Seguimos
manteniendo el obligado deslinde con todo régimen que se
exprese a través de un poder que emana del capital, máximo
resultado de la fuerza y organización de una sociedad de y
para la desigualdad, logrado a través de una profunda
siembra de violencia, con sus inevitables consecuencias.
En ellos hace presencia todo tipo de traficantes e incluso
militan los llamados revolucionarios que no vacilan en
confundirse con reformistas y populistas, para producir y
reproducir las estructuras del aprovechamiento, que se
basan en el control-manipulación de las mayorías. El
descaro hace estación en todos los caminos.
Mucho se ha hablado de la crisis-colapso del capitalismo.
¿Pero cómo negar que este sistema encontró en el llamado
socialismo real una manera perversa de extender sus
dominios?
Y es en medio de este hilo de fracasos que se pretende
levantar ahora el proyecto para lograr la reimposición del
‘régimen anticapitalista’. Cuba, ha sido la principal
impulsora en este ex país del socialismo del petróleo
bolivariano, revolucionario, conformado a partir de la
compra de espacios y conciencias, y decidido, como diría
Rómulo Betancourt, en ‘libérrimos comicios’.
El 02D-07 ha sido visto por una buena parte de ‘las
oposiciones’ como el inicio de la derrota definitiva de la
propuesta socialista. Para ellos ‘el proceso’ está
materialmente liquidado y sólo hace falta esperar el paso
de cinco años para que vuelva el gobierno de los
demócratas de quince (15) años atrás. Regresaríamos así a
una especie de cuarta república reencauchada y
actualizada.
Y en verdad, aquí, más allá del proyecto
militarista-socialista o socialismo petrolero del siglo
XXI, sólo existe el desgastado y derrotado proyecto de la
llamada cuarta república. Derrota contra derrota. Plena y
total tragedia. Y es a estos dos monstruos que destrozan
lo poco que hoy nos queda de Venezuela, a quienes nos
seguimos enfrentando.
Y como elemento demostrativo de esta destrucción, hemos
denunciado el acuerdo-negociación del 02D-07. El
fraude-trampa adquiere el mayor relieve porque esta vez se
juntan las dos partes para acordar lo que puede
convenirles para el futuro político.
Los demócratas beneficiarios del voto, entienden necesario
preservar la institucionalidad democrática y la electoral
en particular. Y por ello, terminan firmando un pacto que
obliga a todos a defender el voto como única ley del
cambio político y social venezolano. Una reedición del
Pacto de Coche.
El colectivo venezolano no tiene el más mínimo
conocimiento de los arreglos del 02D-07. ¿Por qué si ‘las
oposiciones’ obtuvieron un triunfo por un margen
apreciable lo negocian al conocido 1% irreversible? ¿Qué
consiguieron a cambio? ¿Por qué se aceptó que el triunfo
del No era irreversible faltando un 12% de las actas-votos
por procesar?
Estamos ante dos frentes del fraude y la destrucción. Y se
trata simplemente de crear, darle forma y organización a
lo que ya esas dos partes ven como el enemigo fundamental:
la legión de abstencionistas que hizo formal graduación el
03D-06 y que ratificó su voluntad el 02D-07 de no plegarse
a las prácticas del engaño y la manipulación electoral.
En adelante, el régimen demostrará que fue el gran
triunfador del fraude-trampa del 02D-07. En el momento fue
derrotado “pírricamente”, pero en el mediano plazo esa
derrota le permite presentarse como el más demócrata de
los gobiernos, que cuenta con un CNE mundialmente aceptado
como limpio y transparente.
¿Quién podrá dudar de los resultados que se proclamen en
las elecciones para alcaldes y gobernadores o en las
legislativas y presidenciales?
Este régimen sale del 02D-07 con apreciables debilidades.
Queda al descubierto la lucha a cuchillo planteada entre
los grupos-posiciones que integran el PSUV, la
inexistencia de un apoyo homogéneo e incondicional en las
FAN, la poca efectividad de medios de comunicación
controlados, la forma errática de proponer el llamado
socialismo petrolero del siglo XXI, el deficiente control
de unos tarifados que se negaron a votar por la reforma al
captar que no había un criterio unitario en las líneas de
mando y, en definitiva, la existencia de muchos frentes
‘internos’ contrarios a la reelección del jefe único.
Pero este hueco-fracaso en que cae el régimen el 02D-07
tiene un gran y brillante salvador: ‘las oposiciones’ que
ofrecen el Pacto de la Reconciliación, cuyo alcance aún no
conocemos, pero que a la hora de escribir este artículo
(01-01-08) parece comenzar a perfilarse en las
declaraciones del GP en las que señala su disposición a
retomar la Causa R de Alfredo Maneiro para proceder a
revisar el ‘proceso revolucionario’ con fallas evidentes
que serán rectificadas para dar un reimpulso el ‘proceso
de cambios’ (UR, 01/01/08)
Y para dar continuidad al talante democrático puesto de
manifiesto el 02D-07 al reconocer su derrota, procede
ahora a decretar una Ley de Amnistía, que a la vez ayude a
dejar de lado la acusación de que preside un régimen con
presos y perseguidos políticos.
Dudamos que el GP cumpla con el ofrecimiento de “pasar la
página” y dejar de lado su política de confrontación que
le lleva a invocar permanentemente el odio, el
desprecio-descalificación del adversario ‘oligarca,
pitiyanqui y traidor’.
Esto puede ser parte de su plan de recuperación: vender
ahora la reforma socialista como la máxima expresión de la
democracia, quitándole los artículos más conflictivos y
crear un clima de paz-reconciliación en el cual lo
electoral sea universalmente aceptado y respetado. De esta
manera se aprobará su ‘socialismo petrolero’ y mantendrá
la hegemonía en todos los poderes públicos.
La lucha es dura. Pero seguiremos cumpliendo con el
compromiso de decir lo que pensamos sobre los negociantes
de lado y lado que hoy gobiernan y dominan en Venezuela
para que se profundice cada días más la condición de ex
país.
Y planteando, consecuentemente, la necesidad de construir
el Bloque de la Anti destrucción o de la Esperanza de y
para los venezolanos. En esta tarea tenemos que avanzar en
el difícil año que ahora se inicia con una mega-crisis
económica, social y política que traerá un sinnúmero de
protestas que pueden llegar al nivel de explosiones de
alto contenido violento.
Una situación que el régimen, ahora en Pacto de
Reconciliación, detendrá con la aplicación de los
“instrumentos legales que le proporciona el Estado” para
perseguir, vejar y aplastar a todo aquel que se atreva a
enfrentar las realizaciones del Estado Democrático de
Derecho. ¿Cuántos años más de Pactos del y para el engaño
aguardarán a este colectivo?
abm333@gmail.com