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¡Alejandro fue abatido!
por Agustín Blanco Muñoz
 
sábado, 24 mayo 2008


Una vez más la muerte despedaza a un niño. En ningún lugar hay seguridad. El crimen, el atentado, secuestro-situación de rehenes, sicariato, abatidos, exterminados se convirtieron en lugares comunes.

Por ello la noticia del Índice Global de Paz 2008 (EN, 21/05/08, 3/10) no sorprende a nadie. Ya es bien conocido que Colombia, Venezuela y Haití son los países más violentos de Latinoamérica y que en el corto plazo no hay perspectivas de que cambie este panorama.

Aquí la muerte nos acompaña a todos en forma silenciosa. Seguramente el portador de una buena cantidad de guardaespaldas tiene menos temor. Pero la gente de a pié anda montada en los rieles del susto. En todas partes ve el peligro.

Y son muchos los testimonios que cada quien conoce. No hay forma o tipo de asesinato que aquí no se haya practicado. Las mafias del narcotráfico ajustan y reajustan cuentas. La ‘delincuencia común’ crece. Las cárceles aumentan el crimen y la preparación para delinquir.

Los policías en cada oportunidad atienden al negocio del exterminio a sabiendas de que todo quedará en la impunidad. En estados como Guárico, Lara, Falcón, Portuguesa, Anzoátegui son centenares de ‘desaparecidos-ajusticiados’. De igual modo aluden a su esquema del grito de alto que no fue atendido y los obligados disparos para dejar abatido a quien siempre resulta ser un delincuente.

Y lo que es la voz de crimen, llamada ‘de alto’, ya no se circunscribe a las calles. El niño Alejandro Buroz murió el 11/05/08 a consecuencia del disparo que le hizo un funcionario policial, vecino del mismo edificio, por ‘no haber atendido a la voz de alto’.

Los ruidos de los niños que jugaban en la azotea hicieron pensar al policía que se trataba de presuntos delincuentes. Por ello lanzó su grito de alerta. Y como los niños corrieron hacia la escalera para bajar del sitio, aplicó el esquema criminal que le es familiar. El niño cayó abatido en su propia casa.

El 21/05/08 (EN, 3/1) la madre del niño refuta indignada las declaraciones del homicida. Para él, bajo las mismas circunstancias, actuaría igual, aplicando la voz de muerte, tal y como tiene aprendido. Sancho, esta “justicia socialista” pone en alto el mismo asesinato del pasado!

abm333@gmail.com

 
 

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