Una
vez más la muerte despedaza a un niño. En ningún lugar hay
seguridad. El crimen, el atentado, secuestro-situación de
rehenes, sicariato, abatidos, exterminados se convirtieron
en lugares comunes.
Por ello la noticia del Índice Global de Paz 2008 (EN,
21/05/08, 3/10) no sorprende a nadie. Ya es bien conocido
que Colombia, Venezuela y Haití son los países más
violentos de Latinoamérica y que en el corto plazo no hay
perspectivas de que cambie este panorama.
Aquí la muerte nos acompaña a todos en forma silenciosa.
Seguramente el portador de una buena cantidad de
guardaespaldas tiene menos temor. Pero la gente de a pié
anda montada en los rieles del susto. En todas partes ve
el peligro.
Y son muchos los testimonios que cada quien conoce. No hay
forma o tipo de asesinato que aquí no se haya practicado.
Las mafias del narcotráfico ajustan y reajustan cuentas.
La ‘delincuencia común’ crece. Las cárceles aumentan el
crimen y la preparación para delinquir.
Los policías en cada oportunidad atienden al negocio del
exterminio a sabiendas de que todo quedará en la
impunidad. En estados como Guárico, Lara, Falcón,
Portuguesa, Anzoátegui son centenares de
‘desaparecidos-ajusticiados’. De igual modo aluden a su
esquema del grito de alto que no fue atendido y los
obligados disparos para dejar abatido a quien siempre
resulta ser un delincuente.
Y lo que es la voz de crimen, llamada ‘de alto’, ya no se
circunscribe a las calles. El niño Alejandro Buroz murió
el 11/05/08 a consecuencia del disparo que le hizo un
funcionario policial, vecino del mismo edificio, por ‘no
haber atendido a la voz de alto’.
Los ruidos de los niños que jugaban en la azotea hicieron
pensar al policía que se trataba de presuntos
delincuentes. Por ello lanzó su grito de alerta. Y como
los niños corrieron hacia la escalera para bajar del
sitio, aplicó el esquema criminal que le es familiar. El
niño cayó abatido en su propia casa.
El 21/05/08 (EN, 3/1) la madre del niño refuta indignada
las declaraciones del homicida. Para él, bajo las mismas
circunstancias, actuaría igual, aplicando la voz de
muerte, tal y como tiene aprendido. Sancho, esta “justicia
socialista” pone en alto el mismo asesinato del pasado!
abm333@gmail.com