En
un trabajo anterior titulado ‘¿Dónde llegará la rebeldía
estudiantil?’ introdujimos algunos elementos para la
reflexión sobre las protestas estudiantiles que se
desarrollan desde el 28/05/07. Señalamos que los
estudiantes actuaban en un marco en el cual se movían
varias expresiones totalitarias. Por un lado está la
determinante que emana del régimen y por otra la que
corresponde a unas oposiciones que aún se sienten
inclinadas y obligadas a dirigir (y aprovechar) todo lo
que ocurre en el terreno del enfrentamiento al gobierno
del proyecto-proceso socialista y revolucionario del siglo
XXI.
AQUÍ NADIE
QUIERE CEDER SU ESPACIO
Se trata de
estructuras que, aun llenas de todas las formas de
incapacidad, agotamiento y derrotas, reclaman su vigencia
y derecho de estar al frente del acontecer político. Hasta
el presente aquí ningún movimiento ha querido ceder su
espacio (supuesto o real) a otro grupo o ‘generación’ que
asuma la responsabilidad que sus antecesores no pudieron o
no supieron cumplir.
Una actuación
que se apoya en algunos medios de comunicación, que
también hacen gala de expresiones totalitarias en cuanto
quieren ir más allá de la misión de informar y opinar para
asumir el papel de actores y dirigentes de la política. Al
lado del partido político moribundo está el partido
mediático. El fenómeno se debe al propio agotamiento de
unos partidos que no llegaron a entender la realidad sobre
la cual actuaban y que hasta el presente han sido
incapaces de plantear una renovación de sus doctrinas y
estructuras partidistas y dirigentes.
NO SE
ESPERABA LA RESPUESTA ESPONTÁNEA
Esto da una
idea del intrincado cuadro político en el cual surgen las
protestas estudiantiles que por tres semanas han ocupado
las primeras planas de las empresas de expresión. En el
primer artículo que publicamos sobre el tema (08-06-07)
señalamos que era imposible medir y caracterizar por
anticipado la reacción de la población ante el impacto del
cierre de RCTV. Y en este sentido no se esperaba que la
protesta partiera de manera espontánea, precisamente de
un estudiantado que no cogía calle desde los tiempos de
Caldera II.
En este primer
momento hacen presencia en la escena actores políticos de
Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. Horas más tarde esos
‘dirigentes’ bajan perfil y le entregan el ‘mando’ al
propio movimiento estudiantil a cuyo frente están
dirigentes de varias universidades.
Este cambio en
la conducción de la protesta tiene una clara explicación
en el rechazo general a todo lo que provenga de partidos
políticos. Al comienzo se utiliza espacios y recursos de
la alcaldía de Chacao. Pero allí mismo ocurre el caso del
repudio a un conocido dirigente. Esta tal vez fue la gran
campanada para que los partidos entendieran que no podían
dirigir las movilizaciones de manera directa.
NO SOMOS
GOLPISTAS SOMOS ESTUDIANTES
La pregunta es
inevitable: ¿Hay una organización estudiantil con
definidos y claros lineamientos? Hasta la fecha se ha
escuchado las consignas propias de un estallido que tiene
mucho de espontáneo y de sentir mayoritario: ¡No somos
golpistas somos estudiantes! Luchamos por la paz y contra
la violencia. Pedimos unidad y reconciliación nacional. El
cese del odio. Libertad y en especial libertad de
expresión. Respeto a la autonomía universitaria. Su
objetivo no es el derrocamiento del gobierno sino exigirle
un comportamiento democrático.
En un inicio,
el régimen mantiene que las protestas estudiantiles son
‘la cobertura suave’ de un plan golpista organizado por
factores nacionales que dice tener claramente
identificados, que contaría con el apoyo del ‘imperio’. No
se concibe que una protesta de tal magnitud haya sido
producida sólo por la reacción en defensa de RCTV y por
ello se subraya la acusación de que es un movimiento que
responde a claros objetivos golpistas.
EL RECHAZO
AL RÉGIMEN
Lo que parece
real, objetivo y verdadero a esta hora es que existen dos
componentes en este movimiento. Por una parte está la
protesta contra el atropello, que se concreta en el cierre
de la televisora y que toma el camino del rechazo general
a la actuación de un régimen, que asumió el totalitarismo
como base de sus actuaciones.
Esta forma del
reclamo tiene por símbolo unas manos blancas y una flor.
Es la reaparición de los comeflores de los años setenta
que, sentados pacíficamente en el suelo, pedían la salida
del rector impuesto en la UCV: ‘Fuera De Sola de la
universidad!’
Pero ningún
partido o grupo político se acoge a esta hora a la
política de la flor. Es elemental que en el totalitarismo
no hay posibilidades de reconciliación. Ello lo negaría o
lo convertiría en democracia. No se conoce movimiento
autoritario de corte fascista-totalitario que se haya
convertido en demócrata. Esto va más allá del
contrasentido para ubicarse en el absurdo. Y por ello, la
segunda vía de la protesta parece tener como objetivo
estratégico la sustitución del régimen actual.
EL REPUDIO
A TODO TOTALITARISMO
Sin embargo,
sí se conocen experiencias históricas en que la acción
ciudadana, la manifestación pacífica del colectivo, es
capaz de poner en jaque un gobierno que ejerce el más
abierto totalitarismo.
Por ello se
impone discutir sobre la forma de lucha que se pondera. En
principio hay solo las salidas conocidas: la electoral o
la violenta. Un régimen totalitario niega todo lo que
tenga que ver con elecciones libres y transparentes. Por
ello obliga al adversario a transitar por los caminos de
la violencia con el objetivo de aplastar todo intento por
enfrentar al monstruo mayor. El aparato violento del
Estado está a la entera disposición del mantenimiento y
resguardo del régimen inscrito en el totalitarismo.
¿Quiénes
pueden promover esta salida hoy en este ex país? La
‘protesta neo-come-flor’ está bien lejos de esta posición,
pero pudiera servir a intereses como los que en su momento
representó Carmona Estanga. Un compendio de frentes
politiqueros de igual inspiración totalitaria, con el
correspondiente ingrediente de una corriente mediática de
igual inspiración pudiera tener alguna inclinación hacia
aventuras de antemano derrotadas.
Por esto hemos
señalado que para el verdadero movimiento democrático la
situación es francamente difícil y complicada, por cuanto
pasa por plantearse la liquidación del monstruo
gubernamental y el de las ‘oposiciones reales y
mediáticas’. De allí que la tarea para los espontáneos de
las ‘nuevas flores’ es dura. Requiere fuerza, temple,
equilibrio, inteligencia y perspicacia. Requiere aporte y
creación. Imaginación, claridad de objetivos y ausencia de
politiquería.
LA
CAMPANADA AL RÉGIMEN
Es evidente
que por encima de los objetivos subyacentes las protestas
estudiantiles han logrado despertar a una comunidad que
toca la puerta del colectivo y lanza una campanada al
régimen que de inmediato se moviliza a rechazar e impedir
aquello que más le atemoriza: la gente en la calle. Tiene
conciencia de sus propias debilidades al no haber sido
capaz de agotar las miserias a pesar de contar con
ingresos sin precedentes. Por ello requiere como cuestión
urgente liquidar la amenaza de un movimiento estudiantil,
para lo cual cuenta con planes fabricados en los centros
de inteligencia-persecución-represión.
Y la pregunta
reside en qué respuesta pueda elaborar esa protesta. Y en
este sentido, este colectivo debe actuar en dirección a
conformar las bases y fundamento de un movimiento que vaya
más allá del estallido-emoción para centrarse en la
organización que es lo único que puede garantizar el
triunfo de los requerimientos que ahora se persiguen.
PONER A UN
LADO LA VIEJA POLÍTICA Y LAS AGENDAS OCULTAS
Inevitable
poner a un lado la vieja política incluyendo los discursos
baratos, superficiales e interesados que tienden a darle
jerarquía positivista y enfermiza de ‘nuevos salvadores de
la patria’. Esencial tener conciencia de que conforman una
esperanza de movimiento para el futuro y que en ese
sentido no vale la prepotencia sino la dedicación al
estudio, al trabajo y el sacrificio de facilidades.
Se impone no
atender a las banderías de la politiquería y mantenerse en
guardia contra los ofrecimientos interesados en
utilizarlos para políticas que tienen agendas diferentes
al movimiento estudiantil. Y quienes hoy surgen como
dirigentes, ojalá y hagan buena la palabra dicha y
repetida, de que están empeñados en un liderazgo colectivo
y horizontal para que cada uno de los integrantes asuma la
responsabilidad del movimiento.
Si eso se
cumple estaremos frente a un proyecto con novedad y visión
de futuro y disposición participativa para impedir el
surgimiento de los ‘viejos y periclitados caudillos’ que
tanto daño le han hecho a esta política, cada vez más
llena de cultos para el control y dominación de esta
sociedad.
ENFRENTAR
TOTALITARISMOS Y POPULISMOS
Y frente a
esta acción del más despreciable populismo, los
estudiantes están obligados también a convocar y unirse a
los sectores populares en la misma y única lucha. Una
convocatoria abierta para que se sientan aludidos todos
los interesados en impedir que siga la destrucción de
Venezuela que nos convierte cada día más en un más hundido
ex -país.
Si así lo
hicieren, tal y como lo han anunciado, estaremos en
presencia de un movimiento de y para el futuro, capaz de
dejar a las generaciones siguientes más de lo que
recibieron de las anteriores.
Pero si la
juventud se deja arrancar de sus manos el futuro si no
logra deslindarse de los negociantes de siempre, y se
dedica a actuar en base a un supuesto nuevo caudillismo,
estaremos en presencia de otro ensayo para el
agotamiento, y una nueva convalidación para el vigente,
agresivo y creciente régimen totalitario que hoy trafica
con Venezuela.
abm333@gmail.com