Crisis
constitucional
y militar
por Agustín Blanco Muñoz
domingo,
22 julio
2007
A
la politiquería venezolana es muy difícil entenderla. El
paro era hasta que se fuese. Con el Referendo estaba
listo. Con la falta de contendor el 04D-05 dejaría de
tener legitimidad. Y al perder el 03D-06 iría para la
cárcel.
¿Y cómo caracterizan este régimen? Unos dicen dictadura
militarista, otros autoritarismo o totalitarismo. Nadie
habla de democracia. Pero en la práctica de ayer y hoy se
le otorga esa condición. De allí la defensa de la
constitución democrática del 99 y la oposición a una
reforma que la convertiría en autoritaria, totalitaria o
socialista del siglo XXI.
Alarma tanta ingenuidad (por no decir incapacidad). ¿Aún
no se entiende que aquí el problema hoy, no es la
constitución y las leyes sino lo que se hace con ellas y
las instituciones en general, para imponer un ‘proceso’
que responde a los lineamientos que nada tienen que ver
con democracia? ¿Hasta cuándo auxiliar la cobertura
democrática del régimen?
¿Dónde se establece el socialismo del siglo XXI como
política del Estado? ¿O que la unidad poder comunal y
reservas constituyen el ejército para la guerra
asimétrica? ¿Admite el texto la partidización e
ideologización de la FA? ¿Faculta al ejecutivo para
manejar PDVSA, el BCV y para regalar un capital que tanta
falta hace en los hospitales? ¿Admite el control de todas
las instituciones por el ‘poder presidencial’?
A la hora de su baja Baduel critica los errores y aboga
por un socialismo con producción, sin capitalismo de
Estado y con democracia: ...“En este aspecto considero que
sí deberíamos apartarnos de la ortodoxia marxista que
considera que la democracia con división de poderes es
solamente un instrumento de dominación burguesa.” (EN,
19/07/07, p.1-7)
Es posible que esta posición del ex Min. Defensa lo haya
enfrentado a quienes terminaron por defenestrarlo y
sustituirlo por un hombre de la mayor confianza de quien
impulsa el socialismo de la usurpación.
La crisis militar crece. La promoción de Diosdado Cabello
es ahora un actor fundamental. El nuevo ministro saluda
con el ‘grito constitucional’: Patria, Socialismo o
Muerte. Mientras, a ‘las oposiciones’ les preocupa ‘una
reforma’ que ya es irreversible. El régimen no puede
devolverse. Así es el social-totalitarismo. Sancho, sé que
toparemos con un Estado de justicia, derecho y amor.