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El electoespectáculo
por Agustín Blanco Muñoz
 
sábado, 2 agosto 2008


El discurso del vacío-confusión, la mentira, la burla-manipulación, el negociado, son los principales actores del próximo festival electoral del 23N-08. El electoespectáculo es el único con fuerza suficiente para tapar la más profunda crisis de la historia de este ex país. Indispensable advertirlo: “la revolución” ha destapado esta realidad en todas sus expresiones de sobre descomposición.

Al montaje electoral de la ‘democracia’ se junta ahora el de la ‘revolución’ aún peor que lo preexistente por las inversiones multimillonarias para el ejercicio de la dominación electoral. El capital petróleo llega mucho más allá del oficialismo. Igual se compra la realización de unos comicios a la medida o a su postergación hasta que existan ‘condiciones objetivas’. Esto pone la crisis a nivel de explosión.

Porque el colectivo siente e intuye hoy que no hay salida democrático-electoral ni violento-revolucionaria. Por ambas vías seguiríamos ‘atrapados y sin esperanzas’. Y ante el inevitable qué hacer se impone decir que llegó la hora de lo inédito, del aporte que evidencie que la historia va más allá del círculo cerrado para tomar la senda de la línea ilimitada. Porque el acontecer no discurre sobre veredas estáticas y petrificadas.

Ante un cuadro que junta la crisis partidista a la institucional, militar, social, económica, ético-moral, en una sociedad tomada por la desesperación, la inestabilidad, la inseguridad y en la que puede ocurrir cualquier cosa, no extrañaría un levantamiento popular con una suprema carga de violencia. ¿Para reinstalar la ‘democracia’ o la ‘revolución’?

Por eso requerimos un colectivo organizado sobre bases nuevas, dispuesto a considerar su propia fuerza como el engranaje indispensable para construir la maquinaria que señale una historia diferente, con el acento en los legítimos propietarios de su destino.

Entonces no habrá un colectivo actuando en la forma diseñada por otros, ni elecciones de gobernadores o alcaldes cocinadas e impuestas por cúpulas, ni un árbitro electoral de y para el engaño, ni unos politiqueros que de lado y lado sólo están a la espera de prebendas y corruptelas.

Mientras, persistirá el mismo desastre en función gubernamental hasta que llegue la hora, Sancho, de quienes cabalguen hacia un tiempo de registro colectivo que se aparte de los politiqueros de la historia miseria!

abm333@gmail.com

 
 

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