La
expresión de la amiga lectora reflejaba
una gran angustia-frustración y muchas interrogantes: ¿Es
éste en verdad uno de los momentos de mayor inmundicia de
cuantos les ha tocado padecer a la sociedad? ¿Cómo
llegamos a este estado de descomposición ético-moral en el
que los llamados dirigentes de oposición reconocen que nos
llevaron engañados al matadero electoral para crear una
tal oposición que de verdad le haga peso al llamado
‘gobierno revolucionario’? ¿Cómo asimilar que lo de ‘somos
mayoría y por ello ganaremos para luego cobrar’ formó
parte de una trampa que se juntó al fraude-trampa montado
por el régimen?
Teodoro
Petkoff lo dijo (Noticiero Digital, 08/12/06) muy
claramente: nunca creímos en el triunfo y por ello no nos
montamos pajaritos preñados. Simplemente actuamos en
función de crear una oposición que el gobierno debe
reconocer, como nosotros reconocimos su limpio,
transparente e inobjetable triunfo.
En
realidad éste es el colofón de una
campaña electoral que pone de manifiesto el estado de
sobre-descomposición que padece este ex-país. Por una
parte la maquinaria de la perversión apoyada en la
posesión de todos los poderes y en el control de buena
parte del colectivo a partir de la aplicación del
instrumento de la tarifa para la compra-venta de
conciencia-voluntades. Por la otra, el lastre de la
politiquería y la suma de derrotas y perversión que ha
caracterizado a unas ‘oposiciones’ que han sido a la fecha
los mejores soportes de este régimen sustentado en la
destrucción para abrirle espacio a una tal refundación que
no sobrepasa los niveles de la liquidación.
Pera
ésta visión sobre el acontecer político
que tenemos por delante admite otras interpretaciones. El
amigo Luis Giménez en correo del 11/12/06 (ver:
http://historiactual.blogspot.com) nos acusa de
ingenuos y de no manejar la ‘real politik’: ...“La óptica
con la que enfoca los acontecimientos del 03D (...) es
ingenua y tal vez se corresponde con la ética personal y
la manera de entender esta compleja materia del
conocimiento humano.
Para Manuel
Rosales, y no tengo la menor duda que también para muchos
venezolanos, entre los que me incluyo, la oposición
venezolana tenía muy pocas posibilidades de triunfar en
esta contienda electoral, porque amén de los muchos
obstáculos por superar, siendo lo del registro electoral
viciado uno de los más importantes, las condiciones
sociales generales le eran bastante adversas.
Que hubo que
decir algunas ‘mentiras piadosas’ para lograr levantarle
el ánimo a un electorado entregado y disperso, es cosa que
pertenece a la ‘real politik’ . Esto no es un torneo de
caballeros ni nada que se le parezca, es la pura y simple
lucha, casi nunca limpia, por el poder y sin que le quepa
la menor duda, allí el fin justifica los medios.”
Tiene razón el señor Giménez. No
avalamos la ‘real politik’ de la mentira-falsedad,
engaño-perversión, cualquiera sean los fines a lograr.
Preferimos la ‘ingenuidad’ que nos acerque a una política
que tenga que ver con el real destino de una sociedad
necesitada de poner a un lado los impostores que
permanentemente la han conducido a los límites de la mayor
descomposición. Hoy lejos de aminorar crece la
polarización del destrozo y el enfrentamiento entre los
habitantes de un expaís cada vez más carcomido por la
furia de los destructores, regida por cúpulas que, de lado
y lado, avanzan sin escrúpulo alguno.
Por ello
estamos hoy frente a una navidad fracturada. Para muchos
no hay esperanzas. Otros están colmados de buenos
augurios. Los frustrados-decepcionados están obligados a
entender que es tiempo de sumar conciencia y voluntad para
la transformación, que no para la quietud y la angustia
que termine en la liquidación de gente llamada a aportar
en la realización de la historia que estamos obligados a
construir.
abm333@gmail.com