Con
el "triunfo" del 03D-06 comienza, según anuncio del GP, lo
que calificó como 'nueva era' o período de y para la
radicalización en un doble sentido y dirección. Por una
parte el 'salto' hacia la nueva sociedad y el
correspondiente hombre nuevo.
Quienes se califican como 'auténticos revolucionarios'
comienzan a ser correspondidos en sus reclamos para que
avancen los cambios profundos en la sociedad. El discurso
anuncia importantes modificaciones en el orden histórico
vigente. Todo se enrumba ahora hacia la revolución
socialista tipo siglo XXI que dejará atrás al viejo y
gastado capitalismo.
Nadie sabe qué es ni cómo será ese socialismo. Pero se le
"construye", por otra parte, en la misma medida en que se
celebran las mejores relaciones con las entidades del
'imperio'. Y esta es la contraparte del cambio. Porque las
empresas mixtas son el mayor asalto que se haya acometido
contra el yacimiento petrolero venezolano.
El disfraz del radicalismo lo asume el GP el 15D-06. La
'nueva era' significa la implantación del 'socialismo del
siglo XXI', el partido único, los consejos comunales, el
Estado comunal. Para el logro de este objetivo se pone en
movimiento cinco motores que culminan en el educacional y
en la organización de la comunidad, a partir de unos
consejos que se consideran como la propia base y
fundamento para la transformación de la sociedad.
Y para garantizar la obtención de estos objetivos el GP
necesita afianzar aún más su posición de hegemón. No hay
nadie ni nada que esté por encima de él, y por
consiguiente, hay que liquidar toda posibilidad de que
pueda surgir alguna sombra frente a su liderazgo mesiánico
y autoritario.
Y para esto toma como arma principal el partido único (PU)
como medio para supuestamente acabar con las prácticas
grupales que aspiran la obtención y control-manejo de la
parte de riqueza petrolera que cada uno de ellos supone
que le corresponde por su condición de militante y apoyo
del 'proceso'. Se trata del robo-corrupción inter-grupal.
Con el PU se aspira liquidar esos intereses particulares y
sus respectivos caudillos menores para someterlos a la
autoridad hegemónica del jefe único. De este modo se
podría hacer un exhaustivo control a lo interno de cada
uno de los miembros del proceso a través de los nuevos
instrumentos: consejos comunales, reservas, brigadas y
organismos de seguridad del Estado.
Desde un inicio el GP plantea la disolución inmediata y
terminante de los partidos para que se integren al PU. La
disidencia se hizo sentir. La forma imperativa y cortante
del planteamiento dejó secuelas y protestas. Por ello el
hegemón procedió a suavizar la orden. Señala entonces que
entendía la necesidad de hacer consulta a la militancia,
debatir y que sabía que eso llevaba tiempo.
Pero luego vuelve a la posición inicial, motivado por las
respuestas de 'Podemos', PPT y PCV declarando que no se
disolverán 'por ahora'. La reacción del jefe único (Aló
Presidente, 05/03/07) fue inmediata e inscrita en la idea
del deslinde: cada quien tiene derecho a mantener sus
siglas, espacios, símbolos, etc y tendrán las puertas
abiertas, pero yo seguiré adelante. Podrán irse y regresar
cuando asuman el esfuerzo unitario. Pero cada dirigente
debe asumir esta coyuntura con responsabilidad y
franqueza.
No hace falta que los dirigentes de izquierda saquen
banderas de la derecha, "atacando las propuestas nuestras
con puñaladas desde adentro, diciendo que no aceptan el
pensamiento único...porque algunos corren el riesgo de
parecerse mucho a los discursos de Plaza Altamira." Una
implosión de muchas cortadas que nada tiene que ver con
montaje, pero que no significa división porque aquí no ha
habido ni hay unidad. El propio partido único-unido sería
un centro de división y lucha por el conocido reparto.
La alusión a las puñaladas desde adentro y militante de
Plaza Altamira está dirigida en primer lugar a Ismael
García quien señaló que 'Podemos' no estaría dispuesto a
adoptar el pensamiento único de y para un partido único.
Pero a la vez se le hace saber al resto de la disidencia
que pueden obtener la misma calificación.
Y va mucho más allá el GP: ningún partido, incluyendo al
MVR, 'me ha ayudado en la lucha contra el latifundio, la
corrupción, la lucha ideológica, contra la ley de
acaparamiento o en la articulación de la clase campesina u
obrera. Los partidos políticos no existen." (UN, 06/03/07,
p.12)
Es evidente lo desbaratado-desesperado del discurso. No se
puede acusar a los partidos de no ayudar y luego negar su
existencia. En el fondo lo que se quiere es significar que
esas organizaciones carecen de ascendencia y que la suya
es la única que tiene alcance y validez. La soledad del GP
no parece discutible.
Él lo hace todo. Ocupa todos los espacios. Cumple con
todas las responsabilidades. Por ello el colectivo lo
sigue a él. Lo venera. Lo idolatra. Lo ama. Lo convierte
en su máximo ídolo y le rinde el debido y necesario culto.
¡Gloria eterna al golpista-presidente!
Por ello, en su condición de jefe único, ya tiene decidido
todo lo relativo a su partido único. El parto será de
nueve meses y atendido por un Comité Técnico paritario
integrado por Jorge Rodríguez, Adán Chávez, Diosdado
Cabello, Érica Farias, Lina Ron y otra mujer aún por
nombrar.
Y en medio de este clima de agresión, trata de dar muestra
de amplitud: aspira que todos los aliados colaboren y
dejen de lanzarle puñaladas. Pero el presidente del PCV,
Jerónimo Carrera, ya alerta sobre la creación unipersonal
de ese Comité: "Los comunistas no estamos a favor de un
régimen unipersonal. Un país no puede depender de una
persona. Eso era en tiempos remotos cuando existían las
monarquías." (UN, 07/03/07, p.14)
El 24/03 marchará el voluntariado del PU y se activarán
los Batallones Socialistas hasta el 24 de julio. En este
período se harán registros, censos y discusiones. Entre el
08 y 29/07 se elegirán los representantes al congreso
fundacional del PU. En noviembre el congreso realizará los
estatutos y los consultará con la militancia para,
finalmente, pasar a la elección de las autoridades de
nuevo único y unido partido de la revolución bolivariana y
socialista.
Todo concluirá en la elección de unas "autoridades" que ya
sabemos tienen nombre, apellido y color. Lo planteado está
claro: el fortalecimiento de los poderes del "querido y
amado comandante", quien deberá regir los destinos de la
"revolución" hasta su último aliento. Abajo las puñaladas
de la implosión y que viva el partido único y unido del
GP.
abm333@gmail.com
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Artículo publicado originalmente en el diario El
Universal |