolucionario’, con la mirada puesta en el espejo cubano,
que le da a las guerrillas el impulso que no le da
Colombia, asume el camino de la lucha armada para la toma
del poder. A fines de los 60 estaba consumada su derrota.
Y esas huestes
de ‘la insurrección’ regresaron progresivamente a la vida
de la política beligerante con puestos en la democracia
del voto y espacios para su prédica revolucionaria,
siempre y cuando se desplegara en el marco del respeto a
la constitución y leyes de la república.
La ficción de
democracia nacida en 1958, basada en el pacto-negociación
que tiene como epicentro el reparto de la renta petrolera,
manifiesta ahora su capacidad para albergar en su seno a
unos ‘revolucionarios’ que a lo largo de una década sólo
demostraron que eran capaces de cohonestarla y
convalidarla.
La
pacificación, iniciada a fines del gobierno de Leoni y
desarrollada en el de Caldera, sirve para catapultar los
proyectos revolucionarios como herramientas del cambio
social. Y en este sentido y dirección encontramos al
conservador político exaltando el propio 4F-92.
Posteriormente
queda evidenciada su conexión con ese movimiento. Y no
sólo se le ofrece al jefe de los golpistas que sea el
continuador en la presidencia (ABM, Habla el Ctte.
UCV, 1998, p.82) sino que en marzo del 94 se le
otorga sobreseimiento (que no indulto) a todos los
golpistas. A manera de hipótesis puede sostenerse que
Caldera simplemente fue utilizado y luego enfrentado por
el golpista candidato a la presidencia.
UN GOLPISTA
PRESIDENTE CON EL VISTO BUENO DE USA
Hemos
sostenido que el golpista se hace presidente con el visto
bueno-acuerdo con USA. De allí viene la aceptación y la
propia visa a cambio de mantener una política neoliberal
disfrazada de revolucionaria (Ver Introducción a
Chávez me utilizó. Habla Herma Marksman. UCV,
2004, y El Preso de Opinión. Habla el Gral Usón.
UCV, 2007). Pero esta política cambia cuando ‘el proceso’
percibe que ‘el imperio’ desconfía de sus posibilidades de
mantener la gobernabilidad y la estabilidad.
A partir del
15Ag.-04, ‘la revolución bolivariana’ toma el camino del
modelo cubano. Y se espera que esta vez el espejo sirva
para mirar el triunfo. El ‘neo-imperio revolucionario’
será el encargado ahora de ayudar al desarrollo de esta
nueva experiencia que asume además el socialismo del siglo
XXI, que no el fracasado de las décadas anteriores.
ANTE EL
PLAN COLOMBIA LA INSURRECCION PUNTO FARC
Pero ante un
Plan Colombia que tiene el cometido de limpiar la región
de insurgencia, la ‘revolución bolivariana’ se siente
obligada a ampliar sus dominios-espacios. Y por ello
reconoce públicamente que el proyecto FARC y el de ‘esta
revolución’ es el mismo.
Es la espada
de Bolívar recorriendo la América Latina para sembrar la
revolución. Se impone, en consecuencia, limpiarle el
rostro a una guerrilla que desde hace mucho tiempo pone en
entredicho lo que es una conducta revolucionaria.
El pedido
entonces es para que se desaparezca la
condición-calificación de terroristas, que puede ser
válido en un mundo en el cual está bien extendida y
aprovechada la práctica del terror. Pero nadie se puede
explicar como se llega a pedir beligerancia (legalidad,
aceptación como interlocutor político válido) para las
FARC si no se tiene en cuenta que el GP necesita juntar
muchas ‘fuerzas revolucionarias’ para garantizar la
pervivencia de la suya.
Este es el
terrible colofón de una democracia que no pasó de la
ficción, que sirvió para acentuar todos los males
acumulados por esta sociedad a lo largo de 200 años de
ignominia y de terror.
HACIA LA
REPÚBLICA DE LA ESPERANZA
Hoy, y quien
lo dude sufre de profunda miopía, este ex país está siendo
conducido hacia una confrontación interna y externa que
nadie sabe dónde puede conducir. Lo que está claro también
es que llegó la hora del deslinde con 50 años de ficción
de democracia y trampa de revolución, con 50 años de
miseria y usurpación, y con quienes los representan, los
negociantes que operaron el 03D-06 o el 02D-07, para
mantener con vida y triunfante a su par monstruo y al
monstruo mismo que trata de avanzar por todas las vías en
defensa de su perverso botín petrolero. Dos instancias que
representan la Venezuela de la Destrucción. Se trata hoy
de poner a andar La Tercera Venezuela o República de la
Esperanza.
Nota: Cátedra Pío Tamayo. Lunes 21-01-08,
Sala “E” 6 pm. Encuentro con el General Usón. Desde
las 5 pm el autor y el general firmarán el libro: El
preso de opinión. Caracas, 2008.
abm333@gmail.com