Especulaciones El señor de los
conflictos
Pablo Ulises García
Pérez
El mensaje presidencial ante la
AN se constituyó en más de lo mismo. Casi cinco
horas, donde supuestamente se presentaría el
informe de la gestión gubernamental
correspondiente al año 2003, tal como lo contempla
el artículo 237 de la Constitución y resultó una
jornada llena de cuentos, donde el héroe de la
planicie, se dedicó a narrarnos las hazañas
revolucionarias de su abuelo, comparándolas con
las suyas, sin faltar, por supuesto, los logros
imaginarios de su gobierno y lógicamente, con la
usual humildad, sobre sus sueños personales. De
las tantas hazañas, en la de Pdvsa, hizo gala de
buen conocedor de las técnicas para promover
conflictos, al asumir, por fin, su responsabilidad
en la destrucción de la empresa. Como estrategia,
era necesario, reconoció ante el país.
Evidenciando, que su propósito real no era
reorganizar la principal empresa del Estado
venezolano. Era, simplemente, penetrarla y no
habiendo podido hacerlo legalmente, propició la
crisis que convirtió, por ahora, a Pdvsa, en la
principal fuente de ingreso del régimen. Aunque
Chávez, no estaba diciendo nada nuevo al pueblo,
el hecho de reconocerlo, no es más que la
evidencia del verdadero propósito de su régimen y
seguir interviniendo, a través de conflictos,
todas las instituciones productivas del país, para
sus propios intereses. Ese es el objetivo. El
control absoluto del poder económico del país.
Está claro que sin dinero, no es posible la
existencia de ninguna institución y quien controla
el dinero, lógicamente, maneja la
institución. La batalla continúa. Ahora Chávez
promueve un nuevo conflicto, utilizando las mismas
estrategias que le funcionaron con Pdvsa, en esta
ocasión, con mayor experiencia, para apoderarse
del BCV, nombrar una nueva directiva “Patriota” y
ponerla al servicio del amo. Pdvsa y el BCV
constituyen la esencia de la economía del país,
entregarlos bajo el control del gobierno implica
poner nuestro presente y futuro de rodillas, por
cuanto, dependeríamos, económicamente,
exclusivamente, de las bondades del régimen, quien
será, a partir de entonces, el único ente
encargado de señalarnos cuál es el camino a seguir
“democráticamente” como país. Pasará luego, a
generar otro conflicto, para, tal como lo
contempla el manifiesto comunista, en la segunda
parte, abolir la propiedad privada, con lo cual el
Estado asumirá el control absoluto del capital
privado de nuestro país. Está claro pues, el
verdadero mensaje “bolivariano” del presidente de
los conflictos, ahora pide a la AN “Patriota”,
modificar las leyes que sean necesarias, para
intervenir y dirigir el BCV, determinar el monto
necesario de las Reservas Internacionales, ya
cuantificado por él en quince millardos de dólares
y disponer del excedente, apenas de seis mil
millardos de dólares, para continuar “invirtiendo”
dentro del sector “productivo” que el régimen
considere conveniente. Una vez controlado el poder
económico, continuará allanando legalmente, con la
anuencia de la AN “Patriota”, los sectores
sociales, con la Ley de Contenidos y TSJ, hasta
lograr el llamado Nuevo Orden Político de
Venezuela, el cual nadie conoce, pero que traerá
al país, entre otros beneficios, la desaparición
de los poderes públicos, sólo existirán
instituciones “patriotas” al servicio del régimen.
Habrá un solo partido, el revolucionario, un solo
medio de comunicación de masa “patriota” y el
pueblo, por supuesto, será “patriota”. Bueno es
recordar que el despertar de los pueblos siempre
ha sido consecuencia del agotamiento de esquemas
políticos, económicos o sociales, que por su
configuración misma, han perdido vigencia dentro
de los cambios que las sociedades requieren con
justicia. Hoy, este fenómeno social está centrado
en la pobreza. No sólo en Latinoamérica, también
en los países poderosos. Como país, no escapamos
de esta problemática. La variante está en que aquí
el régimen explota la pobreza en nombre de la
justicia, con pleno conocimiento de que ésta (la
justicia), no puede ser tal, mientras el acusador
y el juez estén al servicio del mismo amo, como
está ocurriendo “legalmente” en Venezuela.-
Una llamada
al amor
Adriana
Sandoval
Anthony de Mello en su libro
“Una llamada al amor”, nos invita a hurgar en
nuestro interior para desafiar las falsas
creencias, ideas, hábitos, apegos y miedos bajo
los cuales nuestras vidas han sido programadas por
la sociedad y la cultura que nos rodea, deformando
la verdad y llevándonos a experimentar
sentimientos mundanos, que resultan ser muy
diferentes a los verdaderos sentimientos que yacen
dentro de cada uno de nosotros. Los
sentimientos mundanos han sido ideados para
producir ilusiones, emociones y vacíos, como el
deseo de obtener la atención, a aprobación de los
demás, la fama, el éxito o el poder, llevando a
las personas a perder su vida y vivir unas vidas
vacías. Lo más que puede proporcionarnos el
cumplimiento de estos deseos son instantes de
placer y de emoción que no debemos confundir con
la felicidad, ya que lo que nos hace felices no es
el mundo ni las personas que nos rodean, sino los
pensamientos que albergan en nuestra mente. El
autor nos lleva a la verdadera comprensión de lo
que es el amor, visto desde las siguientes cuatro
cualidades: El amor es indiscriminado, no hace
diferencias entre buenos y malos, justos y
pecadores. Es gratuito, el amor da sin pedir nada
a cambio Es espontáneo y se disfruta de tal
modo que no tiene conciencia de sí mismo. Pero
sobre todas las cosas es libre, cuando se somete a
los demás al control o coacción se destruye la
natural capacidad de amar. Para experimentar el
verdadero amor debemos comprender realmente al
otro y a nosotros mismos, debemos tener el valor
de mirar hacia nuestro interior y aprender a
aceptar a los demás tal cual son. Una vez que
hayamos experimentado el verdadero sentimiento del
amor, nos daremos cuenta que ningún precio es
demasiado elevado y ningún sacrificio demasiado
grande, cuando a cambio se puede obtener la única
cosa en el mundo por lo que vale la pena
vivir.-
Vuelvan
cacerolas
Luis De Lion
Lo
que muchos temían, está por llegar; quienes
anunciaron que el régimen haría todo lo
abusivamente posible para impedir la realización
del revocatorio, parecen no estar tan equivocados.
¿Pero los que nunca creyeron en la posibilidad de
un desenlace democrático, están acaso hoy
resignados a ese destino? ¿Esos rendidos, habitan
y parasitan dentro de la Coordinadora Democrática,
o en la periferia de ésta? Claro está, que la
sensación de sumisión que deja entrever, a través
de su silencio el vocero mayor de la Coordinadora;
puede muy bien ser explotada por el extremo
talibán de la oposición, quienes no aguantan dos
pedidas, para apropiarse de plazas públicas,
imágenes de vírgenes y afines; y gritar a los
cuatro vientos abajo Chávez y así volver a
encender la llama con que carburan los bobos
feroces. Eso no va a tardar en suceder. Mejor
hubiera sido que nada ni nadie, le otorgara
pretexto alguno a los bobos feroces, quienes no
han comprendido que a los venezolanos nos encanta
una campaña electoral, con caravanas, afiches,
comandos, y la TV transmitiendo en vivo todo
cuanto sucede, cual serie mundial. Por otra
parte, pareciera que bastara con que se cumpla, lo
que dicen la Constitución y las leyes, por cuanto
en materia electoral, todo está allí escrito. Pero
el profeta mayor -que se sabe derrotado- insiste
en que la Asamblea apruebe la reforma del TSJ, y
de lograrlo habrá efectivamente cruzado el Rubicón
y sólo nos quedará el pelero. De igual manera,
es el colmo ver en la Asamblea a los tostados
diputados oficialistas exigir que se cumplan las
leyes en nombre de la pluralidad y el respeto por
las libertades; cuando sabemos como fuera del
recinto legislativo, ellos a palo y plomo ejercen
su concepto de libertad. Igualmente a estos
diputados -democráticamente elegidos- en mal
momento; los hemos visto pasarse por el forro, las
libertades individuales, en particular cuando
amenazaron funcionarios de la administración
pública central, para que no firmaran solicitando
el revocatorio presidencial. Pero la pelea es
peleando; y quienes no se identifican con los
extremistas, ni con el militarismo rancio, ni con
el oficialismo; es decir la gran mayoría de los
venezolanos, debemos perseverar de cualquier modo
y a cualquier precio, porque se respeten las leyes
y las reglas de juego. Celosa e intraficablemente
atentos porque se celebre primero el revocatorio,
para luego, con experticia política acceder a las
respectivas elecciones regionales. Al mismo
tiempo se le estaría enviando una señal clara al
oficialismo de por donde es que vienen también los
tiros de la oposición. Y en consecuencia, el CNE,
tendrá que enseriarse y dejar de despachar cual
Tribunal de Parroquia. ¿Será que estamos
todavía a nivel de cacerolas? http://www.luisdelion.net/-
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