La
pregunta sobre el actual cuadro político de este ex-país
pasa por descifrar el enigma del 02D-07. Quien no pueda o
quiera explicar la forma como las partes en pugna aceptan
que algo de tanta importancia como el rumbo de Venezuela
se decidiese en un ‘empate técnico’ a favor del No,
difícilmente podrá avanzar en una respuesta coherente
sobre lo que ocurre hoy aquí.
Y por ello nos movemos a nivel de hipótesis elaboradas a
partir de la exposición del GP en su ‘Aló’ del 06/01/08,
en cuyo fondo se puede leer muy claramente que el alto
comando de la ‘revolución’ llegó a la convicción de que el
‘proceso’ fracasó el 02D porque fueron sus propios
militantes o partidarios del proyecto quienes lo derrotan
por la vía de la abstención y del trabajo que hicieron o
permitieron en el CNE.
Esto significa que el enemigo interno actuó para impedir o
desviar la votación a la vez que montó un operativo para
que al CNE se le dificultara aplicar la línea del
fraude-trampa.
Quince días antes del 02D nos llegó la información de que
había un operativo para no permitir que se alterara la
voluntad de los electores. La escueta información no nos
permitía darle credibilidad al planteamiento. Pero a la
luz de lo actuado el 02D es pensable que algo de esta
naturaleza pueda haber funcionado.
Pudo producirse una compra-venta, la amenaza de revelar
situaciones pasadas que revestían una alta carga de
responsabilidad o cualquier otra circunstancia que no se
logra visualizar por los momentos.
Pero sin duda, este es un operativo que sólo es posible
activar desde adentro. Una obra que se le debe atribuir,
en principio, a los promotores del llamado ‘chavismo sin
Chávez’, cuya actuación está dirigida hacia el logro de un
objetivo: oponerse a la decisión del jefe único de
instalarse indefinidamente en el mando-poder.
Y ante esta operación-cayapa, se produce la respuesta del
GP. Una y otra vez le ha dicho a Diosdado Cabello (DC) que
la derrota que se le propinó en estados como Miranda, debe
ser revisada.
Esto quiere decir que el GP tiene plena conciencia de que
fue traicionado por sus más cercanos camaradas y que ahora
actúa en dirección a cobrársela.
El Comando Zamora, dirigido, entre otros, por Jorge
Rodríguez y DC, y que tuvo a su cargo la dirección del
aparato electoral, hasta el último momento le garantizó el
triunfo.
Sin embargo, a la hora de las cuentas finales, la realidad
es otra. El GP manifiesta su rechazo a aceptar un triunfo
‘por un pelito’ porque en el clima de tensión que vive
este ex -país, despertaría todo tipo de suspicacia en la
oposición que conducirían a protestas que podían llegar a
niveles impredecibles con el apoyo incluso de entidades
internacionales.
Y al rechazar ‘un triunfo así’ se acepta de manera
implícita que se permitió o negoció el triunfo de la otra
parte. Esto, en principio parece tener sentido. Pero el
boletín expedido por el CNE a la 1:30 am del 03D pone a
andar el contrasentido al señalar que la diferencia entre
las partes es del 1%, cuando falta por escrutar el 12% de
las actas.
Se ingresa así a un mundo del absurdo del cual será
imposible salir. De allí que las cuentas presentadas por
el CNE sólo pueden admitirse por quienes no le buscan
explicación al resultado establecido y por quienes forman
parte de la maquinaria de la complicidad y la negociación.
La exposición del GP el 06/01/08 refiere en el fondo este
pacto-acuerdo al cual se debió llegar al constatar que, en
el mejor de los casos, sólo podía producirse un peligroso
triunfo del 1%. Y ante eso dijo: ‘No quiero un triunfo
así, por un punto o menos’. Nosotros tenemos que ganar por
nockout.
El GP se presenta como el más convencido de la derrota y
hasta la ve y analiza con displicencia: ‘a lo hecho
pecho’. Es la derrota lo que nos permite revisar,
rectificar y reimpulsar la revolución.
Y esta tarea comienza por sincerar públicamente el cuadro
político en el cual se desenvuelve su gobierno. Por
primera vez admite que en su partido, que ahora pasa de
MVR a PSUV, hay corrientes.
Y esto es algo ‘que debemos tomar como algo natural’
porque aquí cabemos todos. Estas expresiones de
mansedumbre y amplitud inspirada en el ‘bloque gramsciano’,
llaman, además a dejar de lado el sectarismo, ir más allá
de los que tenemos la camisa roja, articular el Polo
Patriótico con los partidos que no se sumaron al PSUV, y
formar una gran alianza con la clase media, la burguesía
nacional y el empresariado interesado en hacer de
Venezuela una potencia.
Este señalamiento es esencial para entender los pasos que
da el GP, quien actúa ahora a conciencia de que se mueve
entre partes que se ocupan, como en la llamada ‘vieja
política’ de acordar y negociar.
Y en esta dirección, comienza por adelantar un acuerdo con
la tendencia a la que le asigna una mayor fuerza, la que
tiene relación-control de los comandos militares y que
está representada por DC y Jessy Chacón. Esto lo considera
indispensable para lograr y mantener la estabilidad que le
permita avanzar a futuro hacia el propio ‘ajuste de
cuentas’.
Atrás queda la velocidad para imponer el socialismo del
siglo XXI. La ‘revolución’ se mantiene en el marco de la
constitución del 99, pero seguiremos impulsando el
socialismo y transfiriendo más poder al pueblo, a los
consejos comunales.
El Proyecto ‘Simón Bolívar’, aprobado por la AN, y que
contempla la economía socialista, sigue vigente. Por eso
este es el Año del Reimpulso Revolucionario. La reforma no
aprobada continúa en la práctica sin que ‘las oposiciones’
puedan impedirlo
Y el derrotado el 02D recuerda que ‘ya no es posible que
yo siga aquí más allá del 10 de febrero del 2013. Pero sin
olvidar que ‘llegamos al poder para no irnos más’. Por eso
esta quinta república es definitiva. Y no se descarta que
más adelante podamos hacer otra reforma a la constitución.
Paralizó a quienes recogían firmas para convocar a un
nuevo referendo, pero los mismos operadores políticos
impulsan hoy la enmienda constitucional para permitir la
reelección. Y hacia este punto precisamente está dirigido
el plan de ataque establecido por el GP en esta nueva
batalla.
Por lo pronto, el adversario interno de más peso tendrá
que medirse en la campaña electoral por la gobernación con
Mendoza favorecido por la “amnistía presidencial”.
Este es el manejo de la política del reimpulso
revolucionario. Y a esta hora, antes de su acto
fundacional, el PSUV es una instancia regida por la lucha
a cuchillo por el control de posiciones que aseguren el
mejor reparto.
Y para esta obra se tendrá que contar con el apoyo
irrestricto de ‘las oposiciones’ que seguirán tras la
búsqueda de la consolidación del Pacto de la
Reconciliación, inscrito como hemos apuntado antes en las
Escuelas de Coche y Punto Fijo.
Se contribuirá así a alejarnos de toda posibilidad de
fundición y destrozo del ‘proyecto socialista’ que encarna
el GP. Y ante este desafuero-descaro tendrá que surgir y
levantarse la tercera Venezuela.
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