El
discurso del vacío-confusión, la mentira, la
burla-manipulación, el negociado, son los principales
actores del próximo festival electoral del 23N-08. El
electoespectáculo es el único con fuerza suficiente para
tapar la más profunda crisis de la historia de este ex
país. Indispensable advertirlo: “la revolución” ha
destapado esta realidad en todas sus expresiones de sobre
descomposición.
Al montaje electoral de la ‘democracia’ se junta ahora el
de la ‘revolución’ aún peor que lo preexistente por las
inversiones multimillonarias para el ejercicio de la
dominación electoral. El capital petróleo llega mucho más
allá del oficialismo. Igual se compra la realización de
unos comicios a la medida o a su postergación hasta que
existan ‘condiciones objetivas’. Esto pone la crisis a
nivel de explosión.
Porque el colectivo siente e intuye hoy que no hay salida
democrático-electoral ni violento-revolucionaria. Por
ambas vías seguiríamos ‘atrapados y sin esperanzas’. Y
ante el inevitable qué hacer se impone decir que llegó la
hora de lo inédito, del aporte que evidencie que la
historia va más allá del círculo cerrado para tomar la
senda de la línea ilimitada. Porque el acontecer no
discurre sobre veredas estáticas y petrificadas.
Ante un cuadro que junta la crisis partidista a la
institucional, militar, social, económica, ético-moral, en
una sociedad tomada por la desesperación, la
inestabilidad, la inseguridad y en la que puede ocurrir
cualquier cosa, no extrañaría un levantamiento popular con
una suprema carga de violencia. ¿Para reinstalar la
‘democracia’ o la ‘revolución’?
Por eso requerimos un colectivo organizado sobre bases
nuevas, dispuesto a considerar su propia fuerza como el
engranaje indispensable para construir la maquinaria que
señale una historia diferente, con el acento en los
legítimos propietarios de su destino.
Entonces no habrá un colectivo actuando en la forma
diseñada por otros, ni elecciones de gobernadores o
alcaldes cocinadas e impuestas por cúpulas, ni un árbitro
electoral de y para el engaño, ni unos politiqueros que de
lado y lado sólo están a la espera de prebendas y
corruptelas.
Mientras, persistirá el mismo desastre en función
gubernamental hasta que llegue la hora, Sancho, de quienes
cabalguen hacia un tiempo de registro colectivo que se
aparte de los politiqueros de la historia miseria!
abm333@gmail.com