Un
importante grupo de críticos, entre quienes se encuentran
gentiles y condescendientes lectores, señalan que ya no es
hora de simples análisis y generalidades sino de
precisiones y propuestas concretas a la crisis histórica
que padece este expaís.
Esa gente, en gesto que agradecemos, materialmente ha
emplazado a este columnista para que diga con exactitud y
precisión cómo se puede enfrentar este régimen autori-totalitario,
con apariencias de democracia, que se apropió de Venezuela
para convertirla en la República Bolivariana de Venecuba.
En los puntos que siguen esbozaremos nuestra visión
inicial sobre la materia.
1) El tratamiento de este tema tiene que ser colectivo,
entendido como “una difícil comunidad de hombres completos
individuales.” Nadie puede pontificar, en consecuencia,
sobre algo que debe resolverse colectivamente. En ese
sentido, tenemos que convertirnos en ciudadanos activos
con responsabilidad, valor y decisión para alcanzar los
objetivos determinados por la propia comunidad.
2) El escollo a superar reside en las vías y modos de
participación. Cada acción que se planifique en el marco
del enfrentamiento a este régimen tiene que llevar el
sello de un colectivo consciente y organizado de modo
horizontal. La actitud participante debe comenzar por la
crítica, seguir con el aporte correspondiente y culminar
en el intercambio de opiniones, del cual deben salir
conclusiones relacionadas con el qué hacer, el cómo y el
cuándo hacerlo.
3) Sugerimos, en inicio, el siguiente mecanismo de
comunicación y participación. Cada lector o grupo de
lectores emitirá su opinión sobre los diferentes
planteamientos que conforman la propuesta relacionada con
el cómo enfrentar el presente régimen en el marco de las
leyes y la ‘democracia’. Cada texto será publicado a la
vez en el blog http://debatesobrehistoriactual.blogspot.com
y en un cuaderno con el mismo título editado por la
Cátedra ‘Pío Tamayo’ de la UCV. Un equipo editor se
encargará de producir la síntesis de las discusiones.
Finalmente podrá hacerse reuniones en todos los espacios a
los cuales podamos tener acceso. Esta labor se podría
iniciar en los espacios de la CPT (Sala ‘E’) de la
Biblioteca Central de la UCV, el último lunes de
septiembre a las 6 pm. Esta columna seguirá debatiendo el
tema a partir del aporte de los lectores.
4) El mecanismo que se adopte para esta discusión inicial
debe servir de punto de partida para perfilar un diseño
sobre trabajo colectivo horizontal. Cada actividad debe
ser evaluada para obtener las enseñanzas correspondientes.
Los objetivos concretos tienen que ver con la definición
teórica de una política y la instrumentación práctica
correspondiente para alcanzar los fines planteados.
5) Para participar en esta experiencia colectiva no hace
falta uniformidad de pensamiento. Al contrario, en línea
con la esencia de la democracia, convocamos la diversidad
de puntos de vistas. Lo importante es que la gran mayoría
tenga un centro de confluencia: la lucha por crear las
condiciones para la conformación de una verdadera
democracia.
En esta dirección estamos obligados a actuar con amplitud,
sin ningún tipo de prepotencia, sumando voluntades y
aprendizajes. Es muy importante ganar para este trabajo a
otros columnistas y todos los espacios que puedan ser
utilizados para el correspondiente debate.
6) En sentido general se trata de precisar cómo enfrentar
un régimen autoritario, totalitario que aún cuenta con un
importante barniz democrático y dispuesto, en
consecuencia, a defender sus posesiones por todas las
vías, incluso haciendo valer su condición de revolución
armada, de que tanto se ha ufanado el conductor de este
proceso de destrucción de Venezuela.
7) Este régimen que se apoderó de Venezuela es el producto
de la sobre descomposición que nos catapulta como expaís.
Del fracasado modelo democrático de los 40 años queda una
herencia que no logra romper con el fracaso, el abandono,
la demagogia y la desesperanza. Y lo que se entendía como
democracia vio como se desarrollaba a la vista un proyecto
que se nombraba como revolucionario y que amenazaba con
freír en aceite la cabeza de adecos y copeyanos. En ese
momento se creyó que eran excesos del discurso pero que en
el fondo había un respeto a las reglas de la democracia.
8) Y aún hay quienes piensan que es posible lograr una
solución a la crisis venezolana por la vía
democrático-electoral. Son los mismos que permitieron que
se encumbrara el proyecto de la destrucción y que le han
dado legitimidad desde la constituyente del 99 hasta las
llamadas elecciones presidenciales del 03D-06. Los mismos
que hoy debaten con el oficialismo si se debe votar uno
por uno o en bloque los 33 nuevos artículos propuestos por
el GP a la constitución para ponernos a tono con nuestra
condición de República Bolivariana, Socialista y
Revolucionaria Venecubana.
9) Y frente a estos cómplices y
negociantes-colaboracionistas se colocan los radicales que
entienden llegada la hora de la insurrección. No refieren
las condiciones materiales y organizativas para una
empresa de esta magnitud. No hay que olvidar que la
historia de esta América y Venezuela está llena de
movimientos insurreccionales, ‘revolucionarios’ o como
quieran llamarse que poco han servido al mejoramiento de
la sociedad. Detrás de cada uno de ellos se ha escondido
una dictadura o una ‘democracia’ encargadas de mantener el
estado de cosas en su debido lugar. El saldo de esos
enfrentamientos ha sido muy doloroso.
10) En esta República Bolivariana de Venecuba están dadas
las condiciones para avanzar por una vía no violenta pero
que puede tener efectos demoledores para este régimen de
destrucción. La experiencia-escuela más próxima producida
por el colectivo es la del 04D-05, la abstención de mayor
contenido y significación de la historia nacional. Un
resultado triunfal para el colectivo que no pudo ser
aprovechado por falta de organización.
Pero esa fue una campanada muy fuerte contra el régimen
que encontró como salvación a ‘las oposiciones’ que
hicieron causa común con el oficialismo para detener el
avance del colectivo que con ese mensaje anuncia la
decisión de defenestrar al régimen y a sus sostenedores y
supuestamente opositores.
11) No hay un arma más fuerte y firme en la actualidad que
revivirle la fuerza-energía al colectivo. La presión de la
voluntad popular. Se trata simplemente de demostrar que
este régimen no cuenta con el tantas veces nombrado Poder
Popular Originario. Poner de manifiesto, como el 04D-05,
que el único poder con que cuenta el régimen es el
tarifario directamente ligado a la renta petrolera.
Por ello, el objetivo a perseguir tiene que ver sólo con
la suma de las voluntades que no están dispuestas a
brindarle apoyo a un proyecto que ofrece de entrada la
destrucción de Venezuela para convertirla cada vez más en
un ex-país e implantar definitivamente la República
Bolivariana de Venecuba.
12) ¿Y cómo sumar y organizar esas voluntades? El objetivo
mayor es la formación de muchas miles de unidades de
desobedientes del llamado mandato “revolucionario” de la
destrucción y la ilegalidad. De modo que se actuaría sobre
una base de absoluta legalidad. Y por esa vía, y una vez
que se tenga una clara política que nos señale el camino a
transitar, se podrá avanzar en la organización de un
poderoso movimiento colectivo en el cual se conjugará lo
espontáneo con lo orgánico, la sabiduría popular con la
académico-científica.
Y todo dirigido a crear conciencia de la necesidad de
formar un movimiento de constructores de la Venezuela que
tiene que ser y que será por decisión de un colectivo que
se niega a sucumbir ante la nueva empresa destructora que
recae hoy sobre este expaís. En la reunión antes señalada
podría discutirse más en profundidad sobre el arranque de
esta acción de y para el colectivo.
abm333@gmail.com