Las “oposiciones” son claras en su mensaje: como gobernantes nunca llegamos a estos extremos. Entonces se garantizaba la propiedad. Había tolerancia y respeto. Y todos éramos amigos. Ahora vivimos atemorizados, se amenaza y ya se practican expropiaciones y se afirma que vamos hacia un socialismo de propiedad colectiva, que nunca ha existido pero que sería la novedad de este “socialismo maisantero”,  que convertiría a la República de Venecuba en un ejemplo para el mundo. 

De esto hay que separarse. Y  para ello tenemos que ir a votar el 04D-05 por las ‘cúpulas podridas’ de los 40 años. Ahora sabemos que no son peores que las actuales. Y es que también Venecuba  es  una instancia en la cual  se escoge el menor de los males.  

Los llamados “cinco grandes partidos” de las ‘oposiciones’ conformaron un pacto electoral que llaman ‘unidad’, a pesar de dejar fuera de consideración a los ‘partidos pequeños’ y a la ‘sociedad civil’. Le imponen de este modo  al colectivo la condición de organismos plegados a los partidos políticos y reintegrados a las “cúpulas de la democracia” que son el único instrumento válido para enfrentar las “cúpulas socialmaisanteras”. Según este criterio todo adversario del ‘proceso’ y su jefe único debe ir a votar  el 04D para reimponer la ‘democracia’ y cerrarle el paso al autori-totalitarismo. 

Esta es una manera tramposa y manipuladora de plantear el cuadro político. Se pretende ocultar que estamos ante dos ‘monstruos’ que no significan salida sino hundimiento para este ex-país. El ‘monstruo salvador’ se quiere presentar como el ángel bueno que cuida y respeta la propiedad y que ahora sí se portará bien y no como cuando era gobierno. El otro monstruo no es más que la extensión potenciada de la vieja historia, que ahora busca como soporte el más perverso de los populismos. Esto significa vivir en, con y por el pasado.  

Por ello es indispensable avanzar hacia una historia basada en la acción colectiva con capacidad y proyección para construir la verdadera dimensión del hombre en tiempo-espacio de justicia y porvenir, alejado de toda entidad-monstruo-destrucción: sea la violento-electoralista o el de la unidad de igual violencia y engaño. Sancho, seguimos atrapados por las mismas ‘cúpulas podridas’!